Cuando Sirius y el decidieron divorciarse, fue difícil y la destrucción de un sueño que tenían desde que se besaron por primera vez a los quince años en su habitación de Hogwarts, dolió como el infierno, pero fue bueno, porque se amaban, pero estaban tan frustrados con la vida marital que llamaron al abogado una hora después de decidirlo y dijeron que no habría dramas y no los hubo, ni cuando tomó sus cosas y salió del departamento que habían comprado juntos, porque no estaban listos para una casa y definitivamente no vivirían donde Walburga los maldecía todo el tiempo.
Así que se despidió de él en un tenso silencio con un apretón de manos y un abrazo incómodo. Casi doce años de matrimonio terminados en eso, incomodidad y un amor mal construido. Entonces rentó un nuevo departamento en el centro de Londres con ayuda de Lily, porque de todas formas podría vivir en Hogwarts el resto del año escolar y no le importó tomar botellas de whisky de fuego o lanzar maldiciones sobre su increíble mala suerte en el amor o como un par de idiotas, ellos, lo habían arruinado por no saber amarse y formar una vida juntos a la vez, pero definitivamente no compro un traslador a Estados Unidos para presenciar esa increíble conferencia sobre la matalobos de ese desconocido pocionista, para él, del que todos hablaban últimamente, no lo hizo y sin embargo aquí estaba, escuchando que no solo podía tener control de sí mismo cada luna llena, sino además evitar los dolores de después de la transformación y hacer que la maldición no fuera hereditaria, solo transmitida por la mordida, el sueño de todo licántropo, a su parecer, su sueño desde que tenía diez y escucho de la misma poción en un antiguo libro que trajo su padre a casa, el sueño de cada noche desde que se casó con Sirius y pensó en niños y una casa en el campo donde los verían crecer y luego morirían felices y juntos.
Además como extra el jodido pocionista que la había perfeccionado era como mínimo el hombre más hermoso que había visto en su vida, con su cabello negro recogido en un moño, su piel pálida y ojos ónix, sus labios rojos y su esbelto cuerpo aunque fuera alto o sus caderas que se podían ver aún con la túnica negra suelta. Y definitivamente ni él ni su lobo habían apostado o algo parecido a ello que ese pocionista estaría en su cama del hotel esa noche, pero horas después lo estaban, después de una presentación corta, un coqueteo fácil y preguntas sobre respectivos trabajos, lo estaba, desnudo sobre él y escuchándolo pedir más y más, insaciable, hermoso y brillante y por mucho que doliera su corazón por haber roto con Sirius y tener que olvidarse de todo el futuro que pudieron tener y de la promesa de que era el amor de su vida, parecía que esta criatura hermosa y cautivante lo podía reparar con sonrisas, besos y platicas inteligentes, oh, él estaba tan perdido y no solo de manera literal entre esas piernas pálidas y largas, sino perdido en lo que podían ser juntos desde ahora.
La conferencia en Estados Unidos era la última que daría, querían que fuera a Inglaterra pero se negaba a volver donde sus abuelos pudieran encontrarlo y venderlo como un objeto de la colección de los Prince.
Tenía planes concretos para ese día, hablar de la poción matalobos como lo había hecho ya un centenar de veces, responder preguntas y dejar que lo observaran en el escenario mientras hacia una de las bases de la misma como muestra de sus habilidades como el mas de joven pocionista graduado del siglo, luego desaparecería e iniciaría otra investigación para volver en aproximadamente en dos años al ojo público, todo estaba listo hasta que se paró en el escenario y nada fue como su plan.
Había un hombre entre el público, iba bien vestido, pero de forma anticuada a los nuevos estándares de las brujas modernas, su cabello era de un color café ceniciento y su rostro un poco pálido con cicatrices cruzando su rostro, no podía distinguir el color de sus ojos desde esa distancia pero lo seguían en cada movimiento, no como un espectador, sino como un cazador.
Era un hombre lobo.
A veces algunos se presentaban a sus conferencias, casi siempre los había, escondidos entre en público con ojos soñadores, pero nunca actuaban como este hombre, solo eran personas con la esperanza de tener un vida mejor, nada más, era lo que solían hacer los que cargaban con la maldición de la licantropía, no esperaban mucho de la vida y continuamente solo buscaban lo que para una persona seria una vida digna y para ellos lo era todo.
Pero este hombre parecía que lo encontraba como una presa muy atractiva, paseando su vista por su cuerpo, inspeccionando su rostro, deseándolo a plena vista, sin reparos ni vergüenza. Era absorbente como lo hacía sentir, diferente a sus antiguos compañeros de cama y pretendientes baratos, lo atraía al límite de posponer su traslado y presentarse en el bar del hotel donde había dado la conferencia y seguramente el hombre se estaba hospedando.
No tuvo que esperar mucho, en una esquina bañada de oscuridad y humo de cigarro estaba solitario, con sus ojos miel observando a su alrededor y parando en sus piernas moviéndose a donde podría ser la trampa de su cazador.
Solo necesito sentarse en la mesa delante de él, con las piernas ligeramente separadas en una muda invitación y que se dijeran sus nombres para fingir que intentaban coquetear cuando lo único seguro de la noche es que la pasarían juntos.
Y lo hicieron, sabia de venenos, pociones de amor y adicciones, pero Remus Lupin salía de cualquier concepto que conociera, todo en él era maravilloso, con sus viejas cicatrices y su olor a libros, su sonrisa inocente y ojos de depredador, lo tenía cautivado,
Lo suficiente para aceptar volver a Inglaterra con él, sin preguntas ni objeciones, solo besando sus labios y dejando que lo llevara a la ducha para tomar el traslador al país del que escapo con diecisiete años.
Lo habían cazado y que Merlín lo salvara.
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It's over now
FanfictionSeverus Prince es un joven pocionista de 24 años, Remus Lupin es maestro de defensa contra las artes oscuras y se está divorciando de su esposo Sirius Black y entrando a los 30. James y Lily son felices con un pequeño Harry de 6 años y fingen que su...