LA APUESTA / Editando..

Fin.

Narra Jimin.

Doblé nuevamente la carta en tres, para después prácticamente desintegrarla, rompiéndola en cientos de pedazos. Me puse de pié con rabia incontenible.
No sabía que hacer, no sabía si creerle o si enojarme conmigo mismo.
Patee la mesa del centro con tanta fuerza que solo se escuchó el cristal romperse en mil pedazos.
Respire profundamente tratando de controlarme, no tenía porque ponerme así.
Ella se lo había ganado. Ella había jugado conmigo y no se lo perdonaría nunca.

Narra Tn.

Llegué al aeropuerto, le pagué al taxi y bajé mis maletas. Solo eran dos que traía.

Caminé hacía el mostrador, donde coloqué mis maletas en la báscula.
Entregué mi pasaporte y boleto, para así, entregarme mi pase de abordar.

— Puerta tres— indicó el joven frente al mostrador.

— Gracias— hablé tratando de que mi voz no se escuchara nasal.

— ¿Todo bien señorita?— preguntó y rápidamente limpie la lagrima que se había deslizado por mi majilla, ya que ni siquiera los grandes lentes obscuros habían logrado detenerla.

— Sí, todo bien— dije tomando rápido mi pase y limpiando con brusquedad la lágrima.

Caminé rápidamente extrañamente ya que aún faltaba media hora para comenzar a abordar.
Me senté mirando hacia el gran ventanal, no pude evitarlo. Comencé a llorar.
Puse mi bolsa en mis piernas y oculte mi rostro en ésta.

¿Por qué lo habia arruinado así? ¿Por qué había jugado con él? No sólo me sentía la peor persona del universo. Era la peor persona.
Jimin jamás me lo perdonaría.
Seguramente la carta había terminado en un basurero.

Pero bueno, me iría lejos. Tanto como Jimin y yo empezaríamos de cero.

Me formé, ya que ya estaban abordando. La fila avanzaba lentamente ya que revisaban pasaporte y el pase.
Quería subir ya. ¿Qué iba a hacer al llegar allá? No tengo ni la menor idea. Solo quería alejarme. No tenía el valor de ver a Jimin a la cara.

Solo quedaban dos personas delante de mí. Inhale profundamente. Y avance un paso ya que uno de los de adelante ya había pasado.

— ¿Te vas a ir? ¿Así de simple?— escuché detrás de mi y mi pulso comenzó a acelerarse.

Era él. Me di la media vuelta y ahí estaba, gotas de sudor resbalaban por su mejilla. Y su pecho se expandía y contraia con rapidez dado a la agitación.

— Jimin— me saqué los lentes y una vez más explote en lágrimas.

— No me contestaste— dijo duramente— ¿Así solucionaras las cosas?— miré hacia abajo avergonzada— Mira que si peleamos de nuevo, tan siquiera dime a donde planeas irte— sonrió— Llevo veinte minutos corriendo de un lado a otro, tratando de encontrarte— dejé caer mi bolsa al piso para correr hacia él. Me recibió entre sus brazos.

— Perdóname, perdóname— repetía mientras llenaba su playera con mis lágrimas. Tomó mi barbilla y me hizo voltear a verlo. Sonrió y emitió un 'Shh' para después unir nuestros labios en un perfecto beso.