Kirishima últimamente ha estado teniendo extraños sueños en el que el protagonista es uno de sus adorables compañeros de clase, Midoriya Izuku.
Sin embargo con el paso de los días irá descubriendo nuevas dudas e inseguridades que distorsionarán lo q...
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— Hombre, la verdad Shinsou es genial. Ayer vino y me dijo que lo del otro día con Midoriya fue un malentendido y es más, ¡me invitó a comer uno de estos fines de semana!... ¿estás escuchando? — el chico eléctrico pasó una mano delante del rostro del ojirubí para comprobar que efectivamente se encontraba fantaseando despierto.
Toda la clase 1-A se dirigía a una zona de combate con su equipo de batalla puesto, ahí Aizawa y All Might les darían indicaciones de como se llevaría a cabo el entrenamiento de ese día. Varios al fin podrían demostrar su progreso y que tan arduo han entrenado y mejorado su quirks, por eso mismo también se encontraban nerviosos y emocionados. Claro, Eijirou era una excepción en este momento.
— Hermano, ¿por qué tienes que aparecer así en mis sueños? — susurró a la nada.
Los últimos días luego de que su primera fantasía con el ojiesmeralda iniciara, no dejó de tenerlos cada noche sin falta. Kirishima se retorcía en su cama pensando en cuan real se sentía todo eso, era un martirio sentir el tacto del pecoso que —aunque fuese solo producto de su mente— no dejaba de estremecerlo de manera sofocante. Cada vez que cerraba los ojos una imagen mental y poco sana del peliverde llegaba hasta sus retinas y lo hacía dudar de la realidad misma.
Pero había algo más, Eijirou claramente más que desearlo de manera carnal, anhelaba su corazón.
Cuando soñaba con un deseoso y tierno Izuku simplemente quería sincerar sus sentimientos, así fuera todo irreal. Sin embargo, cuando tomaba el suficiente valor para hacerlo ocurría cosas ligeramente diferentes a la primera vez. De pronto el pecoso ya no lo miraba con lujuria y cariño sino que sus ojos lo evitaban y hacía oídos sordos a los puros sentimientos de Kirishima.
Esos cambios repentinos en sus sueños ponían ansioso al pelirrojo, ¿y si todo lo que soñaba tenía un significado? Si fuese así Eijirou no se quería enterar, le rompería el corazón.
Todo eso junto creaba frustración dentro suyo y antes de imaginarse lo peor que podría pasar en sus fantasías, despertaba sudoroso y jadeante a mitad de la madrugada, con una opresión en el pecho y dudas creándose en su cabeza.
Por todo eso, Kirishima luego no lograba conciliar el sueño y ya comenzaba a pagar factura pues cuando se veía al espejo no podía evitar recordar con fastidio a cierto chico ojeroso de la otra clase que se llevó a Midoriya consigo.
— ¿Kirishima-shonen?
— ¿Qué...? ¡Oh! ¡A-all Might! — exclamó completamente avergonzado de andar divagando en sus pensamientos y no haberse dado cuenta de en dónde se encontraba ni qué sucedía.
—¡Ya estoy aquí! — contestó a su nombre de héroe con una gran sonrisa —. ¿Sucede algo, shonen? Te ves preocupado — apoyó una mano sobre el hombro del pelirrojo para tranquilizarlo.
— ¡Descuide All Might! — sonrió formando una mueca — mas bien, ¿el entrenamiento de hoy es de...?
— ¡Oh, claro! Como les venía diciendo, con las parejas y las batallas ya escogidas para este enfrentamiento, lo que tendrán que hacer es combatir como si el equipo contrario fuese el villano de cada uno. Una vez que hayan capturado a los miembros del otro equipo, ¡la victoria será suya! — vociferó con una estruendosa risa.
