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Era su turno de pasar a realizar la prueba; veía como todos los que entraban salían con sonrisas y sus bandas con el símbolo de Konoha demostrando que ya estaban graduados como ninjas; hasta ahora no había ninguno que no aprobara y eso motivaba al omega de ojos perlados; pero los nervios regresaron cuando le dijeron que era su turno, así que tomo aire; pero antes de entrar sacó de entre sus ropas el collar que la Deidad le había regalado,  y lo apretó ligeramente, tratando de calmar sus nervios pero cuando lo acerco a su rostro, percibió el aroma a "mar" tan característico y único del Dios y eso logro calmarlo; aunque por desgracia no se dio cuenta de que todos sus actos fueron observados por Sasuke quien ignoraba todos los intentos de su grupo de fans porque los viera y notara pero todo era inútil. 

Así que sintiéndose seguro y entrando en el salón donde el examen se realizaba; todos los ojos se posaron en él algunos con curiosidad, otros con desagrado pero la mirada que logro calmarlo era la de su profesor Iruka, quien también era un joven Omega dedicado a la enseñanza de los jóvenes ninjas y futuras kunoichis, quien con amabilidad le indico a su alumno que hiciera el jutsu, haciendo que Hinata suspirara hondo, mientras cerraba los ojos y colocara sus manos en la posición para realizar la técnica para después pronunciar en alto el jutsu que iba a realizar, siendo envuelto en humo. Una vez que el humo se disipo Hinata abrió los ojos, viendo con felicidad como había logrado crear dos copias perfectas, no pudo evitar mostrar una hermosa sonrisa que sonrojo a un par de profesores y así tras desaparecer a sus clones y sin ninguna queja, Iruka tuvo el honor de entregarle su banda ninja diciéndole con orgullo que había logrado graduarse; hizo una reverencia y salio del salón. Por supuesto que el de cabellos negros lo miro, sintiendo curiosidad por saber a donde iba con tanta prisa; pero por desgracia para él, fue su turno de pasar.

Hinata corría por la aldea, sin poder evitar sonreír y sentir su corazón latir con fuerza cada que se acercaba más a ese punto en donde la deidad lo esperaba; Hinata se detuvo únicamente cuando  estuvo lo suficientemente cerca para oír la canción que silbaba Poseidón y así dar una oportunidad a su corazón para calmarse.

Una vez que su respiración se volvió normal continuo caminando, escuchando más cercanos los silbidos de la Deidad; los cuales le daban un toque calmado pero misterioso al lugar, incluso podría decirse que mágico. 

Una vez cerca, no quiso interrumpir la música que salia de sus labios, por lo que se sentó en silencio a su lado, abrazando sus rodillas y así poder admirarlo, mientras se dejaba hipnotizar por el sonido de la melodía. 

Poseidón detuvo sus silbidos y miro al niño de ojos perlados con ese rostro serio típico de él.

- Tardaste - fue lo único que dijo el Alfa de cabellos rubios.

Pero Hinata sonrió y con entusiasmo le mostró su nueva banda shinobi.

- Logré graduarme- dijo feliz haciendo una expresión de alegría, con sus mejillas sonrojadas.

Su rostro infantil mostraba una inocencia que Poseidón en todos sus milenios de vida. A decir verdad Hinata no esperaba una palabra o alguna acción por parte de la Deidad, pero una vez más el rubio sorprendió al de ojos perlas.

-Buen trabajo- fue lo que dijo mientras colocaba su mano en los cabellos oscuros del niño y lo despeinaba.

Fue tal la sorpresa que experimento Hinata que incluso su boca se abrió ligeramente ante esa acción. Puede que para muchos un simple toque en la cabeza no fuera para tanto, o esas palabras que salieron con un tono gélido o anodino. Pero para alguien como Hinata que era un chico que nunca recibió palabras de felicitaciones, en donde las únicas palabras que su padre le decía eran sobre que era un fracaso, donde le decía que jamás llegaría a lograr algo en la vida, pero ahí estaba ese hombre que le demostró un poco de ternura en su vida color gris.

Amor de dos mundos (Poseidón x Hinata male) (Yaoi) (Omegaverse) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora