Mi querido acosador [Jongkey]

Ser o no ser

El albino se levantó de su cama abatido ¿Verse con KiBum? No le parecía una buena idea ¿Y si lo odiaba? Que pasaría sí el lo odia y en cuanto lo vea lo rechaza, siendo sincero el muchacho no estaba dispuesto a soportarlo a pesar de tener muy claro que se lo merecía pues al final fue de esa forma en la que él trató al pobre rubio quien solo buscaba gustarle. Camino fuera de su habitación seguido por Roo quien se había levantado igualmente, dió un par de pasos hasta detenerse frente a una puerta en donde tocó tres veces y espero.

—Adelante. —se escucho del otro lado de la puerta.

El muchacho abrió y paso dejando entrar también a la pequeña cachorrita que lo seguía luego de entrar cerro nuevamente y camino hasta la cama donde se encontraba su hermana sentada, se subió y acostó posando su cabeza sobre su regazo, acción que no pasó desapercibida por la chica quien dejó el teléfono a un lado y comenzó a jugar con su cabello, Roo al ver a su dueño tan abatido no dudo en subir a la cama igualmente para acostarse entre ambos, por lo que luego JongHyun no dudo en abrazarla.

—¿Pasa algo cariño? —preguntó está a su hermano.

JongHyun solamente suspiro, necesitaba hablar con alguien, y quién mejor que su Noona, el único problema era ¿Por dónde podría empezar?

—Hace un par de semanas aproveche que cambie de número y le envié un mensaje a Key sin que supiera quién era así que seguimos hablando y todo eso, pero ahora quiere verme y no sé que hacer. —hablo sin mirar a su hermana —¿Qué pasa si cuando me vea se decepciona? ¿Qué tal y me odia? No lo culparía realmente pero no quiero que me rechacé.

La chica solo miraba enternecida al albino, nunca había visto a su hermano así, por ello le parecía tan tierno verlo tan abatido sobre sus piernas.

—Cariño, Key no es del tipo que guarda rencor. —le hablo.

—Lo se, pero no es como que me vaya a recibir con los brazos abiertos. —respondió con un puchero.

—En eso tienes razón, pero quién sabe tal vez el ya te haya perdonado. —hablo de la forma más tranquila posible.

—Lo dudo...

—Tal vez debas aceptar para averiguarlo.

Esto no respondió, pero sí se quedó pensando en aquella opción, ¿Será bueno verlo?.

La mayor sigue jugando con la cabellera del chico provocando que este poco a poco se quedará dormido, ella al notarlo lo miro y sonrió.

—Ay Jjong... —susurro con una sonrisa.