Capítulo 5

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— ¡Te estoy hablando, jodido nerd!

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— ¡Te estoy hablando, jodido nerd!

— ¡Kacchan, yo...!

Izuku sintió sus dientes castañear y sus piernas temblar luego de escuchar la amenazadora voz de Katsuki. Y no es únicamente debido a que el rubio delante de él —a pesar de ya haber aclarado su extraña relación del pasado, la clase aún no sabía que se frecuentaban— se encontrara exigiéndole respuestas que ni el mismo Izuku sería capaz de formular producto de los nervios y su confianza hecha pedazos, sino que también era por aquellos ojos rubíes tras el rubio que lo miraban con intensidad.

Aquella que también llevaba evitándolo varios días atrás como si no mereciese siquiera encontrarse en la misma habitación que él.

Aun así hace unos instantes había reunido el valor suficiente como para ir y preguntarle a Kirishima el porqué de su indiferencia que de alguna manera le era dolorosa y confusa.

O eso iba a hacer hasta que interrumpieron la peculiar motivación que sus amigos le estaban dando y como reitero, su confianza fue hecha añicos.

Midoriya no podía esperar nada peor y solo rogaba para que los recién llegados no hubieran escuchado sus gritos antes de entrar a la cocina. Luego de un corto silencio dentro de la habitación el ojiesmeralda consideró seriamente salir corriendo de ahí y esconderse en lo profundo de un hoyo para así —tal vez— calmar sus nervios pues nada de lo que pasaba le hacía bien a su corazón.

Pero una juguetona mirada ambarina no pensaba lo mismo, así que haciendo trabajar a sus cuatro neuronas —dichas así por Hanta—, una idea pasó por la cabeza de Kaminari Denki.

— ¡Las botanas las dejé en la otra habitación, pero qué tonto! Andando Katsubro, necesitaré que me ayudes a llevar para toda la tarde — exclamó Denki nervioso rompiendo con el silencio y rogando apelar a su buena suerte justo ahora para que Bakugou entendiera que es lo que trataba de hacer y claro, no lo matase.

Eijirou masajeó su cien con pesadez al escuchar el sonido de distorsionadas voces a lo lejos, claramente no era el caso ya que el chico eléctrico se encontraba a su lado, pero el pelirrojo no era capaz de diferenciarlo, se encontraba cansado mentalmente y sentía sus piernas flaquear.

— ¡¿Ah?! — vociferó Katsuki fastidiado — ¡claro que las olvidaste en otro lado, maldito extra! — finalizó dirigiéndose hacia la sala de los dormitorios mientras chasqueaba la lengua y hundía sus manos dentro de los bolsillos de su holgado pantalón, todo bajo la atónita mirada de Kaminari quien luego de reaccionar le siguió el paso dando traspiés — más te vale no joderla pelos de mierda — espetó para sí desapareciendo por el marco de la puerta. Denki regresó sobre sus pasos para asomarse dentro de la cocina y darle un guiño cómplice a la castaña para luego retomar su caminata tras el rubio cenizo.

Ochako entendió de inmediato y con un leve zarandeo llamó la atención de su amigo de lentes — ¡Iida-kun! Se me olvidaba que necesitaba tu ayuda para corregir unos, uhm... ¡escritos!, sí — improvisó y más calmada agregó — aún confundo el hay con el ahí, además dudo que el haiga exista — suspiró con fingida tristeza, sabía que con aquel comentario su amigo sería capaz hasta de narrarle toda regla existente de la RAE.

Dulce fantasía |KiriDeku| - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora