Capítulo 4

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Kai

Otro día, logré notar como bastante gente estaba activa desde temprano porque según como lo veo el desayuno va a tener más gente. Vinieron bastantes en carretas, carros, entre otros vehículos no identificados. Se pusieron a trabajar bastante rápido al tener casi el lugar decorado y apenas se está viendo el amanecer. Traen bastantes objetos los cuales van bajando aparte de colocarlos en varios lugares.

Me siento como un árbol en este momento; al tratarse de estar quieto, presenciar todo sin decir nada, ni opinar del asunto. Solamente puedo sentir la brisa mañanera y tomar agua, porque no tengo nada para hacer hasta esperar al desayuno.

—¿Quién es el joven nuevo? —Alguien desconocido preguntó, logré escucharlo por milagro—. —Ver nuevas caras no es común desde hace meses, es bueno ver a gente interesada en aprender de la cultura.

—No es muy sociable, pero es buena persona cuando logras conocerlo —Se escuchó por parte del castaño—. —Dale una oportunidad.

Me están ayudando a dar un paso el cual yo no puedo dar, no me conocen estos visitantes y creo que no lo harán a menos de que empiecen a correr la voz sobre mí pasado. Varios se me acercaron para saludar aparte de intentar conversar conmigo. Es complicado cuando preguntan ciertas cosas sobre mi vida, sin embargo, me di cuenta como yo solamente "estudié" en otro lado o me lo comentaron de esa manera.

Aquí todos tienen sus secretos aparte de normalmente ser aprendices de los trabajos de sus padres, desde agricultores, constructores, cocineros y más los que no tengo ni idea de que hagan. Se van heredando los trabajos manteniendo a sus propios pueblos, con lo mismo.

—Es el hijo perdido de Ray y Maya —Vaya, que rápido se va diciendo la información como una novedad—. —Es la noticia del evento.

—¿Pero ellos no solo tenían una hija?

—Es una larga historia, ponle que anduvo en otros lados todo este tiempo —Se escuchó por parte de otro desconocido de ojos oscuros—. —Con que ande ahorita con sus padres es suficiente.

Me fui simplemente a no hacer nada por otro lado, así molesto menos al no saber de lo que hablan por ser su problema de hablar de mí. Prefiero hacer eso a seguir escuchando conversaciones las cuales no me agraden mucho, me incomodan un poco. Lo bueno es ver como los demás chamacos van defendiéndome o dando una mejor información, a mí no me importa al mejor dejar de lado aquello.

Terminé ayudando a mis padres a colocar un puesto de armas, entre moverlas y acomodar las cosas hice lo que pude con la ayuda de la chica de pelo negro. la gente venía a preguntar sobre costos antes de abrir el puesto, algunos solo fue para mantener el interés antes poner a la venta, sin embargo, también se nota curiosos al preguntar sobre mi nombre o al hablar con la chica.

En la comida de la mañana había tanta gente la cual pasaba por algún platillo o iba a afuera para probar otros distintos, vaya cultura al probar nuevas comidas con el hecho de salir, puedes hasta probar distintos sabores de agua lo cual hace bastante tiempo no probaba.

—Vente, ¿no quieres montar un burro? —Escuché por parte del castaño al llamarme aparte de notarse una sonrisa al llevarme—. —Será divertido.

—¿No le hará mal si está herido? —Ni siquiera le puse atención a sus palabras ni quien las dijo.

—¿Traen un burro? —Pregunté incrédulo.

Acepté al solo haber visto a los burros a lo lejos, subirse en uno y dar una vuelta, aunque fuera pequeña fue divertido andar en un animal. De esa manera fui viendo junto con los demás chamacos las distintas actividades y productos, siempre hay novedades por lo cual las personas vienen para ver por estar al día según me dijeron aparte de notar el avance de los pueblos vecinos.

La "Leyenda" del BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora