Al llegar al clan ignoro por completo como todos lo veían con desagrado y decepción, se dirigió a su habitación; entro al baño y comenzó a quitarse la ropa mojada, recordando en el proceso aquel hombre que lo había salvado, sonrojándose al recordar ese hermoso rostro y ese cuerpo tan estético. Agarro una toalla con la que seco su cuerpo y cabello; iba a caminar a su armario desnudo, pero se sintió observado, cosa que lo hizo encogerse de miedo, así que prefirió cubrirse con la toalla, pero esa sensación no se fue incluso cuando se coloco ropa cómoda y seca; se recostó en su cama y se cubrió hasta la cabeza, no planeaba salir hasta mañana, así que empezó a cerrar los ojos teniendo como ultimo pensamiento esos ojos azules y sobre todo recordando el nombre de ese hombre misterioso; hasta que se quedo profundamente dormido.
Fue despertado al día siguiente por una muchacha omega que pertenecía a la servidumbre, mientras con su voz tímida le indicaba a Hinata que se requería su presencia para una reunión. El joven suspiro cansado, presentía de que iba esa supuesta reunión, así que se cambio la ropa de dormir por su típica ropa de entrenamiento; fue guiada por la joven hasta el salón en donde las reuniones se llevaban a cabo. Conocía el protocolo, una vez dentro con la cabeza abajo avanzo hasta que quedo enfrente de su padre y del consejo, y se coloco de rodillas.
Un Omega siempre es educado...
Un Omega siempre baja la mirada...
Conocía todo eso y ahora, debía llevarlo a cabo aunque no es como que no estuviera acostumbrado a comportase de esa manera. Las miradas estaban sobre él, unas cargadas de desprecio, otras de odio y muy pocas con tristeza; su hermanita no estaba ahí y lo agradecía, pero no se salvo de la presencia de Neji.
—¿Entiendes tu situación verdad?— el primero en hablar fue su padre.
Hinata tan solo asintió, estaba asimilando su destino, pues estaba seguro de que esto no acabara bien de ninguna manera.
—Hemos sido benevolentes contigo, y no te pondremos el sello del pájaro enjaulado.
Esas palabras lo calmaron solo un poco, pues le estaba quedando un poco de libertad.
— Pero, por obvias razones que seas heredero del clan siendo un omega— esta vez fue turno del que era su abuelo —. Seria una deshonra.
Por supuesto que eso dolió, pero Hinata solo miro el piso.
—Así que se ha decidido que el liderazgo del clan quedara en manos de tu Hanabi, esperando que ella si sea un alfa.
El de ojos perlados ya veía venir eso, pero aun así dolió; pero no espero lo que le dirían.
—Y para ti, lo mejor es comprometerte con un alfa respetable del clan.
Fue ahí cuando por primera vez Hinata levanto la cara para observarlos directamente.
— Hinata, agacha la cabeza— ordeno su padre con firmeza y claro enojo.
—Lo siento padre, pero— y justo cuando iba a decir algo para defenderse; un golpe en la madera del suelo lo hicieron callar de nuevo.
— Parece ser, que olvidaste tu actual lugar aquí, no se te ha concedido el permiso de hablar, mucho menos de cuestionar nuestras decisiones— hablo con firmeza su abuelo.
Hinata solamente agacho la cabeza de nuevo, sintiéndose humillado; y de nueva cuenta soportando las ganas de llorar.
— Estas a unas semanas de graduarte de la Academia, tu compromiso será anunciado en ese momento, a pesar de que el Hokage no debe meterse en los asuntos del clan, por respeto debe estar al tanto.
Hinata espero a que le dijeran el nombre de su futuro prometido, pero simplemente le ordenaron que se retirara pues debían iniciar el entrenamiento con Hanabi. Hinata con una reverencia salió de aquel salón de reuniones, la verdad agradecía que por ese momento los duros entrenamientos hubieran terminado, pues ya ni siquiera seria llamado para luchar contra su hermana.
Pero no dejaba de sentirse mal por como lo desechaban en su propio clan; aunque ya tenia otros planes para ese día, así que con sigilo se puso las sandalias típicas de los ninjas y salió de la seguridad del clan.
Se dirigió a la biblioteca que la aldea tenia, por desgracia o fortuna, siempre se encontraba casi vacía, a el le gustaba pasar desapercibido siempre, entonces le gustaba que no hubiera mucha gente así podría buscar tranquilo. Pero al ver las grandes estanterías repletas de libros acomodados perfectamente por orden alfabético, y a parte los cuartos repletos de pergaminos, hicieron que el pobre chico de ojos perlados se confundiera sobre por donde comenzar a buscar, tras unos minutos de meditarlo y admirar la gran cantidad de libros, decidió iniciar por la letra "P" debido al nombre de aquel hombre; pero no encontró nada útil, suspiro cansado ya que tuvo que subir las escaleras para alcanzar los libros que se encontraban más arriba, además de que algunos pesaban más de lo que imagino; pero no se rindió, recordó con la mayor exactitud las pocas palabras que intercambio con el rubio.
—Fuiste tú quien me pidió ayuda.
—¿Dios?
Entonces Hinata abrió los ojos desmesuradamente al entenderlo, con paso apresurado se dirigió a la sección de la letra "D", activo sus ojos para poder leer mejor los títulos de los libros de más arriba, hasta que por fin encontró algo que le ayudaría.
-Dioses- susurro leyendo el titulo.
Al parecer por fin encontraría algo de información, el problema era que se encontraba e lo más alto de aquella estantería, ya había sufrido mucho al tratar de alcanzar los libros de la sección de la letra "P". Fue por la escalera que se supone que facilitaría esa tarea, pero Hinata siempre fue de baja estatura, incluso entre las niñas de su clase, era unos centímetros más bajo, tuvo que estirarse para alcanzarlo, cuando al fin logro tenerlo en sus manos, por desgracia miro con tristeza como aquel libro era muy delgado, aun así era algo de información, por lo que con cuidado bajo de las escaleras y se dirigió a una mesa vacía, aunque realmente toda la biblioteca estaba casi vacía.
Comenzó a hojear aquel libro, que más que nada solo venia un dibujo con poca información, básicamente era solo su nombre con algunos datos relevantes, como su origen, Hinata acabo más que confundido y ahí no le explicaron mucho, al parecer en la antigüedad en diferentes zonas de las que ahora son conocidas como las villas, se adquirieron diferentes creencias, diferentes dioses, hasta que todos optaron por creer en un mismo Dios o simplemente no creer en nada; entonces recordó de una vieja leyenda que su madre solía contarle, sobre que todos los ninjas descendían de una diosa coneja, así que el pobre chico acabo confundido, pero veía todas los dibujos de como representaban a los dioses, hasta que llego a quien buscaba.
—Poseidón— susurro el nombre mientras sentía un cosquilleo en la boca del estomago.
Pero miro el dibujo, totalmente alejado a lo que había visto el día anterior; este libro no le aclaraba mucho.
—Necesito verlo— se dijo a si mismo mientras colocaba el libro en el lugar correspondiente para que después lo acomodaran.
Hinata estaba dispuesto a ir de nuevo al lago, quería verlo, necesitaba estar seguro de que lo que había visto era real y no ilusión provocada por la falta de oxigeno que sentía cuando los niños mantenían su cabeza en el agua; necesitaba volver a ver esos ojos azules que evitaban mirarlo.
—Tengo que verte.
Y con esa determinación, salió de la biblioteca y se dirigió de nuevo al lago, con la esperanza de que un segundo encuentro, se llevara a cabo.
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Amor de dos mundos (Poseidón x Hinata male) (Yaoi) (Omegaverse) EN EDICIÓN
FanficUn Dios que odiaba a la humanidad, hasta que en aquel terrible momento, unos ojos perlados lo hicieron cambiar de opinión.... Advertencias!!! Esta historia sera Omegaverse y Yaoi (chico x chico) solamente Hinata sera cambiada de sexo; las castas de...