Hinata lloraba mientras su frente tocaba el piso de madera y sus lagrimas recorrían su rostro infantil.
- Por favor, basta - repetía entre sollozos. - Ya no lo lastimes - levanto su carita, para mirar a su padre.
Ko trato de ponerse de pie pero Hiashi lo sujeto de los cabellos y lo levanto con fuerza. Haciendo que el Omega mayor sujetaba el brazo del Alfa tratando de que el dolor disminuyera y lo soltara.
- Hinata, este es el destino de los Omegas - dijo con severidad mientras le mostraba al menor el rostro maltratado de Ko.
Hinata miro a su cuidador, quién trataba de fingir que no estaba sufriendo dolor.
- Podemos darles ciertos privilegios, como el dejarles convertirse en shinobis - dijo Hiashi mientras soltaba los cabellos castaños de Ko. - Pero no por eso, dejáramos que se les olvide su posición -.
Caminó hasta su asustado hijo quien comenzó a temblar cuando lo tuvo enfrente.
- Te casaras con Neji en cuanto llegues a tu primer celo, si tienes suerte, eso ocurría antes de los exámenes Chunin, así no podrás participar y evitarás tu inminente muerte -
Y tras estas últimas palabras, se dirigió a la entrada del salón.
- Se término la sesión - dijo para después salir.
Los demás alfas se levantaron y salieron de igual manera; sin detenerse a mirar a los Omegas. Hinata no había dejado de llorar, mientras se arrastraba hacía Ko; quien sentía un inmenso dolor en el cuerpo, mezclado con el sentimiento de humillación.
- Ko - lo llamo una vez que estuvo junto a él.
Sujeto su lastimada mano entre las suyas.
- Joven, Hinata - le respondió el omega, tratando de fingir que se encontraba bien.
Él menor negó con la cabeza.
-Todo esto es mi culpa- dijo mientras comenzaba a sollozar.
Ko con dificultad logro arrodillarse enfrente del pequeño; sacando un pañuelo de entre sus ropas y le limpio las lagrimas.
- Ay Hinata, nada de esto es tu culpa - le dijo mientras lo pegaba a su pecho en un abrazo. - Esto, es más grande que tú y yo, de hecho, es más grande que todas las aldeas juntas - le acariciaba los cabellos.
Estuvieron unos minutos en silencio; hasta que Ko lo separo y lo sujeto de los hombros con cuidado, haciendo que lo mirara.
- Pero, puedes cambiar eso Hinata- le dijo en un tono de voz muy bajo. - Estoy seguro de que Neji no es tu destino, tal vez, algo sensacional te ocurra, algo que te salve de todo esto -. y de nuevo lo pego en un abrazo.
Hinata no comprendía exactamente a lo que se refería; aunque no dijo nada, pues había sido un día muy difícil y repleto de distintas emociones.
Se levantaron. Ko sujeto la mano del pequeño Omega y salieron del salón; claro que el mayor cojeaba debido al dolor.
La tarde ya comenzaba a adornar el cielo, tornándolo de bonitos colores cálidos. Por desgracia no había tiempo para admirar el cielo; así que se dirigieron a la habitación del menor, para que ahí estuviera lo que quedara de la tarde y noche. Él joven omega miraba como los Alfas los observaban.
Llegaron a la habitación del menor; Ko le acaricio una de las mejillas.
- Debe permanecer aquí - le dijo mientras le arreglaba el fleco. - Vendré en la noche a traerle comida -.
Hinata asintió sin entender muy bien el motivo. Cuando su puerta fue cerrada, soltó un suspiro que demostraba que estaba cansado. Así que se dirigió al baño y comenzar a quitarse la ropa; aunque de nuevo tuvo esa sensación de que alguien lo estaba observando. Así que cuando estuvo completamente desnudo trato de taparse lo más que pudo con las manos, hasta que se metió bajo el agua caliente. Como por arte de magia su cuerpo se relajo, haciendo que olvidara por ese momento todo lo que había ocurrido.
Frotaba su cuerpo con la pequeña esponja llena de jabón; quitando el olor a sudor y la suciedad. Cuando llego al cuello, noto el collar que la Deidad le había regalado. La tomo entre sus manos y sonrió al recordar al Alfa rubio; recordando las palabras que Ko le había dicho de manera confidencial hace unos momentos.
"-Tal vez, algo sensacional te ocurra -"
Delineo con su dedo las lineas de la concha.
-Algo sensacional - susurró.
Pero de inmediato negó con la cabeza.
- Necesito dormir, estoy pensando en cosas sin sentido - se dijo a si mismo.
Y con ello salio del baño y comenzó a cambiarse. Una vez que se puso una ropa más cómoda; se recostó en su cama, comenzando a cerrar los ojos lentamente siendo victima del cansancio y quedándose dormido.
Despertó hasta ya muy tarde; cuando el cielo estaba en oscuridad siendo alumbrado por las estrellas.
Se le hizo raro que Ko no fuera a despertarlo; su estomago comenzó a rugir suplicándole al Omega un poco de alimento. Por lo que se levanto de la cama y salio de la seguridad de su habitación. Comenzó a caminar por los solitarios pasillos, notando que ya todos se debían encontrar durmiendo.
Así que continuo su camino a la cocina. Pero se detuvo al oír una especie de quejido proveniente de una habitación. Temiendo que se trataba de algún enemigo en busca del Byakugan, se dirigió hasta donde los quejidos le guiaban; dándose cuenta que provenían de la habitación de Ko.
Sintiendo el valor recorrer por su pequeño cuerpo; acelero el paso, pues en él nacía el sentimiento de protección a alguien que amaba.
Pero se detuvo antes de abrir la puerta; pues aquellos sonidos eran algo desconocido para el pequeño de ojos perlados. Por lo que con sigilo se acerco a una pequeña abertura de la puerta entreabierta.
Tardo un poco en distinguir las figuras alumbradas por la luz de una pequeña vela. Lo que vio lo dejo con la sensación de nauseas y un nudo en la garganta.
- Basta - lloraba Ko mientras sus manos se encontraban en el pecho de Hiashi tratando de alejarlo. - Señor, por favor -.
Hiashi a diferencia del Omega, se encontraba completamente vestido únicamente había abierto su pantalón para sacar su miembro. Sus manos aferraban los muslos de Ko mientras lo embestía con fuerza.
El cuerpo del Omega se movía con algo de violencia debido a los bruscos movimientos del Alfa; mientras sus lagrimas descendían por sus mejillas y se perdían en el suelo de madera.
-Fuiste muy impertinente Ko- le dijo el mayor mientras lo sujetaba de la cara con fuerza haciendo que soltara otro chillido.
Hinata se tapo la boca con sus manitas y las lagrimas de nuevo salían por sus ojos.
- Me duele - lloro con más fuerza; tratando de nuevo de alejarlo.
Pero sus manos fueron sujetadas arriba de su cabeza por una de las manos del Alfa. Quien aumento la fuerza de sus embestidas; mientras dejaba mordidas dolorosas por el pecho y cuello del Omega quien se retorcía y suplicaba piedad.
- Eres un Omega, que no se te olvide tu lugar - fue lo que le dijo antes de besarle en sus labios maltratados.
El pequeño de se alejo y comenzó a correr de nuevo a su habitación. Pero cuando iba a llegar, le sujetaron del brazo y estamparon su cuerpo contra una pared.
Soltó un quejido. Cuando abrió de nuevo sus ojos llorosos, se encontró con la mirada burlona de Neji.
-Ese es tu destino Hinata - le beso en la mejilla. - Un Omega, solo sirve para eso -.
Y con eso, lo soltó, permitiendo que el pequeño pudiera correr a su cuarto y cubrirse con las cobijas; mientras volvía a temblar y sollozar.
- Poseidón, sálvame- susurro entre el llanto mientras apretaba su collar.
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Amor de dos mundos (Poseidón x Hinata male) (Yaoi) (Omegaverse) EN EDICIÓN
FanfictionUn Dios que odiaba a la humanidad, hasta que en aquel terrible momento, unos ojos perlados lo hicieron cambiar de opinión.... Advertencias!!! Esta historia sera Omegaverse y Yaoi (chico x chico) solamente Hinata sera cambiada de sexo; las castas de...