Capítulo 5

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JungKook daba vueltas sobre el asunto, él ya había probado la sangre del menor, tan deliciosa y dulce que le sería imposible olvidarla, con ello la unión entre parejas destinadas había comenzado, era un extraño sentimiento que carcomía su pecho, como si ya estuviese casi completo, emocionado por estar tan cerca de su otra mitad, por haber probado su sabor; pero al mismo tiempo esa sensación causaba una presión difícil de explicar, donde se repetía en su cabeza que aún su pareja no era suya.

Probablemente JiMin no tendría esas sensaciones, y esa era una suerte, no deseaba que su dulce niño se sintiera de la misma manera.

—Lo lamento si te puse en una situación complicada—. JiMin seguía mirando a JungKook, apenas hace unos minutos antes unos colmillos sobresalían de su boca, justo ahora volvían a ser sus dientes normales. El mayor no había hablado de ellos en todo el camino hacia el baño, simplemente lo sujetaba entre sus brazos hasta ponerlo en el suelo de la regadera. JiMin no presionaba, habían sido tan amables que el sólo pensar que podía hacerlos enojar y echarlo de su casa, causaba una presión en su pecho, como si no pudiese respirar; no quería irse de esa casa, no quería estar separados de los hermanos.

—Te daré un baño —. Aunque la herida de JiMin había dejado de sangrar por su saliva, habían manchas en su piel, que poco a poco se habían secado. Quitó su ropa con cuidado, JungKook siempre era así, lo trataba con más cuidado que alguno de sus hermanos.

—Gracias—. Apenas fue un murmullo, audible por JungKook que estaba quitando sus ropas. Dejó las telas cubiertas de sangre a un lado, abriendo la llave del agua caliente de una. JiMin dio un respingo sorprendido cuando el agua golpeo su espalda, la temperatura no fue problema ya que el mayor la había regulado segundos después.

Sus dedos lavaron con cariño las hebras de cabello, la esponja quito los rastros de sangre. La extensión de su cuello no parecía herida, como si no hubiese tenido rasguño alguno.

JiMin seguía de rodillas en el suelo, recibiendo gustoso los amables tratos de JungKook, avergonzado porque estaba desnudo frente a él, aunque no era la primera vez que alguno de ellos lavaba su cuerpo, esta vez se sentía diferente; donde tocaban los dedos de JungKook parecía cosquillear segundos después, sin embargo, todas esas dudas se quedaron atoradas en su garganta por la expresión que ponía el mayor, parecía que no estuviese ahí, ni una vez había bajado la mirada para verlo, le hizo sentir más solo que antes.

Envolvió su cuerpo en una toalla para llevarlo a la habitación del mayor, donde lo dejo sobre la cama. Secó su cuerpo con la misma calma que lo había lavado, trayéndole ropa de uno de los estantes, una muda que le pertenecía a YoonGi. —Póntela antes de que atrapes un resfriado—. JiMin asintió tomando las prendas mientras observaba a JungKook dejar la habitación en silencio, no sin antes dejar un beso en su mojada cabellera, que le hizo sonreír tristemente, parecía enojado con él.

JungKook regresó a la habitación de JiMin, todo era un desastre, la cama estaba manchada de sangre, así que quitó las sabanas, tirándolas dentro de una bolsa negra de basura, tendrían que quemarlas o algo, no podían dejarlo así simplemente. Hizo su mejor esfuerzo por limpiar, ahora era cuando se arrepentía de escoger un color tan claro para las paredes de la casa.

Intentó que todo lo usado para limpiar fuese ingresado a la bolsa, al igual que su ropa. Tendría que darle de comer a JiMin, la sangre que perdió no era una broma.

Regresó a su habitación, donde JiMin dormía entre sus sabanas, abrazando una de sus almohadas. Lo dejó descansar mientras se ponía ropa limpia y buscaba algo que hacer de comer.

Hacer que un medio dormido JiMin comiera la sopa que había hecho, era una gran hazaña, ni siquiera derramó una gota encima de las cobijas, pero JiMin terminó toda la sopa del plato, se sintió satisfecho.

El ultimo ángel [BTSxJiMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora