Epílogo.
La típica mañana de la familia Hale consistían en el desayuno, un poco de televisión (caricaturas) para Sara, música pop para Stiles, bostezos por aquí y por allá, Derek asomándose por la cocina (la parte favorita de Stiles). Podían hacer lo mismo todas las mañanas, pero siempre cambiaba el ritmo o las personas a su alrededor, así que no hacían lo mismo.
—¿Adivina quien irá a mi escuela hoy? —la pequeña de ojos verdes miró con ilusión a su padre el cual iba a responderle pero no tuvo oportunidad. —El señor Dingle. Pops inventó una canción que usaré para presentarlo. También llevaré mi capa de invisibilidad, mi sombrero de mago y mi varita de Harry Potter.
—¿Es una exposición de mascotas un show de magia? —le dio un pequeño beso a su hija parlanchina, tomó lugar en la mesa y bebió jugo.
—El señor Dingle es un conejo, ¿no es obvio?
Derek sonrió al ver que su hija tenía bigotes de leche con chocolate. —Por supuesto, lo lleva en su sangre. —limpia el bigote de chocolate.
—Además, ¿sabes qué día es?
Asiente. —Viernes.
—¿Viernes? —espera que su padre siga pero el solo asiente. —No es un viernes común.
—¿Viernes trece? Ten cuidado con los hombres enmascarados. —le llama la atención que su esposo esté discutiendo al teléfono.
—¿Jason? Pops dice que Es un hombre incomprendido. Pero no es eso ¡papá! —exige atención. —¡Hoy es mi cumpleaños número seis!
—Claro que lo sé, estaba juntando contigo, princesa. —alborota los cabellos azabaches. —¿Has pensado en tu obsequio?
—Pops dice que es imposible tener un poni... así que decidí que quiero una esposa para el señor Dingle. ¿Te parece?
Derek no puede concentrarse en la conversación con su hija, Stiles ahora está molesto su aroma ha cambiado totalmente, la ira se mezcló con la tristeza. Colgó el teléfono y descanso sobre la barra de la cocina. —Ahorita vuelvo, cariño. —dejó la mesa para ir con Stiles. Acaricio con delicadeza los hombros del castaño. —¿Qué sucede? —obligó a su voz para tener un tono suave.
—Es MinHo... —su voz se quebraba, no podía darle la cara a Derek porque lo vería con los ojos llenos de lágrimas. Siente el abrazo y se rompe a llorar.
—¿Papi? —pregunta preocupada. —¿Papi por qué está llorando pops? —Ella también llega al abrazo.
Stiles no quería asustar a su pequeña así que rápidamente secó las lágrimas y se recompuso. —Estoy bien, lo siento... no quería asustarte. —la toma en brazos. —El autobús vendrá pronto, ¿tienes listo al señor Dingle? —su pequeña asiente, Sara ha quedado en medio de sus dos padres.
—¿Algo está pasando? Si no quieres que el señor Dingle tenga una esposa está bien, pediré un ukelele.
Ambos padres ríen. —¿Un ukelele? ¿Piensas dar conciertos de música country en la cochera? —Stiles deja a su hija en el suelo. —Ve por ese conejo mágico y ve a la escuela, no permitiré que el señor Dingle se quede sin esposa y menos que mi hija sea cantante country. Fin de la historia. —la pequeña corre por su conejo y su mochila, el autobús escolar se detiene frente a la escuela, la pequeña grita una despedida a sus padres que la ven desde la ventana de la cocina.
El silencio reina en el hogar, Derek seguramente se ha encargado del ruido de la televisión y el reproductor de música. Stiles lo ve llegar con esa cara preocupada que no le agrada. —Dicen que MinHo se suicido... él está muerto... —Derek vuelve a abrazarlo. Siente que su cuerpo entero se ha convertido en un flan, pierde las fuerzas y el llanto regresa con más fuerza. —No puede estar muerto, él no haría eso... —no escucha represarías o negaciones. —Derek, él no se suicidó. —limpia sus lágrimas una vez que se ha separado de su esposo.