Lluvia de estrellas

2- El contrato

Cuando me dio los datos de la empresa en la que trabajaba no podía creerlo, la compañía era grande con mayor parte de ingresos en EUA y Asia, "una empresa para lograr sueños" recitaba la tarjeta en mi mano, la paga era buena, la posición era buena, el momento y la persona, pero algo me impulsaba a hacerlo más que nunca, era mi intuición.

-Estás loca Any, no irás ahí que tal que solo quiere una persona para satisfacer sus necesidades mientras este en la ciudad- dijo casi sin separar las palabras Estrella mi mejor amiga

-Qué tal que es una buena paga, sí lo es y no lo necesitas dame la tarjeta yo sí voy...- continúo arrebatándole la tarjeta Dana, otra de mis amigas que parecía gustarle todo lo que se moviera

-Oye, devuelve eso no es tuyo- dijo al último Angélica dejando de nuevo la tarjeta en mis manos, apenas era por la mañana y las tres ya armaban un alboroto por lo que sea que pasara, pero para ser honesta era mejor, me hacía sentir mejor de lo que creía que siempre estuvieran peleando.

-Aceptaras...- dijo Estrella sin duda en sus palabras, sonreí, me conocía desde pequeña, ¿Cómo creía que podría engañarla alguna vez?

-Sí, no tengo dudas que necesito hacerlo

-De nuevo con la intuición... siempre te basas en eso –Angélica parecía algo molesta por eso, siempre creía que era demasiado confiada por ello.

Lo que no sabían o al menos no dos de ellas es que esta intuición era diferente, un sentimiento extrañamente conocido empezaba a recorrer mi memoria, sin duda, tenía que hacerlo.

Después de un pequeño café volví a casa, tome el teléfono me dirigí al sofá y marque el número de la tarjeta, solamente tenía el logo y el numero así que tenía esperanza de que quien me contestara fuera la persona que me la dio. Sonó una, sonó dos y a la tercera, me puse nerviosa al reconocer que realmente no sabía su nombre, no sabía a quién buscaba en la empresa, ahora me sentía estafada sin embargo alguien contesto.

-Tomaste una buena decisión

- ¿Cómo sabías que era yo?

-La esperanza era muy grande sabes... -Su voz resonaba detrás de la bocina- Supondré que tienes alguna duda

-Varias de hecho –respondí rápidamente- ¿de qué trata el contrato?

-Mira, es simple, será desde las 9:30 a las 7 pm, tienes poder sobre mis citas, chofer e incluso algunas otras cosillas extra, hablamos de 6 días a la semana, puedo asignarte el miércoles y el sábado como salida temprano, digamos 5... que más, tendrás que mudarte, te necesito cerca será a lado de mi departamento ah, tengo una duda. ¿Sabes algún otro idioma aparte del español?

-Ah, sí manejo el Ingles un poco de japonés y el coreano junto con el chino estoy aprendiendo

-Perfecto, técnicamente esos son los requisitos

-No puedo costearme un departamento junto a usted, ¿cabría la posibilidad de que eso lo evadamos?

-Claro, con el tiempo esperemos que puedas mudarte aquí, bueno realmente solo trabajare aquí unos 5 meses

-Solo 5 meses, ¿hablamos de que me contratara solo por ese tiempo?

-Puede ser, sin embargo, sí haces buen trabajo podrías acompañarnos como parte de la empresa.

Momentos después de negociar aquel extraño colgué, me parecía irreal, incluso una locura, pero quería hacerlo, a quien en su sano juicio se le ocurriría descartar un trabajo así. Abrí el closet busque mis ropas más elegantes, definitivamente en el futuro tendré que comprar más para no quedar como tonta ante el nuevo jefe, estaba emocionada, pero a la vez tenía miedo.

Prepare la cena, vi un poco de televisión y después me metí al baño a relajarme, días como estos te hacen sentir la soledad en la que vives, retome el control de mis emociones y me fui a dormir.