Guardaespaldas / Miyeon & Minnie /

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Cho Miyeon.

Era bastante torpe. Por eso, cuando llegó llorando a la casa de Yuqi ni si quiera pudo tocar bien el timbre por qué se resbaló en el suelo y cayó encima de sus rodillas y aunque dolió, ella estaba tan ahogada en sus lágrimas y la lluvia que caía ese día, la lluvia, la maldita lluvia que le impidió correr desde el parque hasta la casa de su mejor amiga.

— Ho-

Yuqi se quedó sorprendida al ver a su amiga en el suelo frente a la puerta de su casa, llorando, tan mojada y gimiendo casi de dolor. Miyeon nunca lloraba. La entro a su casa rápidamente preguntándole que sucedía y gritando su nombre con desesperación. Más los truenos apagan la voz de Miyeon y ella no dejaba de temblar, sus pies y parte de sus piernas estaban llenas de lodo. Y sus rodillas, raspadas por qué antes se había caído sobre unas rocas.

— Miyeon, ¿Que sucede?

La rubia no dijo nada, solo se aferro a su amiga y la abrazo con fuerza. Tenía mucho miedo de lo que le había pasado, tanto que no quería recordar si quiera los acontecimientos. Aunque no era difícil que Yuqi se imaginará, pues desde que Miyeon tuvo la idea de alquilar su telescopio en el parque, en el parque en el que había cierta clase de gente que no parecía fiable a Yuqi le pareció mala idea, pero Cho Miyeon siempre es terca y hace lo contrario. Y peor aún, en la noche.

— Miyeon, ¿Te lastimaron?

Su llanto se hizo más latente y escandaloso, era de cierta forma algo inusual que Miyeon llorara de forma tan estremecedora, entonces Yuqi supo que era algo muy malo para que se pusiera así. La sento en su sofá y en toda la noche la seco y curo sus heridas, la cambio con su ropa y llamo a su madre para avisarle que por el clima Miyeon se quedaría en su casa por ese día.

Esa noche fue la más difícil para Miyeon.

— ¡Miyeon! — Yuqi hizo un puchero cuando Miyeon no quiso compartirle de su helado. — Dame.

— Ah, pero tú no me diste del tuyo, yo siempre te doy parte de lo que como y nunca me das nada.

Le recriminó mientras le daba de su helado a Yuqi. Mientras los días pasaron desde aquel acontecimiento que Miyeon nunca quiso dar detalles, por lo que Yuqi solo asumió que fue acosada o asaltada, Miyeon comenzó a trabajar en otro parque, mayormente en compañía de Yuqi o de su padre, pero ya en la universidad Yuqi no tenía tiempo y su padre tenía que trabajar y descansar, entonces Yuqi le prometió que le conseguiría un "guardaespaldas".

— Mira, de tan solo cruzarte con sus ojos ya estarás temblando.

— Si es tan temible no creo poder trabajar con alguien así.

— Bueno, técnicamente no trabajará contigo, solo... Te protegerá.

Amabas rieron y fueron a sus clases.

Da miedo...

Miyeon no quería estar sola otra noche más, aveces solo quería tener el parque para ella sola y quedarse horas y horas mirando los cuerpos celestes.

Pero aveces la vida es amarga.