Capítulo 2.

1.2K 137 7
                                    

Gohan bostezó y se dio vuelta en la cama, dándose cuenta de que su novia ya no estaba a su lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Gohan bostezó y se dio vuelta en la cama, dándose cuenta de que su novia ya no estaba a su lado. Confuso, se levantó y miró la hora del reloj que tenían en la mesita de noche, percatándose de que eran las ocho y media de la mañana. Eso lo extrañó más: era domingo y Airi no era exactamente la persona más madrugadora del mundo, mucho menos en un día que se suponía que era de descanso.
Perezosamente se levantó y se dirigió al baño para hacer su rutina matutina, minutos después salió y se dirigió a la cocina, topándose allí a su chica sirviéndole de comer al nuevo inquilino (habían pedido en una tienda online comida para gato la noche anterior).

El gato, por poco y se olvidaba de su existencia. Ahora entendía todo.

—Buenos días —saludó primero ella, sonriente y bastante animada como para ser un domingo por la mañana.

—Buenos días, Ai —la llamó afectuosamente y se acercó para darle un casto beso en los labios—. ¿A que se debe el honor verte tan temprano? —Bromeó y, a cambio, recibió un pequeño golpecito en el hombro, sacándole una risa silenciosa.

—Qué gracioso —refunfuñó la chica—. Alguien tenía que alimentar a Manchas.

—¿Así se va a llamar el gato? —Indagó el chico yendo al refrigerardor y sacando leche, pensando en hacer café antes de ponerse a estudiar y cumplir con sus deberes universitarios.

—¡Yep! ¿O acaso se te ocurre algún otro nombre? —Preguntó con curiosa, pero al ver a su novio más ensimismado con la nevera, aclaró—: Por cierto, ya hice el café; está en la cafetera.

—Gracias —agradeció el chico yendo a dicho lugar para servirse—. Y no; que se quede como Manchas si ese nombre te gusta.

—Okay —habló risueña, hincándose y tomando al gato que ya había acabado de comer, comenzando a acariciarlo—. ¿Vas a empezar a hacer la tarea? —Cuestionó y él asintió, sonriendo con algo de resignación—. Bueno, mientras tanto empezaré con el almuerzo.

—De acuerdo —accedió el Son y caminó con su taza de café a la habitación donde le aguardaba su laptop y los deberes, sacudiendo cariñosamente los cabellos de su novia en el trayecto.

Parecía un ameno día.

❰ ・ ❐ ・ ❱

En el transcurso de la tarde ambos habían estado enfocados en los deberes universitarios y algunos pendientes del hogar, como los jóvenes con obligaciones que eran. Entrada la noche, la pareja culminó sus deberes, por lo que entre los dos empezaron a hacer la cena; en ese día le tocaba a Airi, mas sin embargo, Gohan quiso ayudarle para terminar más rápido.
Cuando acabaron de comer, se fueron a sentar en el sofá de la sala, Gohan con un libro y Airi entretenida con Manchas. Era su hora de tranquilidad.

—Hey, Gohan, ¿quieres cargar a Manchas? —Ofreció la fémina mientras hacía el amago de acercarle al nuevo miembro.

—Ehh, no, gracias —se negó al instante, echándose atrás y esquivando olímpicamente al felino, quien parecía verlo con un claro recelo.

—¿No te gustan los gatos? —Preguntó Airi trayendo contra sí al minino, acostándolo en su regazo de nueva cuenta. Se notaba algo decepcionada.

—No es eso, es solo que nunca he tenido una mascota —excusó rascando su cabeza, con una sonrisa un tanto nerviosa—. Además, parece que no le agrado... —murmuró lo último más para sí mismo.

—Los gatos suelen comportarse así al inicio, pero verás que te aceptará conforme te vayas acercando a él. Es solo cuestión de paciencia, tratos y amor —concluyó tranquilamente, dándole una sonrisa comprensiva a su novio. De repente, sintió cómo el gato ronroneaba y tallaba su cabeza en su estómago, como exigiendo su atención, por lo que rápidamente se concentró exclusivamente en Manchas.

—Supongo... —susurró Gohan al tanto que observaba cómo Ai le rascaba una oreja al cuadrúpedo mientras le hablaba en un tono muy cariñoso, tal y como si se dirigiera al ser más tierno del mundo. Por alguna razón, sintió una pequeña punzada en el pecho, lo que hizo que desviara la mirada hacia su libro, incómodo.

Con él no era así de cariñosa...

Con él no era así de cariñosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Lindassj1

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐜𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐲 𝐮𝐧 𝐠𝐚𝐭𝐨 |GoнαɴхFeмαle!OC| [Drαɢoɴ Bαll]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora