Capítulo 4

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Kirishima se quedó esa noche en la enfermería por recomendación de Recovery Girl, además de recetarle unas pastillas para dormir ya que el pelirrojo le había comentado que últimamente le costaba mucho —omitiendo la parte de las frecuentes pesadill...

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Kirishima se quedó esa noche en la enfermería por recomendación de Recovery Girl, además de recetarle unas pastillas para dormir ya que el pelirrojo le había comentado que últimamente le costaba mucho —omitiendo la parte de las frecuentes pesadillas—, así que la heroína no pudo hacer más que dárselas.

De eso ya habían pasado varios días y a Eijirou no le había ido como pensó.

Al tomarse el medicamento y al fin conciliar un sueño profundo, la situación al comienzo no variaba mucho dentro de este. Veía a su pecoso de alborotado cabello verdoso sonreírle, hacerlo como si solamente para él fuese dedicado tanto cariño, el ojirubí caía una y otra vez en sus encantadores gestos, miradas y su inmensa ternura.

Pero lo extraño comenzó cuando sus sueños comenzaron a tomar un rumbo escalofriante, como quiso llamarlo.

Sentía que el ambiente tan relajante y lleno de ilusiones se ensombrecía, ya no podía ver con claridad aquellas adorables pecas ni su resplandeciente sonrisa, en cambio un dolor punzante invadía todo su ser y se sostenía el pecho tratando de tranquilizar a su corazón herido, era una sensación de ahogo de la cual no podía escapar, y debido a las fuertes dosis que se tomaba le era difícil despertar de ese infierno.

Por más que tratara, le era imposible, solo le quedaba gritar en su agonía. Había veces en las que por un pequeño instante emergía un pequeño rayo de luz entre tanta oscuridad y Kirishima corría con desespero hacia él para intentar librarse de ese martirio.

Cuando sentía que finalmente su tormento había acabado al llegar hacia donde todo ese calor reconfortante lo envolvía, lograba distinguir al ojiesmeralda con esa sonrisa tan hermosa que le hacía pensar que todo el dolor que sintió momentos antes se desvanecía si tan solo pudiese seguir apreciando al chico del que estaba enamorado.

Pero luego una imagen desgarradora para él se hacía presente ante sus ojos. Todas esas miradas llenas de amor y sonrisas enternecedoras, eran para alguien más.

Había alguien junto a Izuku. Alguien que podía ser capaz de provocar todas esas expresiones en el peliverde.

Alguien que no era él.

Veía al ojiesmeralda tan contento junto a otra persona que no era capaz de arruinar su felicidad. Eijirou solo se quedaba observando a lo lejos, triste y afligido, como el chico al que amaba prefería a alguien más. De pronto ese cosquilleo tranquilizante y ese calorcito acogedor que había estado sanando su corazón se volvía terriblemente sofocante, se veía a sí mismo siendo devorado por unas llamas abrazadoras que ardían como mil demonios dentro de su ser, producto del rechazo que estaba sufriendo.

Eijirou rogaba para que su calvario acabara de una vez por todas, no veía posible un escenario peor que todo lo que su mente le estaba arrojando justo en ese intante.

Dulce fantasía |KiriDeku| - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora