𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐜𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐲 𝐮𝐧 𝐠𝐚𝐭𝐨 |GoнαɴхFeмαle!OC| [Drαɢoɴ Bαll]

Capítulo 7.

Después de un par de horas, Airi iba de regreso hacia el departamento, ya con los ingredientes de la cena en sus correspondientes bolsas. Su malhumor había descendido considerablemente, pero la preocupación... no del todo; no sabía lo que encontraría tras llegar a su hogar. Lo que más le estresaba era tener presente que Gohan y Manchas parecían estar en una interminable guerra, ¡y más porque el Son se dejaba llevar por sus impulsos! Se suponía que él era lo suficientemente inteligente y maduro como para ponerse celoso de un gato, pero su comportamiento de los últimos días dejaba mucho qué pensar.

Por supuesto, al inicio había sido medianamente divertido verlo celoso, pero después de un tiempo...

Cuando ya estuvo frente a su hogar, bajó las compras y buscó las llaves en los bolsillos de su pantalón. Tras encontralas, abrió lentamente la puerta —como no queriendo llamar la atención—, se agachó para tomar las bolsas y se adentró.
Desde el inicio se le hizo sospechoso al percibir que todo estaba en completo silencio (generalmente era así cuando Gohan estaba a solas, pero dada la ocasión... era extraño), por lo que caminó cautelosa hacia la isla de la cocina para dejar la comida allí, pero grande fue su impresión al notar que en el sofá de la sala se hallaba su novio durmiendo tranquilamente; dicho panorama no habría sido inusual si no fuese por un particular detalle: Manchas estaba encima de él, acurrucado cómodamente en su abdomen. Ambos parecían pacíficos, como si nunca se hubiesen peleado.

¿De qué se había perdido en ese par de horas?

Inspeccionó más detalladamente el lugar y se percató que todo estaba en orden (a excepción de la ausencia de la lámpara). Airi no pudo evitar sonreír con ternura, olvidándose de su enojo instantáneamente; aunque ella así lo quisiera, no podía estar mucho tiempo molesta con Gohan, más porque este siempre buscaba la manera de redimirse.
Antes de irse a la cocina, sacó el celular del pantalón y enfocó a su novio y Manchas, dispuesta a tomarles unas cuantas fotos de recuerdo —no sabía si aquella escena se volvería a repetir en el futuro, así que debía aprovechar la ocasión—. Tras acabar, eligió la que más bonita se veía y la puso de fondo de pantalla, todo con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Con su improvisada tarea lista, se alejó silenciosamente hacia la cocina para continuar con sus deberes.

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Gohan, al tener un mejor rango de sonido que el promedio —gracias a sus genes saiyajin, por supuesto—, no tardó demasiado en despertarse al notar pequeños ruidos en el departamento. Su primera intención fue buscar a su novia a través del ki, pero aquello quedó olvidado cuando sintió un peso extra en su abdomen, lo que hizo que dirigiese su vista ahí; grande fue su sorpresa al percatarse de que se trataba de Manchas. Su impresión se transformó en alegría ya que finalmente parecía que el gato lo estaba aceptando (porque ese gesto significaba aquello, ¿no?), pero dicho sentimiento pasó a lamento porque tenía que bajarlo para poder levantarse.
Después de unos intensos momentos de debate interno, tomó al felino con suma delicadeza y lo recostó en el sofá; Manchas, por suerte, no mostró signos de desagrado ante los movimientos. Eso lo hizo celebrar en silencio.

La sensación de regocijo que lo invadió por unos instantes desapareció al recordar que aún tenía un problema que resolver.

—¿Airi? —La llamó tras comprobar que ella ya se encontraba en el departamento, algo tenso al no saber la reacción de la mencionada.

—¿Qué pasa? —Cuestionó la chica mientras hacía acto de presencia, con expresión serena.

—Yo..., ¿cuándo llegaste? —Indagó con la voz correspondiente a la de un niño intentando redimir su error, no pudiendo evitar rascarse  nerviosamente la mejilla.

—Hace aproximadamente unos quince minutos, ¿por qué?

—No te sentí llegar —murmuró inquieto. Se quedaron en silencio unos segundos, segundos que le sirvieron a Gohan para poner en orden sus pensamientos—. Perdón por lo de hace rato. En verdad quise atrapar a Manchas para cambiar su venda, pero él no se dejó, así que comencé a perseguirlo y...

—Descuida, me basta con ver que ya hicieron las paces —le interrumpió Ai con una pequeña sonrisa, demostrando que su molestia ya no estaba presente, para el gran alivio del Son—. Pero que esto no vuelva a suceder, ¿de acuerdo?

—Sí, no volverá a pasar. Lo prometo —aseguró Gohan con las comisuras alzadas, visiblemente relajado. Sin más, se levantó y se acercó a su novia para abrazarla, quien gustosa correspondió—. ¿En qué te ayudo? —Inquirió en un susurro, ocultando su rostro en el hombro de ella.

—Puedes ayudarme a picar las verduras —mencionó ella mientras repartía sutiles caricias en el cabello de Gohan, deleitándose al escuchar cómo este suspiraba, dando a entender que estaba disfrutando de su gesto.

—Te amo, Ai —exclamó el Son mientras alzaba su rostro para darle un casto y cariñoso beso a la mencionada, quien simplemente soltó una pequeña risa antes de volverlo a besar debidamente.

Y así fue como Gohan y Manchas hicieron las paces, aceptando que debían aprender a llevarse bien para no enfurecer a Airi.

-Lindassj1