V

602 74 12
                                    

Meció sus caderas hacia delante y devuelta para atrás, apoyando su mano en la cabecera de la cama y con la otra acomodando su cabello a un solo lado de su cara, con las fuertes manos de Remus sujetándole en sus caderas, paseando por sus muslos, acariciándolo todo lo más que podía.

A punto de culminar bajo su rostro y beso a su pareja ahogando los gemidos que salían de sus labios dejando que Remus tomara el control del acto, permitiendo que lo llenara tanto como pudiera. Exhausto y feliz recargo su peso en el cuerpo debajo de él sin importarle que siguiera en su interior, llenando de pequeñas caricias las cicatrices que estaban a su alcance y siendo besado en su cabello.

Notando la hora en el reloj muggle que el licántropo tenía en la habitación, se deshizo de su agarre y las sabanas que los envolvían para darse una rápida ducha antes de que los amigos de Remus llegaran. Había pasado una semana desde el terrible primer encuentro que tuvo con ellos y esperaba que la cena de esa noche arreglara lo pasado o por lo menos no lo dejara en peor posición. Tenía que ganarse su agrado si quería que su relación funcionara pero lo veía bastante complicado dado que todos ellos ya eran amigos de la persona que había amado durante años, si iban a elegir un lugar en este encuentro no sería el suyo.

Un poco desilusionado se dispuso a bañarse velozmente y volver a la cocina donde había dejado la cena preparándose hasta que Remus lo hubiera asaltado para llevarlo a la cama, pero fue interceptado a media ducha por un brazo rodeando su cintura y un aliento en su oído.

—Basta, no tenemos más tiempo— hablo dejando caer su cuello a un costado para darle acceso, sintiendo besos en su piel—Remus, es enserio, la cena no estará a tiempo si sigues así y les agradare aún menos.

—Te amaran, no importa si la cena no está a tiempo, a Lily le encantaras porque comparten su amor por las pociones, Peter tal vez por saber de vinos, últimamente parece muy aficionado por su consumo y James por lo bien que cocinas— respondió Remus, separándose y enjabonando su cuerpo.

— ¿Y Sirius?, será para siempre tu mejor amigo, tú lo has dicho, quiero caerle bien, ha sido tan bueno, técnicamente me entrego tu amor por hacerte feliz, no espero que me ame, solo quiero hacerle ver que no se equivocó al dejarme entrar al departamento ese día, lo merece Rems—volteo su cuerpo para darle la cara y poder notar la mirada culpable de ojimiel, acomplejado poso sus manos en los hombros ligeramente más morenos que los suyos y comenzó a masajear la zona— No es tu culpa que no pudieran hacer más por su relación, lo importante es que aun estarán juntos, no de la forma que hubieran imaginado, pero esta es otra oportunidad, para ti y para mí. Tenemos que intentarlo bien por lo menos, se lo debemos a él tanto como a nosotros mismos.

—Lo sé, pero imaginarme el daño que le causó me aterra, nunca he querido lastimar a nadie y menos a alguien tan importante para mí, solo quiero cenar y que nadie se vaya al anochecer más roto de lo estaba antes de llegar. Anda, vamos a ducharnos, te ayudare a cocinar para que este a tiempo.

Parándose en las puntas de sus pies coloco un casto beso en los labios del más alto y se ducharon. Cuando terminaron se vistieron juntos y recogió su cabello con su varita para volver a picar verduras para el estofado, una hora más tarde con la cena terminada y una sonrisa satisfecha escucho la red flu activarse, al primero que vio entrando al pequeño comedor fue al muchacho rubio que debía ser Peter con varias botellas de vino tinto en sus brazos. Sorprendido por la cantidad se dispuso a ayudarlo a dejarlos en la barra que separaba las habitaciones, pero el mago se dio la media vuelta volviendo a la red flu repitiendo—Llegue temprano, nunca debo llegar temprano, ni sobrio si es posible— desapareciendo entre las llamas él se quedó estupefacto doblando el delantal que Remus y el habían comprado en unos de sus viajes al mundo muggle de sus tardes libres.

It's over nowWhere stories live. Discover now