Embarazada de mi cuñado

Capítulo 28

Un sol hermoso estaba en lo más alto del cielo, Iván se encontraba en una silla tomando sol, Brucer a su lado panza arriba tambien disfrutaba del calor de la mañana.
-Que apuesto es mi novio-dijo Jenn acercándose y besandolo
-¿Eres feliz?- le preguntó el sentándose para observalarla mejor -¿Te gusta esta vida? Nuestra casa, mi familia que te adora y nuestro Brucer
-Lo soy- Jenn sonrio sinceramente- Estoy agradecida de estar viva y de que Dios te haya mandado conmigo
Brucer corrio hacia su casita y tomó una cajita con la boca y se la acercó a Iván
-Hemos practicado esto por semanas- dijo él riendo, al abrirla un hermoso anillo de plata con una piedra preciosa empezó a brillar
-¡Dios mio!
-Sabes que soy un hombre sencillo, y que no me gustan los clichés así que te digo que te amo, aqui mientras estamos en trajes de baño en esta que es tu casa, mientras el sol tibiecito nos calienta y mientras Brucer te mira con ojos de amor, como lo hago yo, con esos ojos de amor con los que te he observado desde el primer momento en que te vi- Ivan se puso de pie sobre la silla dramatizando -Asi que princesa Jennifer Harrington ¿Aceptarias a este humilde plebeyo como tu esposo por el resto de tus dias?
-Si-gritó Jennifer riendo y llorando de la emoción. Iván la alzo y la besó, Brucer empezó a ladrar de la emoción, era un momento absolutamente bello y conmovedor. Todos entraron aplaudiendo y gritando de emoción mientras los abrazaban por aquella hermosa noticia.
-¡Me alegro tanto por ustedes!- dijo Leandro -Son una pareja hermosa
-Mi amiga se va a casar- dijo Mark abrazandola- Te adoro Jenn
-Y yo a ti- dijo ella riendo
-Te presento a mi hermana- dijo Mark -Ella es Olivia
-Hola-dijo Olivia abrazando a Jennifer- Mark me ha contado mucho sobre ti, muchas felicidades por tu compromiso
-Gracias Olivia- contestó gentilmente
Todos comieron carne a la parrilla y bebieron junto a la piscina. Jenn se detuvo a contemplar a su familia riendo y como todo habia cambiado de un momento para otro tantas lagrimas derramadas al final habian valido la pena. Era como si de pronto la vida que ella siempre soño se hubiera hecho realidad con un chasquido, Jenn pensó que Federico se reiria de una situación así simplemente porque detestaba las reuniones familiares y todos aquellos actos que el consideraba cliché pero no era su culpa, no era su culpa ser asi, era culpa de Jenn por haberse dado cuenta demasiado tarde que ella no encajaría con el jamás.
***
-Gracias por venir- dijo Dorothea mientras servia el té de limón
-Quise venir cuando estuviera lista. Sé por boca de todos tu real arrepentimiento al haberme tratado mal y a mi hijo
-No- dijo Dorothea llevandose las manos a la cara y soltando unas lagrimas -Espero que esto no te enfurezca más pero yo- dijo ella poniéndose de pie y caminando hacia su chimenea sobre ella habia unos escarpines azules y un angelito con un halo color azul en yeso y otro en cristal, habían recipientes de cristal con cera de vela encendidas anteriormente -Le he construido esto para mi pequeño nieto junto al fuego que es donde mas paso mis dias, porqué su cuerpecito era puro calorcito y asi es como debo recordarlo siempre, y el fuego es lo mas cercano. El angel de yeso me lo hizo mi amiga del club y el de cristal representa su ángel de la guarda. Le mando flores todos los meses al cementerio donde está, blancas como te gustan a ti
-Mamá- dijo Jennifer llorando las lagrimas la invadieron con velocidad- Mamá gracias por siempre acordarte de mi hijo
-Te amo Jenn- dijo Dorothea abrazandola -Perdón por todo hija. Seré a partir de ahora aquella mamá que tanto necesitas y si me dejas te ayudaré con tu boda, se que te has comprometido hace un mes y que ya muchas cosas debes tenerlas hechas pero en serio me gustaría ser parte.
-Lo serás mamá. Gracias
Y aquel ángel sobre la chimenea destello un brillo inaudito, mientras el ultimo rayo de luz se escondia en el horizonte.