Duodécimo Imagina: Tom Ryddle (5/5)

688 44 32
                                    


Tom te contó todo acerca de sus planes. Te contó todo acerca de las Reliquias de las Casas y cómo quería ser el mago más poderoso de todos. Siempre habías sabido que él era ambicioso, como buen Slytherin que era, pero jamás te habías dado cuenta de cuánto lo era. 

Te dijo también que necesitaba tu ayuda "desesperadamente": 

-He formado un pequeño grupito de amigos, pero todos son demasiado estúpidos como para poder ayudarme de verdad. Tú eres perfecta para el trabajo. 

-¿Qué trabajo, Tom? -ya le habías preguntado bastantes veces, pero se negaba a decirte- Sí sabes que no voy a poder ayudarte si no me dices, ¿verdad? 

-Horrocruxes -soltó él de inmediato, y tú te petrificaste al instante. Sabías perfectamente el grado de magia tenebrosa que eso contenía-. Necesito hacer unos. 

-P-Pero, eso es muy peligroso, Tom -le dijiste, tratando de hacer que entrara en razón-. ¿Cuántos quieres hacer? 

-Necesito hacer siete. 

Abriste los ojos y casi te desmayas. ¿Siete? ¿Siete horrocruxes? 

-Tom, estás perdiendo la cabeza -cometaste-. ¿Matar a siete personas? 

-No sentirán dolor -el chico se acercó a ti y te miró a lo ojos, mientras que posaba su smanos a cada lado de tu cintura-. Sería una muerte rápida, ni siquiera se darán cuenta. Buscaremos a gente que haya hecho cosas malas, muy malas, y con un pequeño Avada Kedavra....

-¿Sabes conjurar un Avada Kedavra? -te separaste rápidamente de él y te le alejase. Tom cerró los ojos y se sacudió el negro cabello- Tom, esto es muy serio. ¡Esa es una Maldición Imperdonable, maldita sea! ¡El Ministerio puede meterte a Azkabán! 

-El Ministerio no se enterará de nada, te lo prometo -trató de tranquilizarte-. Cálmate, por favor. 

-¿Que me calme? ¡Tom, estás jugando con fuego! 

-Estaba jugando con fuego cuando te susurré cosas al oído por primera vez, y mira cómo terminamos.

Lo miraste muy triste. Ese no era el Tom del que te habías enamorado, no. Era uno diferente. Te convencías cada vez que lo mirabas que era el mismo, peor en el fondo sabías que no era así. Te preguntabas si de verdad te seguía amando. Recordabas ese día del año pasado que tomó Veritaserum, y sonreías inconscientemente, pero ahora... Viéndolo tratando de convencerte de que lo ayudes a hacer horrocruxes, no se sentía igual... 

Los dos se graduaron de Hogwarts con honores,  y Tom te pidió que te unieras a su grupo de amigos. Aceptaste después de pensarlo un poco, y te agradeció comprándote un collar con un dije de luna. Te diste cuenta de que el grupo de amigos ahora era mucho más grande que antes, y también te diste cuenta de que la gente que asistía allí eran magos oscuros y llenos de odio hacia la sangre mestiza y muggles. Eso no te dio para nada buena espina, pero seguiste yendo a las reuniones para no levantar sospechas. Un día, escuchaste a un seguidor de Tom discutiendo con él. Cuando te fijaste un poco, te diste cuenta de que hablaban de ti: 

-¡Señor, no podemos confiar en ella! 

-____ es mi seguidora más leal, jamás nos traicionaría. 

-Debería depositar su confianza en Bellatrix Lestrange, ella está dispuesta a morir por usted. 

-¡Igual que _____! ¡Ella me ama! 

-No se deje cegar por su amor, Milord, jamás termina bien. 

-Te diré lo que nunca termina bien, Malfoy, cuando alguien me insulta o duda en mis decisiones. Eso jamás termina bien. Ahora vete. 

Imaginas: Universo de J.K. ROWLINGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora