sieTe; cHirú

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-Mi amor!

El chileno entró a la casa después de estar un largo día afuera, dándose con la sorpresa de que su querido bicolor no se encontraba en la entrada como siempre.

-¡Cariño!

Tampoco respondió al segundo llamado, preocupado ya el chileno subió las escaleras, esperando encontrase con su amor ahí.

No estaba, empezó a ponerse pálido por el hecho de que su amado no estaba dentro de la casa y ya era casi de noche.
Como última opción asomó su cabeza por la ventana más cercana para mirar si el dulce peruano se encontraba fuera en el jardín, cosa que dudó mucho.

Pero ahí lo encontró, sentado en el columpio con sogas, mirando el cielo balanceándose con una velocidad casi nula.

Bajó rápidamente para darse el encuentro con el bicolor.
Lo vio como siempre; delgado, tan delicado, irradiando una tranquilidad infinita.

El de una estrella se arrodillo a su lado para poder verlo mejor, sin causar ninguna expresión de sorpresa en el menor, pues al parecer ya sabría que el chileno llegaría hasta aquel espacio en busca de su presencia.

-Ya es un poco tarde.- habló el de 1 estrella, mirando al cielo, tratando de divisar que era lo que tanto observaba su prometido. Pero solo encontró el azul noche del cielo con puntos blancos y amarillos, llamados estrellas.

-Lo sé.- habló casi en susurro, llevando sus brazos a sus codos, casi en el acto de abrazarse a si mismo.

-Te vas a resfriar.- dijo observando los cortos pantalones que llevaba el contrario.

-No lo creo.- sonrió con pena sin quitar su mirada al cielo.- ¿Como va la armada?- se refería al trabajo del chileno.

-Como siempre, todo bien bajo mi control.- dijo orgulloso.

Soltó una risa dulce.

Pero se estremeció al sentir un beso de su novio callando las risillas que soltaba.

Continuo el beso dulce, saciando esa sed de los labios de su amor después de casi medio día sin caricias ni abrazos.
En unos segundos sintió como el "amor de su vida" rodeaba sus caderas, moviendo sus manos hasta el mentón de este.

Con cuidado, rodeo el cuello del chileno con sus brazos, separándose de aquel beso entre jadeos.

Soltando leves sonidos de excitación, pues en los besos su novio era un completo experto.

El intenso ósculo que se dieron segundos antes se vio opacado al sentir como empezaba a bajar la dirección directo al cuello de el que estaba aún en el columpio.

-C-chile~- el simple hecho de que lo haya mencionado con ese tono y con ese ambiente caliente provocó un sentimiento extraño en el chileno.

Pero no fue para nada un sentimiento cariñoso o de amor, sino que fue un sentimiento de culpa. Algo que provocó algo parecido a un punzón en su corazón.

Y es que llego a sentir asco de como horas antes estuvo en la cama con Bolivia, y ahora estaba besando sin descaro a quien debería ser el único dueño de su cuerpo y alma.
Los besos pararon, cesaron continuos a los leves gemidos del peruano.

-Cariño, creo que deberíamos regresar.- Chile parpadeo varias veces con el fin de dejar de sentirse culpable o al menos refrescar sus pensamientos que ya pesaban.

-Claro...- el columpio donde se encontraba sentado era un tanto alto, esto provocaba que sus pies no pudieran tocar el piso fácilmente.

Bajo con cuidado, tomando de las manos al perdido chileno para levantarlo de su posición de rodillas.
De la mano entraron, ya oscura la noche y más oscura aún la casa.

Su pequeño nido de amor, situado en el campo, pequeño nido que ahora tendría a un integrante más.
Mientras Arica y Tarapacá ya estaban enviados lejos para conocer mejor de su territorio, el destino preparaba una niña que debió de haber llegado para reforzar a la familia.

Perú pudo haber sido amable y dulce, pero de tonto no tiene nada.

Sabiendo la traición de su aún pareja intentaba comerse sus propias ganas de salir corriendo de aquel infierno de hogar, porque internamente sentía que el amor y la sinceridad habían dejado esa casa hace mucho para irse y no volver.

Sabía que esperaba un niño o niña más, y sabía perfectamente que hacer.

Unos días, unos días más para largarse de ahí, para dejar al chileno sin vuelta y dejarlo en las manos de su amante. Su propio hermano.

Pero sin saber que algún día el Chileno iría en busca de el nuevamente, para recuperar a su hija, quien debió haber sido suya desde un principio.

Volvería en busca de sus hijos, en busca de su familia.

















🐙

Deja tus headcanon o ship's wiiii.

La foto del cap es de "___xsyoshi" sacada de instagram. ♡

ᴘᴇʀᴜᴠɪᴀɴ ᴛʜɪɴɢs! 🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora