The only one who listens to me

179 21 0
                                    

Habían pasado apenas unas semanas desde lo que pasó, pero no podría considerarse un progreso ya que Bakugo seguía manteniendo la misma actitud de siempre, al parecer lo que Izuku escuchó ese día habían sido pensamientos creados por él, aún así quería pegarse a la idea de que era cierto, que Bakugo estaba en realidad enamorado de él, quería saber si en realidad eran sentimientos correspondidos y algo debía de hacer para lograr por lo menos cruzar algunas palabras con aquel de cabellos de explosión. —Uraraka, Iida... Yo... Quiero hablar de algo con ustedes.— Se encontraban en los comedores bastante tranquilos hasta escuchar la nerviosa voz del peliverde llamándolos. —Eh... ¿De qué quieres hablar Deku-kun?— Cuestionó Ochaco. —Te escucharemos atentamente.— Le siguió Tenya con seriedad. —Y-yo... ¿Podemos ir a algún lugar donde estemos solo nosotros? Es algo muy íntimo.— El de gafas y la fémina se miraron con preocupación, algo le pasaba a su compañero y debían de apoyarlo. —¿Que tal si vamos al bosque? ¿Te sentirías mejor ahí?— Exclamó la castaña con una leve sonrisa. —Sí... Yo creo que sí.— Decididos miraron su almuerzo para empezar a comer y así lograr ir al lugar aprovechando el descanso.
Mientras aquello ocurría un par de ojos rubí apreciaban al peliverde con total atención, sólo Kirishima sabía de sus sentimientos y todos los chicos junto a él nó, por lo tanto debía ser discreto. —¿Que miras Bakugo?— Cuestionó Kaminari dándose cuenta de como el cenizo miraba a alguna parte tan atentamente, así llamando la atención de Eijiro y Sero, el aludido al oír aquello escupió frenéticamente del jugo que bebía. —¡No estoy viendo nada idiota, métete en tus asuntos!— Gritoneo molesto al saber que lo habían pillado. —¿Ah?— Aquel de poderes eléctricos se levantó de su lugar y se dirigió a donde estaba Katsuki, sólo para cabrearlo más por lo que a continuación iba a decir. —Estabas viendo hacia esa dirección... Donde está... ¿Midoriya?— Puta madre pensó el ojicarmesí mirando con ira al rubio. —¿Midoriya? Bakugo... Ya deja de planear querer matarlo.— Expresó con seriedad el pelirrojo metiéndose en la conversación de aquellos chicos. —Oye... Deberías de ser más amigable. ¿Que no son amigos de la infancia?— El cenizo comenzaba a molestarse cada vez más con las palabras que el rubio soltaba, Kirishima al observar aquello intervino colocándose frente a Denki y aprisionando sus labios contra sus muy varoniles manos. —Es suficiente.— Dijo aquel de poderes endurecedores mirando a aquel ojiamarillo, el cuál al sentir aquellas manos en sus labios un muy notorio sonrojo se hizo presente. —¡E-está bien! Sueltame.— Le miró con recelo. —Ustedes... Me están ocultando algo.— Dijo Sero mirando al rubio y al pelirrojo, claramente con diversión en el muy pronunciado sonrojo del eléctrico. —¡Shhhh!— Expresó Denki tapando la boca de Hanta al instante, Kirishima sólo podía ver la escena con curiosidad, por otro lado el de cabellos explosivos suspiraba con calma, ya no era objetivo de aquel par de ojos curiosos, podría observar al chico pecoso con total tranquilidad, aunque algo en él se removió al mirar como se marchaba junto a su típico dúo de amigos para ir a quién sabe donde. —Voy al baño.— Dijo sin esperar respuesta de sus amigos marchándose de los comedores para seguir a aquel trío y saber... Que era lo que sucedía, sus momentos de ver a su Deku le habían sido arrebatados por aquella intromisión.

Los seguía con sigilo, era extraño de aquel ojicarmesí, pues se le consideraba alguien que no podría esconderse sólo por sus pasos bruscos al estar molesto, debía de ser diferente en este caso, ya que no era costumbre que aquel trío se marchara después de almorzar, habían llegado deteniendo sus pasos en lo que era un arbol, se sentaron ahí mientras Katsuki se ocultaba en algún otro, se situaría a una distancia prudente donde pudiese escuchar lo suficiente de aquello que hablarían. —Chicos... Yo...— Dijo Izuku llamando completamente la atención del dúo y también de Bakugo, quién sólo optó por respirar con tranquilidad mientras oía. —Yo... Estoy enamorado.— Uraraka soltó un chillido mirando con emoción al peliverde. —¡Genial! ¡¿Quién es la chica?!— Tenya al ver la euforia de la castaña decidió hablar con seriedad como ya se espera de él. —Uraraka... Tranquilízate.— El silencio de Midoriya demostraba que algo más faltaba por decir, dejando a aquellos frente a él aún hablando. —La cosa es que... No es una chica.— Callaron al instante de oír esas palabras que con nerviosismo salían del pecoso, verdaderamente esperaba lo peor, que no le volviesen a hablar por ser gay o que demostrarían asco de ello, pero al fijar su verde vista a aquel dúo sólo obtuvo dos sonrisas de comprensión que inmediatamente se dejaron ir a abrazarlo formando un abrazo. —¿Por eso estabas tan preocupado Deku-kun?— Dijo Ochaco. —No hay nada de qué preocuparse Midoriya, a lo menos nosotros te apoyamos, no importa qué, eres y seguirás siendo nuestro amigo.— Soltó Iida con tranquilidad, sabiendo que aquel de ojos expresivos derramaría llanto al ser aceptado. —Gracias chicos.— Correspondió a aquel abrazo mientras salían lágrimas, se sentía feliz de tener unos amigos tan geniales como ellos. —Pero Deku-kun... Aún no nos dices quién es.— Katsuki paró más la oreja al escuchar a Uraraka, no debía de perderse aquello además de saber si el estúpido mitad mitad era el que provocaba algo en Deku, aunque hubiese escuchado algo del bicolor, no se dejaba vencer pues antes de que Izuku soltara palabra el timbre había sonado dejándolo con intriga en el corazón. —¡Eh!... Pu-pues verán...— Se separó del dúo con nerviosismo mientras juntaba sus dedos índices con rapidez. —Uraraka, no hay que presionarlo si no quiere decir quién pero por algo quería que supiéramos esto así que...— el peliazul de lentes sonrió mirando a aquel de ojos verdes. —Necesitas que te acerquemos a él ¿No es así?— El ojicarmesí sólo se quedó frunciendo el seño, aún no sabía quién le gustaba a su Deku.

Etéreo; KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora