Capítulo 5: Dejando las cosas en claro (segunda parte) y de compras...

354 24 4
                                    

Pequeñas aclaraciones:
El de foto es Misaki.
"Pensamiento de los personajes"
Cuando hablan en otro idioma.
-Cuando hablan-
(Alguna aclaración)
¡Sin más a leer!...
__________________________________________

Eran las cinco de la mañana para cuando Takuya se levantó. Estaba como todas las mañanas cansado, pero no pudo volver a dormir. Para cuándo salió del baño, Amael ya se había despertado y estaba con toda su energía al máximo. Después se levantó Alex y ya cuando todos estaban listos, Amael término despertando a Misaki. Mientras Alex preparaba la comida y Takuya hacia su ejercicio rutinario, el pobre de Misaki era molestado por Amael.

-Sabes, los insectos son muy lindos, pero pueden llegar a ser asquerosos...- Amael hablaba de lo que le viniera a la mente y no se callaba, esto a Misaki no le molestaba, pero de todas formas, no le interesaba.
-Iré al baño, ayuda a Alex, esta sólo.- le comentó para ver como se le iluminaba el rostro y se encaminaba a la cocina.

Una vez sólo, Misaki volvió a acostarse en la cama y arroparse hasta la cabeza. Suspiro profundamente y escucho en silencio el ruido que venía de la cocina, la voz de Amael y el sonido de los platos. "Se siente bien." Pensó para sus adentros, "pero tengo miedo de acostumbrarme" el pensamiento de causo algo de inseguridad, no quería necesitar algo demasiado, ya que cuando se le fuera arrebatado lo sufriría, como aquella vez. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta que se abrió y la voz calmada de Takuya.
-Ya volví. ¿Necesitan ayuda?- agradeció internamente la llegada del japonés y se levantó.

A paso lento se encaminó al baño y luego de ducharse salió a medio vestir con cuidado de no ser escuchado, se le había olvidado la ropa en su cama. Se vistió lo más rápido que pudo y al voltearse se encuentra con Amael viéndolo de forma divertida.

-¿Q... Que pasa?- se maldijo mentalmente cuando se notó el nerviosismo en su voz y vio la sonrisa del rubio agrandarse.
-Tienes un cuerpo demasiado débil.- Se notó en su voz un toque juguetón.
-¿Qué tiene de malo?- lo que sea que pasara por la mente del rubio no quería saber que era.
-Puedes pasar por una chica, justo como yo...- su mirada daba miedo, su acento inglés salió a flote.
-¡No! ¡No! Y ¡No!- comenzó a negar con la cabeza, estaba loco, demente, no quería, había jurado que no volvería. Su cara estaba toda roja de nada más recordar la primera y última vez que lo hizo.
-Jajajaja- Amael comenzó a reír como desquiciado.
-¿Qué paso?- Alex y Takuya entraron apresurados al cuarto, la risa del rubio era mala señal.
Takuya se acercó a ellos a examinar a Misaki, no sabía de que era capaz el más bajo. Estaba bien, pero el rostro del castaño era una obra de arte. Misaki podría parecer alguien inexpresivo, pero no lo era. Por lo contrario, era alguien alegre y muy expresivo, con sonrisas sinceras y sentimientos puros. Sólo que por cosas del pasado, su personalidad se vio un poco cambiada, dejando a alguien tranquilo y difícil de conocer. En ese momento su rostro era de un tono rosado y se podía ver la frustración y vergüenza en toda su cara. Lo único que le pasaba por la mente al japonés era "¿Qué le hizo el enano?" Se arrepentía de no haber estado ahí. De seguro se hubiera reído más de lo que ya hacia sí estuviera consciente de la razón de esa cara.

-¡No es gracioso!- su cara se ponía peor por segundo. -Amael, ¡No se te ocurra volver a pensarlo tan siquiera!- el castaño no sabia en donde meterse.
-Piénsalo. Seria divertido.- logro comentar entre risas el más bajo.
-¡No!- negó con su cabeza varias veces. -Nunca volveré, te lo advierto. No me provoques.- intento sonar serio, lo cual falló. Su cara sonrojada muerta de vergüenza no ayudaba a hacer la frase creíble.

Luego del pequeño incidente prepararon la mesa y se sentaron a desayunar. En el silencio incomodo Alex decidió terminar con las reglas a seguir. Quería evitar la mayor cantidad de accidentes posibles.
-Chicos, debemos aclarar unas cosas importantes antes de que pase demasiado tiempo, ¿No creen?- les pregunto para comenzar el tema.
-Si, como por ejemplo, no molestar a los demás.- Misaki comento mirando fijamente a Amael, este solo sonrió divertido por la situación. Takuya no había parado de preguntarle que había pasado y el no quería contestar.
-Bueno, deberíamos comenzar por lo básico, ¿No?- preguntó Takuya en su asentó peculiar.
-Si, comenzamos por la cocina. Mientras Misaki esté fuera de ella y Amael con uno de nosotros.- se refería a él y el asiático. - que lo vigilen esta todo bien.- Misaki y Amael lo vieron medio ofendidos, pero sabían que era la verdad, así que aceptaron sin mas.
-Lo otro serían las compras.- mencionó Takuya. No tenían nada para cocinar.
-Podemos dividirnos todos los meses. Qué tal si lo sorteamos, así nadie hace trampas.- a nadie le gusta hacer la compra y mas si es solo,vaso que lo harían en parejas y cada dos meses se volverían a sortear. Ese fue el acuerdo.
-Si el baño esta ocupado, esperar a que salga quien lo esté usando, por favor. No queremos accidentes.- Takuya miro divertido a la pareja que ya se había topado con un accidente de lo mas entretenido a su parecer. Alex y Amael se miraron por unos segundos antes de esquivar la vista por vergüenza.
-Estoy de acuerdo.- Misaki no quería pasar otro momento como el de hace unos minutos, todavía estaba molesto por ello.
-Habrá que poner una hora de llegada. No queremos preocuparnos y así no molestaríamos a los que se hayan acostado.- todos estaban. De acuerdo con la sugerencia del rubio. Pensaron un momento la hora de llegada hasta que llegaron al acuerdo que seria a las diez en punto. A fin de cuentas si te querías quedar mas tiempo, pues mas vale que tuvieras otro lugar para quedarte. De diez a once seria la hora de llegada.
-¡Y no bebidas!- exclamó el segundo más bajo. -No es buena idea.- todos lo miraron por un momento, pero al final accedieron, no eran muy amantes a la bebida a final de cuentas.
-Debemos buscar un trabajo. Para generar nuestro propio dinero.- Alex y sus ideas brillantes. -No eres la excepción Ama.- miro al rubio serio. Que fuera millonario no quería decir que por ello no debía trabajar.
-Aww,- se quejó el más bajo. El no quería trabajar, pero parecía entretenido, al menos lo intentaría.
-Cada sábado se limpia, no queremos vivir en un corral de cerdos.- Takuya y su manía por la limpieza.
-¡No pueden traer chicas al cuarto!- esa era interesante.
-¿Por qué Al?- preguntó Amael interesado.
-Puede molestar a los demás, no crees. Que estés estudiando y llegue, por ejemplo, yo con una chica listos para tener relaciones.- puso de ejemplo. El rubio se quedo callado y todos aceptaron la regla.
-Eso seria todo. ¿Alguna otra sugerencia?-
-Respetar el espacio de los demás. En especifico tú- Misaki señaló a Amael.
-Buena idea. No preguntas incomodas será.- fue la última regla.
Las habían anotado en un papel y la pegaron en la pared del cuarto. Eran importantes y aunque molestas ayudarían para evitar peleas. Luego de recoger la mesa y haber fregado decidieron que irían a hacer la compra. Terminaron yendo todos. Como esta seria la primera vez, se dividirían el pago entre ellos.
-Nos vamos dentro de siete minutos.- informó Alex.

Roomate's (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora