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Rubius estaba harto de las mentiras

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Rubius estaba harto de las mentiras.

El ya estaba acostumbrado a que Vegetta le mintiese, era el pan de cada día, pero sin embargo, la primera vez le dolió demasiado ya que no se lo esperaba de él.

Pero poco a poco empezó a mentir de tal manera que Rubén dejó de creerle por completo.

No podía confiar en él de nuevo, como confío la primera vez que le mintió en algo tan simple.

Hace algún tiempo, era una mañana normal como cualquier otra, el teñido se había despertado teniendo que ir al pueblo a comprar algunas de sus cosas que eran realmente necesarias

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Hace algún tiempo, era una mañana normal como cualquier otra, el teñido se había despertado teniendo que ir al pueblo a comprar algunas de sus cosas que eran realmente necesarias.

Llevaba saliendo dos meses con Vegetta y estaban muy felices con su relación, amaban pasar tiempo con el uno al otro, aunque Rubén siempre sospechaba de que si le gustaba su ex novio pero apartó esos pensamientos. Debía de confiar en su pareja, asique lo dejó estar.

Cuando llegó al pueblo, estuvo comprando algunas cosas, entre ellas divisó una tienda que nunca jamás había visto, era para hacer regalos a sus parejas y familiares, el albino con esa idea en mente fue sonriente hacía el escaparate de esta, mirando todo con detenimiento. Pensando en comprarle un pequeño detalle a su pareja.

Entre todos las decoraciones que había en aquel escaparate, había algo que le llamó la atención, un pequeño peluche de un lobo gris, era demasiado bonito, asique el teñido entró adentro para pagar y llevárselo.

Salió pensando en sus cosas, quería dárselo hoy cuando se vieran esta tarde, ya que necesitaba ayuda de su pareja para decorar su casa,y que menos del que se hizo una isla flotante.

Seguía en sus pensamientos hasta que escuchó una risa y una voz muy familiar, dirigiendo su vista allí al instante, viendo cómo en una terraza de los bares se encontraban Willy y Vegetta, pero este último se ponía muy cerca del albino haciéndolo sentir nervioso.

El de ojos lima estaba en shock mirando la escena, ¡Era su novio con su hermano oscuro! Seguramente el tendría que estar malinterpretando las cosas.

— No me pueden traicionar, son mis seres queridos. — Murmuró el de orejas de oso mirando todo con asombro. Mientras que Willy se apartaba del azabache muy incómodo.

— Lo siento, estoy con Fargan, no le voy a hacer esto y tú también tienes pareja. — Empezó a decir el albino intentando que el otro comprendiera. — Mientras que yo esté con Fargan, seremos solo amigos, lo siento. — Y tras eso, se fue antes de que Vegetta pudiera reprocharle algo, el de ojos morados suspiró cansado y apoyó una de sus palmas en su barbilla, pensativo.

Rubius quiso aprovechar esa oportunidad para hablar con su novio para saber que estaba sucediendo.

— Hola Vegettita. — Saludó el de cabellos teñidos con una sonrisa sentándose donde justo hace unos segundos se había sentado Guillermo. Haciendo poner nervioso a su pareja, mientras que daba un salto en su sitio.

— Pero bueno Rubius, ¿Qué estás haciendo aquí? — Intentó preguntar tranquilo el de ojos violetas dándole un beso rápido en los labios.

— Ya sabes, pasear un poco y comprar algunas cosas. — Murmuró sin dar mucha importancia, muriendo de curiosidad de por qué estaba Vegetta tan nervioso. — ¿Esperabas a alguien? — Preguntó directo el teñido dándole una sonrisa tranquilizadora. Mientras que el otro daba una pequeña cara de terror. — Estás muy nervioso.

— No, la verdad es que no, solamente quería tomar algo, ya sabes, vivir en una isla es bastante solitario. — Dijo rápido el azabache mientras se rascaba la cabeza nervioso y desviaba la mirada.

— Entonces... ¿Cómo estabas tan cerca de Willy antes de que llegara yo? — Preguntó Rubén algo enfadado, por dios, ¿Por qué le mentía? Sabía que siempre iba a aceptar las decisiones del otro. Y lo peor, es que ya le había comprado algo para él, el peluche. Rubius se sentía patético.

— Y-yo puedo explicarlo. — Empezó a decir el de prendas moradas pero el osito negó mientras dejaba el regalo encima de la mesa, interrumpiendo a su pareja.

— Te había comprado esto para ti, pero ya veo que clase de persona eres. — Murmuró enfadado el teñido, no entendía por qué no le decía la verdad y punto, nunca le iría a prohibir nada. — Si realmente quieres ir enserio conmigo, podrías empezar a contarme la verdad.

— Está bien, Willy estaba aquí porque necesitaba ayuda para regalarle algo a su pareja. — Dijo mintiendo el de isla flotante, Rubén lo miró con desilusión negando con su cabeza, y yéndose de ahí a pasos rápidos.

"Soy un estúpido"' Pensaba el osito, enfadado por Vegetta y por él mismo.

En la actualidad no todo era muy distinto, prácticamente pasaba lo mismo, y había peleas todos los días, por culpa del azabache

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En la actualidad no todo era muy distinto, prácticamente pasaba lo mismo, y había peleas todos los días, por culpa del azabache.

— Estoy harto de que me mientas, si quieres salir con Guillermo, pues sal con él coño, pero dime la puñetera verdad, ni que te fuera a prohibir salir con él. — Respondió el teñido gritando al teléfono por el cual estaba hablando con su pareja, pero Vegetta le colgó sin decir nada.

— ¿Por qué mierdas sigo saliendo con él? Soy un gilipollas. — Dijo para sí mismo dando un pequeño suspiro cansado, viendo el lobo de peluche que le había regalado a su enamorado.

— ¿Y tú qué miras? — Preguntó señalando al muñeco de delante suya, bastante irritado. Lo que le faltaba, que un muñeco le mirase con pena.

Capítulo editado el 31-07-2020.

i'm not him - rubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora