Rutina

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En la penumbra se escuchaba el caminar del villano más poderoso y hábil de todo el universo, entre los pasillos retumba un eco con su paso firmé, con su perfecta postura y su elegante vestimenta se dirigía a una de las muchas habitaciones de su enorme mansión, quería verificar que sus trabajadores hicieran su debido trabajo sin perder el tiempo, mostrando su típica expresión de enojo que al parecer es el único sentimiento que el villano puede mostrar, se dirigía a paso veloz a el laboratorio de su subordinado más fiel.

Entro sin ningún tacto a la habitación, gritando el nombre de su empleado, pero no recibió respuesta alguna - ¿Dónde demonios está ese inútil? - Dijo el villano molestándose con cada segundo que pasaba, no quería perder más su tiempo buscándolo o esperando a que esté se aparezca, decidido abrir un portal desde el techo para aparecer a el científico perdido; el Doctor salió de aquel portal estrellándose contra el suelo.

- ¡Maldito intento de científico! Sabes muy bien que tienes que estar en el maldito laboratorio trabajando en los productos de la organización - Reclamo el Villano molesto

- Perdón señor, pero 505 me pidió ayuda para calmar a la loca esa... - se excusó el científico

- ¡¡No me interesa!! Tú tienes que hacer tu trabajo como se debe - Grito, golpeando a su trabajador en el rostro dejándolo en el suelo

- Perdón, perdón jefecito no volverá a pasar - contesto asustado tapando su rostro con los brazos por si volvía a recibir un golpe más

El villano se calmó dejando que el científico se levantará del suelo - Quiero que me entregues los planos del siguiente proyecto en mi oficina en una hora y más te vale no tardar ¡Escuchaste sabandija! - amenazo el villano mostrando sus dientes.

- A la orden jefecito - contesto asustado; sin dejar de ver a su elegante jefe salir del laboratorio, suspiro muy profundo y se dispuso a trabajar; estaba asustado y con la adrenalina a tope, pero no paro, es el sentimiento de rutina con el corazón acelerado y el cansancio al máximo

Desde las paredes una joven alocada entro al laboratorio tratando de asustar a el científico colocándose detrás de él, estaba a punto de gritar a todo pulmón, pero no pudo asustarlo, ella logro ver que la mejilla del joven tenía un leve golpe, a pesar de que parte del rostro del científico lo cubría una bolsa de papel, se notaba la marca leve de un puño - Otra vez - menciono la chica

-Demencia ya te dije que no entres al laboratorio, lo tienes prohibido - hablo el científico sin apartar la vista del trabajo

Demencia: Es divertido molestarte nerd ¿Qué hiciste para recibir ese golpe? Que envidia me da, mi amorcito Blacky nunca me da esos actos de amor

- ¿Amor? ¿¡Crees que esto es amor!? - Grito, quedó intrigado por ver a la joven afirmar con la cabeza y sonreír ante su pregunta - Estás loca - menciono

Demencia: Flug, es una dicha estar loca, jajaja

Flug: Mejor vete, por tu culpa el jefe me regaño

Demencia: Vamos bolsita de pan, no seas tan amargado

Flug: Debo entregar los planos al jefecito en una hora, lárgate a robar un banco o a hacer desastres a otro lado y déjame trabajar en paz

Demencia: Eres muy aguafiestas...Me voy, pero no porque tú lo dices

La joven se marchó; Ella no es tan mala, actúa como una niña desobediente y consentida, haciendo travesuras y causando alboroto en cualquier lugar donde esté, pero no es tan mala, incluso en ocasiones ella me llega a ayudar, haciendo cálculos matemáticos en algunos proyectos importantes aunque siempre se aburre dejando el trabajo a la mitad; esos pensamientos aparecieron en la mente del científico mezclándose con otras notas mentales de los otros miembros de la organización incluyendo su jefe Black Hat; el tiempo lo tomo por sorpresa, dejando que la hora que su jefe la había dado se pasará volando.

Sólo el amor lastima asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora