En Otras Vidas [NAMJIN♡]

capitulo 1

Mucho hablan de lo bellos que son los recuerdos de la juventud, aquellos que logran sacar una sonrisa melancólica al recordar a tu primer amor, beso, travesuras escolares, o aquellos hermosos momentos que atesoras con el alma. No hace falta una cámara digital para capturar alguna imagen, tan solo tenerlos en la memoria basta; al final, la memoria es mejor que una cámara.

Simplemente es bello recordar; algunos dicen que hacerlo es volver a vivir las maravillas de las experiencias, pero sin duda también es triste cuando has perdido gran parte de ellos, cuando perdiste la memoria y solo tienes pequeños fragmentos que ni siquiera sabes si fueron reales, porque la sensación es igual a como si allá sido un sueño fuera de la realidad, y aún más triste cuando no sabes si las personas son sinceras al contar anécdotas donde fuiste partícipe, no poder reír porque simplemente no lo recuerdas, y te limitas a solo sonreír e imaginar como hubiese sido tal ocasión solo para no incomodar el ambiente, aunque nadie quita el hecho de que el incomodo eres tú. Qué bueno sería decir, "lo recuerdo con exactitud".

Los recuerdos son como las recetas de cocina, debes recordarlos con exactitud para que la sazón del platillo sea exquisita y lo disfrutes.

Seokjin solo quería recuperar su memoria; sentir lo que era la felicidad verdadera cuando tienes recuerdos insuperables, y no es que no tuviera recuerdos, si no que después del accidente sentía que su vida era una película donde todos a su alrededor actuaban una vida de familias perfectas. No se sentía el, y por más que buscaba respuestas, no encontraba nada o alguien que pudiera ser sincero con él, estaba cansado de que las personas le mintieran y le hicieran creer cosas. Porque pudo haber perdido la memoria, pero nunca la intuición de saber que algo en su vida, o toda ella no cuadraba, sentía que, así como a su 'platillo le fallaba el sabor cuando faltaba un ingrediente, o se preparaba mal, a su vida también le faltaba algo para sentirse cómodo con el mismo, pero no lograba encontrar eso, por más que buscaba no encontraba el ingrediente faltante para su propia vida, y no la de su familia.

Año  2022, 3 de Marzo

Toronto, Canadá.

La lluvia se hacía presente más seguido, como anunciando y haciendo notar que serian las ultimas de la temporada de invierno. Los vientos al igual que la lluvia eran más fuerte de lo normal, las gotas cubrían los enormes edificios de la ciudad, como si de neblina se tratara, haciendo que las personas en sus actividades cotidianas corrieran en busca de un refugio, ya fuera dentro en algún negocio, o debajo de alguna lona que había en las entradas de estos. Un castaño de unos treinta y dos años quien se encontraba parado detrás de un exhibidor de libros veía como la lluvia caía por fuera de las ventanas de aquella librería donde se encontraba. Su mirada estaba perdida ante aquella escena, como si de algún recuerdo perdido quisiera encontrar, y a la par las yemas de sus dedos acariciaban con delicadeza la portada de uno de los libros exhibidos, sin siquiera mirarlo, solo sintiendo lo liso y frío que era la pasta dura que iniciaba lo que era un libro de lectura para jóvenes.