Ambos están instalados en el apartamento que innecesariamente rentó su asiático amigo. Stiles está rodeado de archivos y teclea desesperadamente su laptop. Echa una mirada hacia Derek que juega con algunos cochecitos luminosos y un muñeco de plástico que parece un Iron man mal hecho (hecho en China, seguramente). Está usando sus lentes porque su vista no es como la de ellos (como los ojos súper naturales de un hombre lobo), pero hasta ahora le ha cansado la vista y necesita un descanso. Toma a Derek y sale del apartamento.
—Hemos estado demasiado tiempo adentro, ¿no lo crees? —llega a las bancas del parque qué hay enfrente. —MinHo fue a ser investigaciones y esas cosas, la verdad tengo miedo de presentarme allí, no quiero ser quien trabaje con un agente de la CIA; aunque era mi sueño, ahora siento que es una pesadilla. —su teléfono lo interrumpe. —De acuerdo, voy para allá. Sí, entiendo. Gracias. —Mira a Derek que le sonríe y balbucea. —La hora a llegado, tenemos que irnos.
Así que se pone un traje (sin corbata), coloca a Derek en su cangurera y sale del apartamento con decisión, dispuesto a matar criaturas sobrenaturales (así se motiva).
—Agente especial Stilinski. —saluda de mal humor, y con razón porque Stiles lo ha echo esperar.
—Puede llamarme Stiles.
—Increíble, ahora son más jóvenes.
—Tengo cincuenta y dos casos resueltos hasta ahora, creo que su problema también se resolverá.
—¿Lo piensa hacer con ese niño?
—No se preocupe, no me quita la concentración ni mi inteligencia. Puede estar tranquilo. Ahora, hay que concentrarnos en el caso.
Stiles nota que Derek ha estado callado durante todo este tiempo así que se toma un descanso y busca a MinHo. Pero mientras habla con su pequeño bebé lobo.
—Derek, sé que eres un bebé ejemplar y que no te gusta molestar, pero debes molestarme, ese es el trabajo de un bebé. No me voy a enojar contigo. —el bebé sigue serio. —Oh, entiendo, estás molesto. De acuerdo, te traje algo de comer, algo dulce. —le entrega la paleta y el bebé parece tener los ojos brillantes de alegría. Stiles sonríe aliviado.
Llega a lo que podría llamarse la "oficina" de MinHo. —Vengo a molestarte.
—Nunca haces eso... cuando estás de buen humor.
—Estoy de buen humor. —saca a Derek de la cangurera y lo coloca en el suelo, destapa la paleta y se la da. —Quiero que investigues algo de este agente de la CIA.
—¿Por qué, qué tiene?
—¿Qué tan raro es que quieras matar a alguien que tiene información?
—Es bastante normal si me lo preguntas.
—Sí, en otras circunstancias lo es... pero hay algo que me molesta del tipo.
—Ay no... ya sé a dónde va esto. Cada vez que trabajamos con alguien lo tienes que investigar...
—¡Pues claro que sí! Así que hazlo. —se sienta en el suelo.
—Tú cabeza tiene que trabajar en mi oficina.
—No es tu oficina. —Derek llega hasta a él, con las manos pegajosas y los labios pintados de rojo. Sonríe. MinHo llega a su lado.
—Lo investigaré. ¿Vas a casa? —toca la pierna del chico.
—No me has reclamado nada.
—Estoy esperando el momento que me digas: "MinHo, tenemos que hablar".
—Eso se escucha muy serio y al borde de un rompimiento. Lo sé, ¿sabes? Tu mirada no deja de verme con esa frase de "enserio me iba a presentar a este bebé desconocido que quién sabe de dónde lo has sacado, porque yo esperaba que me presentaras a tu padre o a tus amigos, después de todo ya llevamos tres años saliendo".