Ikemen Revolution en Español [Ruta Luka Clemence]

Capítulo 12

Me quede congelada mientras miraba el impecable uniforme rojo y blanco, así como a los ojos claros y distantes y a la sonrisa extrañamente amable.

(¡Pero si eres el Jack de Corazones!)

................... Flashback .........................

Edgar: Jonah, vas a asustar a la pobre chica si la agarras así.

Edgar: Nunca te he visto antes por aquí. Dime, ¿Cómo lograste entrar?

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(¡Tengo la peor suerte del mundo! ¡¿Por qué de entre toda la gente que hay en Cradle, tuve que ir a parar frente a uno de los líderes del Ejército Rojo?!)

(Ugh, ¡No te vuelvas loca y piensa! ¡Esto no es bueno!)

Pero, aunque quería ponerme de pie y salir corriendo, mi cuerpo parecía estar congelado en el sitio.

Hazel: Mira...

Los zapatos de Edgar parecían apretar siniestramente el pavimento mientras caminaba hacia mí, para luego agacharse.

Edgar: Eres realmente adorable. ¿Estas esperando por tu dueño?

Cachorro: ¡Woof!

(Espera.... ¿estás hablando con el perro, no conmigo? ¡Que alivio!)

Mire confusa mientras Edgar comenzaba a acariciar la cabeza del perro y le rascaba detrás de las orejas.

Edgar: Entonces, ¿quién es una buena chica? Si, eres muy bonita y tu pelo es suave como la seda. Está claro que tu dueño te quiere y no les culpo. Mira esa carita tan dulce.

(Estas obsesionado. ¿Aun recuerdas que estoy aquí?)

No me esperaba que Edgar fuera tan empalagoso con un cachorro y después del miedo que sentí la primera vez que lo reconocí, de alguna manera parecía anticlimático.

(Aun así, si voy a escapar, este es el momento.)

Prácticamente podía escuchar el hielo quebrarse mientras forzaba mis piernas para que se movieran, pero me las arregle para levantarme de una vez.

Edgar: Alicia, por favor espera.

Los ojos de Edgar aún se encontraban en el cachorro, pero eso no le impidió extender la mano y agarrarme la muñeca.

Hazel: ¡Hey! ¡Suéltame!

Edgar: Venga vamos, no seas así.

Edgar se levantó lentamente, sus ojos verdes claro por fin se centraron en mí y parecían brillar mientras sonreía.

Edgar: ¿Por qué no hablamos un momento?

Hazel: ¡No quiero! Y, de todas formas, ¡estoy esperando a alguien!

Di un tirón de mi mano para librarme de su agarre y di un paso atrás y lo miré, tratando de darle sentimos a mis pensamientos.

(Dudo que pueda escapar, pero Luka está aquí en la tienda. Simplemente tengo que correr dentro y...)

Edgar: Bueno, no soporto dejarte escapar.

Volvió a extender la mano hacia mí y mire el guante de su mano, recordando lo fuerte había sido su agarre.

(¡Dudo que pueda volver a librarme una segunda vez! ¡No puedo dejar que me atrape de nuevo!)

Tropecé hacia atrás para dirigirme a la tienda, deseando que mi repentino pánico no me hiciera olvidar donde estaba la puerta.