𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐜𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐲 𝐮𝐧 𝐠𝐚𝐭𝐨 |GoнαɴхFeмαle!OC| [Drαɢoɴ Bαll]

Capítulo 1.

En aquel tranquilo sábado, Gohan y Airi habían salido a hacer las compras semanales, aprovechando que ese día no tenían que ir a la universidad.
Mientras iban rumbo a su hogar (un departamento que compartían), Ai iba tarareando una melodía al tanto que miraba su alrededor, y Gohan se limitaba a escucharla, relajado. Así hubiesen continuado su trayecto, sin inconvenientes, pero hubo algo en específico que captó toda la atención de la chica.

—Mira, Gohan —el susodicho volteó a hacia donde su pareja veía, encontrándose con un gato blanco con algunas partes grises, el cual maullaba adolorido mientras alzaba una de sus patas delanteras.

—Creo que está lastimado.

—Oww, pobrecito —exclamó la chica y, sin dudarlo, dejó las bolsas de la compra en el piso para echarse a caminar rumbo al gato, cuidando sus pasos para no ahuyentarlo. Cuando vio que el cuadrúpedo no se mostraba receloso ante su presencia, lo tomó con cuidado y comenzó a acariciarlo—. ¿Y si nos lo llevamos?

—Eh..., pero, ¿y si tiene dueño? —Preguntó el Son con una sutil mueca en su rostro, claramente inseguro.

—No tiene collar. Además, si tuviese un amo, no creo que el gatito le importe lo suficiente.

—Em, pero no sé si nos dejen tener mascotas en el apartamento —y no mentía: no lo sabía ya que no estaba en sus planes tener una mascota...; no por lo mientras, por supuesto.

—Una de las vecinas tiene un loro —alegó—. ¿Por qué das excusas, Gohan? ¿No te agradan los gatos?

—N-no es eso, es que no podemos meter en problemas y... —cuando notó la mirada inquisitiva de su novia sobre él, suspiró pesadamente, rindiéndose—. Bien, hay que llevarlo, pero vamos a preguntar primero a la encargada.

—¡Gracias! —Agradeció de inmediato Airi, arrimándose a él y depositándole un casto beso en la mejilla, consiguiendo sonrojar al azabache.

Efectivamente, ambos llevaban un considerable tiempo siendo pareja (no por nada vivían juntos), pero la chica no era la novia más cariñosa del mundo, mucho menos en público, por ello el Son había tenido dicha reacción.
Con el humor más elevado, Gohan recogió las bolsas sobrantes del piso, sabiendo de antemano que Airi ya no podría con ellas al tener el gato en brazos. Al estar listos, retomaron la caminata hacia su hogar, pareciendo volver todo a la normalidad.
El universitario centró su vista en la fémina, notando cómo ella iba mimando al nuevo miembro, y sonrió al pensar en lo tierna que se veía.

Tener un gato de mascota no podía ser tan malo, ¿verdad?

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Gohan.

"Tener una mascota es fácil", decían, "vas a pasar aventuras inolvidables a su lado", decían...

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Airi.

Podemos empezar con Manchas para formar nuestra familia, Gohan.

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Manchas.

¡Miau!

-Lindassj1