tRecE; meXper oNe-Shot

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"Te sostendré"
No olvides el nombre.


A Perú le parecieron tan dulces aquellas palabras saliendo del mexicano.

Esa sonrisa, esa mirada determinada diciendole que pasara lo que pasara, siempre lo tendría a su lado.

Puede que la primera vez que se lo dijo fue cuando en el kinder, el bicolor tenía miedo de saltar de los juegos a la piscina de pelotas saltarinas, pero había idealizado tanto esa idea en el fururo que sintió que todo fue una invitación de México a ser parte de su vida siempre.

Entonces saltó.

Y México lo recibió con los brazos abiertos, con los ojos brillantes, y con las manos en su espalda.

—Gracias— pronunció seguro en sus brazos, como si el miedo se hubiera ido al primer contacto que hicieron.

—No pasa nada ¡VEN! Aún que dan muchos juegos por ver— Y México feliz sostuvo su mano, guiandolo con los demás niños sin soltarlo, porque podían ser parte de una multitud siendo uno al mismo tiempo.


— • ✨ • —

Aquel encuentro tan amigable dio paso a una linda amistad, le dio la oportunidad a México de tener al compañero que siempre quiso, y le dio la oportunidad a Perú de tener a quien aferrarse en sus momentos débiles.

Lograron conectarse tanto, que jamás se dieron cuenta cuando año tras año se volvía cotidiano salir al lado del otro, de un día para otro el estar acompañado del otro se volvía tan mágico. Comer en las salidas, invitar al otro a tu casa, salir al cine y hasta llegar juntos a una fiesta.

Era increíble como la vida los había hecho humanos, y como ellos se habían vuelto hermanos.
Y aunque no fuera de sangre, el otro confiaba ciegamente en el otro, y se confiaban hasta la mínima molestia que sentían del mundo. Como las más grandes también.

—Él vino, y me golpeó hoy— dijo con una mirada perdida Perú, hechado en el regazo del pelinegro mientras este jugaba con su consola usandolo de mesa.

Sintió como el otro paraba bruscamente, dejando a Perú asustado por un momento, pues México no tenía un caracter muy lindo al molestarse, a pesar de que nunca peleaban.

—¿¡Q-QUE?! Y ME LO DICES ASÍ?— agarró de los hombros a Perú posicionandolo frente a el, teniendolo tan cerca que evidentemente las ojeras que Perú trato de ocultar con maquillaje fueron expuestas.

—No reacciones así, por eso no quise contarte— dijo Perú tranquilo como siempre, lamentablemento los sucesos de la vida lo habían vuelto tan callado, y de alguna manera tan suceptible a los regaños y gritos.

¿Que ocurría en su casa?

Tras la prematura muerte de su madre, su padre apareció de sus continuos viajes como por arte de magia, traendo consigo a otra mujer y 3 niños unos años más grandes que él, y otro más pequeño.

"Son tus hermanos" le dijo.

Mientras la mujer grande lo miraba, después se enteraría de que la señorita Portugal fue amante de su padre incluso desde el noviazgo con su madre.

Portugal era buena, particularmente con sus hijos, pero Perú sentía que ella hacía su mejor esfuerzo por tratarlo bien, como su madre Tahu le decía siempre "Debes ser considerado con los demás".

Su mamita linda siempre le había enseñado a tener empatía, y tal vez ella lo miraba raro cuando obtenía buenas notas porque ella vivió alejada. Siempre intentó entenderla, siempre.

ᴘᴇʀᴜᴠɪᴀɴ ᴛʜɪɴɢs! 🌼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora