Capitulo 10 -FINAL-
En la primavera de 1996 Anahi publicó en el Montclair Times un notable artículo sobre los huracanes. A continuación, la prestigiosa revista National Geographic le ofreció la oportunidad de desarrollar un extenso estudio sobre el tema, que apareció en octubre.
Estuvo trabajando en el mismo todo el verano, ayudada por Lisa, que se ocupó de gestionar la documentación, redactando resúmenes.
Lisa celebró sus diecinueve años a principios de año y Diego sus quince el día 21 de marzo. El mes de junio fue rico en acontecimientos. La preparación de la fiesta con que se cerraba la etapa de los estudios secundarios sirvió de excusa para las dos jornadas enteras que pasaron visitando las tiendas de ropa de las calles del Village. Stephen vino a buscar a Lisa a casa y, cuando Christopher comenzó a hacer sus recomendaciones, Anahi, con mirada incendiaria, invitó a Chris a no envejecer prematuramente. Lisa regresó de madrugada por primera vez en su vida. Ese mes anunciaba el final de una etapa y su próximo ingreso en la universidad, ya con el título en la mano. Se había convertido en una mujer encantadora. Su boca se había agrandado, dibujando una sonrisa más natural y sus largos cabellos le caían sobre la piel morena. Pletórica de belleza, le costaba mantener el «equilibrio». De la niña pequeña que había llegado un día de lluvia sólo quedaba una mirada, una luz intensa e inquietante, en el fondo de sus ojos.
Al acercarse la fiesta de graduación de Lisa, Anahi no pudo evitar sentirse frágil. El recuerdo de un juramento pronunciado aquel día, desde el que ya habían transcurrido cinco años, en la mesa de una cafetería de aeropuerto, a menudo venía a alterar sus noches, si bien nada en el comportamiento de su hija dejaba presagiar que exigiría el cumplimiento de aquella promesa.
Diego fue el último en llegar a la mesa para tomar el desayuno. Lisa había terminado de comer sus tortitas y Anahi tuvo que ordenar la cocina apresuradamente mientras Christopher hacía sonar el claxon para que fueran al coche.
Christopher apremió a Diego y Anahi para que tomaran asiento en las gradas que se hallaban dispuestas delante de la tribuna donde se desarrollaría la entrega de diplomas. Anahi hizo un movimiento con las cejas al tiempo que daba unos golpecitos sobre la esfera del reloj. La ceremonia comenzaría dentro de una hora; no había razón alguna para alarmarse y ella quería aprovechar el tiempo dando un corto paseo por el parque.
Cuando regresó, Christopher estaba ya sentado en la primera fila y había colocado cada uno de sus zapatos sobre las dos sillas que tenía al lado para reservarlas.
Christopher estaba tenso, pero sobre todo muy orgulloso, y se dio la vuelta para contar el número de personas que asistían a la ceremonia.
¿Fue algo sin importancia lo que atrajo su atención o fue quizás ese eterno instinto lo que hizo que se volviese de nuevo? Desde el fondo de la multitud, sentada en la última fila, una mujer miraba fijamente a Lisa, que avanzaba hacia el micrófono.
Ni las gafas de sol que llevaba puestas ni la ligera capa con la que se cubría, ni tampoco las señales que el tiempo había dejado en su rostro le impidieron reconocer a Dulce.
Anahi pellizcó a Christopher en la rodilla.
-Si quieres ver cómo tu hija recibe el diploma, date la vuelta. Parece como si hubieses visto a un fantasma.
Durante todo el tiempo en que Lisa estuvo saludando a sus profesores, la mano izquierda de Christopher, húmeda, temblaba. Anahi la cogió entre las suyas y la apretó con fuerza. Cuando Lisa dio solemnemente las gracias a sus padres por su amor y su paciencia.
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La mirada de una mujer
FanficLa mirada de una mujer Christopher y Dulce son amigos desde la infancia, y aunque su relación es muy estrecha ella se ha mantenido siempre un poco distante. La muerte de los padres de Dulce en un accidente de coche es al causa principal que la lleva...