Amor de dos mundos (Poseidón x Hinata male) (Yaoi) (Omegaverse) EN EDICIÓN

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-Esta vez se parecen más a ti - dijo Poseidón con su mismo tono serio. 

Hinata se encontraba jadeando, miro a los dos clones que había hecho, la verdad siempre los jutsus e costaron trabajo, a pesar de que para el puño suave debía tener un equilibrio del chakra; desde que se entero de lo que seria el examen, él decidió entrenar junto a la Deidad quien miraba como el joven se esforzaba; al principio los clones no se parecían a el Hyuga, pero tampoco era como que estuvieran tan mal, pero a estas alturas por fin Hinata había logrado crear dos copias prácticamente idénticas.

El Hyuga sonrió se sentía orgulloso por haberlo logrado incluso lo celebro con un ligero brinco que a la Deidad le robo una muy pequeña sonrisa. 

- Solo un poco más y podre pasar mi prueba- dijo mientras se sentaba a su lado para descansar un poco.

- Supongo que te hace ilusión el pasar tu prueba - dijo el Dios.

Hinata no respondió y eso hizo que volteara como si lo viera, pero como siempre sus ojos miraban hacia abajo.

- Supongo que debería darme ilusión ¿verdad?- dijo bajito . - La verdad, nunca me gusto luchar, y pues al volverme ninja, supongo que es lo único que la batalla es inevitable- agacho los ojos y froto sus manos.

El de ojos perlados no dijo nada, se notaba que sus ánimos habían decaído únicamente por esa pregunta; hasta que aquel silencio el Dios lo interrumpió con un suspiro y después Hinata sintió una mano en su cabeza. 

- Los Dioses, no cumplen las mismas funciones- fue lo que dijo, pero Hinata no entendió, haciendo que la Deidad suspirara, no era bueno con los niños.- Todos los Dioses, tenemos un papel fundamental, que solo nosotros podemos cumplir- la verdad sentía que estaba siendo muy filosófico para un niño- Lo que quiero decir, es que tu eres bueno en algo, y eso es lo que te hace único pero si para lo que eres bueno, o lo que te gusta, no esta vinculado con lo que se supone que debes hacer, simplemente déjalo- 

Palabras sencillas viniendo de un adulto, Alfa y un Dios; pero aun así Hinata le sonrió era extraño, las palabras  de ese hombre lograba calmarlo y que recuperara la confianza.

La Deidad aparto la mano de la cabeza del menor y giro la cabeza como si hubiera visto algo más interesante; así que Hinata se levanto dispuesto a seguir practicando mientras que Poseidón tan solo se limitaba a observar, admirando sus rasgos que hacia cada que sus clones tenían menos imperfecciones. Y así continuaron hasta que llego la hora de Hinata de irse, esta vez no hubo historias y eso angustio un poco al de ojos perlados, pero la Deidad parecía no sentirse molesto, pero aun así Hinata iba a disculparse, pero cuando iba a hacerlo el rubio le indico con la mano que se acercara; el niño obedeció mirándolo con curiosidad.

-Cierra los ojos- fue lo que dijo el Dios.

El Hyuga los cerro, sintiendo como colocaban algo alrededor de su cuello, al simple tacto pudo distinguirlo como una especie de listón con el que se forman collares; pudo usar el Byakugan, pero no quiso arruinar ese momento ademas de que las venas alrededor de sus ojos lo delatarían.

-Ábrelos-

Cuando los abrió y observo el regalo,  no pudo evitar soltar un sonido de sorpresa; pues tenia razón, un listón de color negro  formaba un collar, en donde de dije tenia una hermosa concha marina pequeña de un color azul claro.

-Es hermosa- fue lo que dijo el Hyuga con sinceridad, admirando el hermoso regalo.

-Los humanos hacen ese patético ritual para desear suerte- dijo la Deidad.

Quien intento sonar grosero, pero no funciono con el de ojos perlados.

-Gracias-de sus hermosos ojos perlas, salieron un par de lagrimas de alegría y sacando atrevimiento desde el fondo de su ser; se atrevió a abrazar al Dios de los mares. 

Este no correspondió al abrazo pero Hinata tampoco esperaba que lo hiciera; lo soltó y se despidió de nuevo, diciéndole que tal vez mañana llegaría un poco más tarde y con unas ultimas palabras de Poseidón en donde le dijo que aquel collar podía usarlo en cualquier momento incluso dormir con el, pues este no se rompería ni lo lastimaría, y así cada uno siguió su camino abandonando su lugar especial. Pero en todo el camino una sonrisa estuvo adornando el rostro del Hyuga que incluso no le tomo importancia a las miradas de odio de los de su clan, ni a los murmullos que criticaban su persona, simplemente saludo a su hermanita y se encerró en su habitación, incluso no le presto atención a la sensación de sentirse observado y así se durmió dispuesto a dar todo el día de mañana.

(...)

Se despertó sintiéndose sorprendido de que en efecto el collar no parecía rayado o quebrado , pero prefirió dejar ese asunto para después, ahora lo importante era pasar esa prueba así que sintiéndose motivado, cosa bastante rara en él se dio un baño, se coloco su típica ropa y desayuno algo ligero; emprendiendo así el camino hacia la Academia, mientras caminaba sentía como los nervios tan típicos en esas pruebas lo comenzaban a inundar, pero negó con la cabeza y respiro hondo buscando calmarse, iba tan perdido en sus pensamientos que no noto que una persona comenzaba a caminar a su lado, hasta que esta hablo.

-¿No vas a saludar Hyuga?- Hinata casi suelta un grito al escuchar la voz de Sasuke.

-Lo siento Sasuke, no me di cuenta que estabas a mi lado- fue lo que susurro el de ojos perlados.

Por supuesto que eso le dio en el orgullo al Uchiha, pues siempre le molestaba que las personas lo acosaran y este chico lo ignoraba; nadie debía ignorarlo y mucho menos un Omega.

- Has estado muy distraído- fue lo que dijo el de cabellos negros para ocultar su enojo al sentirse ignorado. 

El Hyuga se sonrojo ligeramente.

- Han pasado muchas cosas- fue la contestación de Hinata que no dejo satisfecho a Sasuke.

- Entonces, admites que algo te ocurre- 

Para Hinata toda esa atención por parte del Uchiha le resultaba incomodo, siempre se habían ignorado y ahora quería entablar conversación como si fueran amigos de siempre.

-Es algo personal- intento no sonar grosero.

Pero por supuesto que eso fue un insulto para el Uchiha pues cualquier persona estuviera llorando de alegría si pusiera su atención en ellos, y ahora que le daba ese privilegio al de ojos perlados, este simplemente lo despreciaba; pero había algo que el pobre Hyuga no estaba presintiendo y era que el orgulloso Alfa Sasuke Uchiha, estaba comenzando a sentir curiosidad por él, una curiosidad cada vez más enfermiza.