Amor de dos mundos (Poseidón x Hinata male) (Yaoi) (Omegaverse) EN EDICIÓN

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-Entonces, son Hestia, Hades, Hera, Demeter y  Zeus- Hinata estaba sentado sobre sus rodillas escribiendo en un cuaderno.

A su lado, sentado con los ojos en el suelo como siempre, se encontraba Poseidón; ya habían pasado un par de días en los que esos encuentros se llevaban a cabo y con  ello el cuaderno del Hyuga comenzaba a almacenar relatos que la Deidad le contaba.

- Te falta uno- dijo señalando las notas del niño de ojos perlados. 

El joven lo miro sin entender. 

-¿Tiene otro hermano?- inflo una mejilla al ver que tendría que borrar o tachar sus notas.

Pero justo cuando antes de hacerlo, el Dios sujeto con suavidad su mano que sujetaba el lapicero. 

- No debes ponerlo con los que estamos vivos- dijo soltando la mano del Omega.

Hinata miro con tristeza a la Deidad, pero antes de que pudiera decir alguna palabra como "Lo lamento" o " Lo siento" el rubio coloco su dedo en los labios del Hyuga.

-Su muerte era un bien necesario- dijo sin más, giro su rostro para ver al joven, pero aun manteniendo sus ojos con la mirada abajo.- Fui yo quien lo mato-

Los ojos del Hyuga se abrieron ante la sorpresa, incluso sin tener contacto visual en ese momento, el cuerpo del joven tembló al escuchar la seriedad en su voz; no dijo nada, ni siquiera cuando sintió el dedo del Dios deslizarse lejos de sus labios.

Hubo un silencio de unos cuantos segundos, hasta que Hinata fue quien se atrevió a romperlo. 

-Dices que era un bien necesario- dijo bajito sin apartar la mirada en su cuaderno, pero no pudo decir nada más, era como si las palabras se hubieran quedado atoradas en su garganta.

- ¿Me tienes miedo?- fue lo que pregunto aquella Deidad.

Hinata lo miro rápidamente, sorprendido aquella pregunta.

- No- fue su respuesta segura.

Cualquier persona tendría miedo, pero Hinata por alguna razón que a su corta edad no entendía, no sentía temor ante el Rey de los mares. 

El joven de ojos perlados cerro su cuaderno y se levanto.

-Tengo que irme- fue lo que dijo, y cuando iba a comenzar a caminar la voz de Poseidón lo hizo detenerse.

- ¿Vendrás mañana?- fueron sus palabras mientras se levantaba y sujetaba su tridente.

El Hyuga sonrió. 

-Por supuesto que voy a venir, pero tal vez llegue un poco tarde, me darán fecha para presentar mi examen de graduación de la Academia- 

Y de esta forma ese encuentro llego a su fin, por lo que el joven Omega se dirigió a el Clan, procuraba siempre pasar desapercibido para evitar preguntas respecto a donde iba o que era lo que hacia, pero una vez entro, miro asustado como Neji lo observaba con un rostro lleno de seriedad que lo hizo temblar; por inercia se quedo quieto, pero al ver que su primo no tenia intenciones de decirle algo, logro hacer que sus piernas se movieran y así irse a la seguridad de su habitación, aunque en realidad ni siquiera ahí se sentía seguro. Repitió su rutina de tomar un baño y ponerse ropa más cómoda para luego sentarse en su cama con su libro de notas, por el momento no tenia un orden especifico, tan solo eran palabras y alguna oraciones, pues Hinata prefería eso para luego reescribirlo con mayor detalle, sonriendo cada que terminaba alguna historia; a pesar de que no habían sido muchos encuentros, el Omega recordaba todo con cariño y emoción al sentir que estaba aprendiendo de algo que estaba seguro, pocos conocían. Sus ojos releyeron los nombres de los hermanos de la Deidad llegando al nombre de "Adamas" suspirando al recordar lo que le había contado,  pero estaba seguro de que en algún momento Poseidón le contaría bien esa historia.

La noche cayo y el Hyuga cansado durmió hasta el día siguiente, siendo despertado por una de las sirvientas; y de nueva cuenta evito encontrarse con alguno de sus familiares, para así dirigirse tranquilo a la Academia, desde que los resultados sobre las castas fueron revelados la escuela se había vuelto un lugar en donde los Alfas buscaban relacionarse con los Omegas; los profesores al ser niños de doce años o menores lo pasaban por alto, pero Hinata pensó que se salvaría de aquellos hostigamientos pues al llegar a la Academia y dirigirse al salón nadie volteo a verlo; ni siquiera cuando llego a su salón, pues todos los Omegas tanto hombres como mujeres se encontraban hostigando a Sasuke Uchiha quien mantenía lo ojos cerrados pues para el eran una molestia; agradeció pasar desapercibido y fue a sentarse a su mismo lugar, que eran unas filas más atrás de donde el poseedor del Sharingan se sentaba, sonrió al ver como Naruto Uzumaki buscaba llamar la atención de Sakura Haruno que era una hermosa Beta de cabellos rosados, pero esta se encontraba entre el grupo de los admiradores de Sasuke. Al parecer su profesor se había retrasado, así que la mente del Hyuga le hizo recordar a el Alfa de cabellos rubios y ojos azules y olor a "mar", tan perdido estaba en sus recuerdos que ni siquiera noto cuando alguien se sentó a su lado; hasta que sintió unas miradas de odio y sorpresa en su persona, haciendo que regresara al mundo real, siendo lo primero que viera al grupo de fans de Sasuke mirándolo con odio, aunque en realidad tenia todas las miradas del salón puestas en él; por inercia, miro hacia el otro lado, mirando con sorpresa a el mismo Sasuke Uchiha sentado a su lado con su mis a expresión seria; lo miro de reojo con sus profundos ojos negros haciendo que el de ojos perlados se encogiera en su sitio.

-Eres el único Omega que no es una molestia- fue lo único que dijo.

Nadie más pudo decir o hacer algo pues el profesor llego y con ello las noticias de la fecha de su examen de graduación y lo que tendrían que hacer; Hinata suspiro al ver que se trataba de la técnica de clones, no le costaba mucho trabajo, pero quería practicar todavía más.

/Podría entrenar junto a...\

Se sonrojo y a la vez sonrió por pensar en el Dios de los mares.

-¿Por qué sonríes?- le pregunto Sasuke mirando el pizarron como si intentara mostrar desinterés al tema. 

Pero no lo logro, realmente le sorprendía y a la vez incomodaba a Hinata , pues era bien  sabido que aquel joven no hablaba para nada salvo para participar en clase.

- Es solo que recordé algo- fue su respuesta que salio en un tono sumamente bajo.

Mantuvo su vista en su libreta, sin percatarse de las miradas que el Alfa le dedicaba de vez en cuando.