-¡Ya era hora coño!- gritó Ricky viendo como Ana y Mimi no habían separado sus bocas ni por dos segundos.
-Miriam ¿estás bien?- le preguntó Alba acariciando la espalda de su amiga. Sabía que no le hacía mucha gracia ver aquello.
-Si, ellas están felices que es lo que importa ahora - La morena le sonrió.
-A ti te voy a buscar yo una buena novia, ya verás. - las dos rieron y fueron a dar una vuelta por el bar.
Mientras, Mimi y Ana estaban abrazadas entre medio de la multitud.
-¿Donde vas a dormir?- le preguntó la andaluza.
-Tengo alquilada una habitación en un hostal de chueca- la rubia asintió.
-Tenemos que hablar
-Lo se bonita pero no creo que sea el momento ¿no?- Mimi la miró seria
-Ahora mismo estar aquí no es lo que más me apetezca ¿podemos ir a tu hotel o a mi casa? Necesito hablar contigo lo antes posible- Ana se lo pensó durante un momento pero acabó asintiendo.
-Avisamos a estos y nos vamos a mi hotel- la rubia asintió y la acompañó con los demás.
-Ricky, nosotras nos vamos, tenemos mucho que hablar- el chico asintió entendiendo a sus amigas, asíque no dijo nada más y dejó que las dos se fueran tranquilas.
Mimi y Ana estuvieron calladas todo el trayecto hasta el hotel de la morena, eso si, sin soltarse la mano en ningún momento.
No hacían falta palabras. Nunca lo han hecho.
Al llegar, le pagaron al taxista y se bajaron con tranquilidad del coche chocando sus miradas frecuentemente hasta llegar a la habitación de la canaria.
Una vez cómodas las dos, después de Ana ofrecerle algo de beber, la rubia intentó comenzar la ronda de preguntas que pasaba por su cabeza.
-¿Que te ha hecho venir?- preguntó directa.
-Varias cosas, pero principalmente mi padre- Mimi la miró extrañada por su respuesta.
-Explícame
-Uno. Necesitaba trabajo y aquí hay muchas más oportunidades y al tener dinero ahorrado pensé que podría encontrar un trabajo estable aquí. Dos. No lo he pasado muy bien, mi padre lo notó y tuvimos una larga charla que se resume en en una frase- Mimi la miró interesada
-¿Y es...?
-Ya nos hemos echado suficientemente de menos estos años- la rubia sonrió, cosa que hizo que Ana instantáneamente lo hiciera.
-Tienes razón, igual me equivoqué en eso pero la situación me superó y pensé que sería una buena oportunidad para volver a conocernos- Ana apartó un mechón rubio de su cara.
-Mimi, no podemos conocernos mejor si no estamos cerca, entiendo que podríamos mantener las distancias hasta que todo esté mucho más claro, de verdad que si, pero la solución no era estar separadas por un mar- la granadina asintió atenta a cada palabra que salía por la boca de Ana.
-Tienes toda la razón, yo te he echado mucho de menos y te prometo que a veces he pensado hasta en ir a buscarte...- confesó Mimi haciendo que a la morena se le escapase una sonrisa.
-Miriam me lo contó, le pedí que te frenase porque ya estaba todo preparado- Mimi se incorporó y la miró sorprendida.
-¿Miriam lo sabía?- Ana asintió- Como se lo ha callado la muy zorra...
Mimi indignada hizo reír a Ana quien acarició su mejilla con suavidad.
-Le pedí yo que no contase nada y por lo que veo ha salido muy bien- se reía
-Ya veo, ya
Se volvieron a quedar en silencio, compartiendo miradas, que nunca podrían entenderse desde otros ojos que no fueran los suyos.
Se acercaron poco a poco haciendo que sus narices se rozaran.
-¿Crees que...-Mimi la interrumpió sabiendo lo que iba a decir
-No sé si será lo correcto, pero lo necesitamos las dos- se puso punto final a la conversación cuando los labios de la rubia chocaron con los de Ana.
Era un beso lento, sin intenciones más allá de eso. Solo querían demostrarse todo el cariño que se tenían una a la otra y todo lo que se habían echado de menos.
Flashback
-Mimi- llamó Ana a su amiga que estaba distraída enredando con uno de sus juguetes
-Dime banana- la pequeña morena sonrió un poco avergonzada
-¿Alguna vez le has dado un beso a alguien? En la boca digo. Mis amigos de clase lo hacen a veces y... yo aún no- Mimi se acercó a la canaria.
-Si te digo la verdad... yo tampoco lo he hecho nunca. Siempre quise darle un beso a la chica que me gustaba, a mi mejor amiga, pero ella solo quería dárselo a mi hermano mayor- la pequeña rubia frunció en ceño.
-Tu crees que nosotras podríamos...¿darnos un beso?- le preguntó Ana con las mejillas totalmente rojas.
-Mmmh, un beso... ¿De amigas?- Ana se encogió de hombros.
-Si, supongo que si
Mimi se acercó a Ana nerviosa y dejó un pequeño, muy pequeño beso en sus labios.
-Ha sido guay- rió Ana con algo de vergüenza.
-Si jo, igual... podríamos hacerlo otra vez...- insinuó la rubia
-Otro día...
Ese otro día que dijo Ana, fué el día que se despidieron. Ese día que cambió tantas cosas.
Fin del flashback
Mimi miraba a Ana con admiración y cariño habiendo recordado aquel momento de su infancia.
-¿Te acuerdas aquel día en el hotel que nos dimos un beso?- preguntó Mimi
-¿El de la despedida? - hablaba Ana escondida en el cuello de la rubia.
-No, el día que estabamos solas en el cuarto de mi habitación- Ana asintió contra ella.
-Ese día creo que me di cuenta de que en verdad me gustabas- Mimi rió.
-Yo creo que también- confesó
Ana se apartó de su cuello y la miró de frente para luego acercarse y dejar otro beso en sus labios, uno corto, como el que se dieron aquel día.
-Míranos ahora. Quien nos lo diría cuando eramos unos mocos eh- Mimi rió
-Y lo que nos queda- la morena se abrazó a ella y ahí se quedo hasta que se hizo tarde
- Mimi es muy tarde, quédate hoy ¿vale? No quiero que te vayas sola a estas horas- la rubia accedió sin poner pegas
Se habían echado de menos y las dos tenían ganas de volver a dormir abrazadas.
