His lips are the sky

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[Midoriya Izuku]

Kacchan y yo recorrimos infinidad de juegos, desde los de acarde hasta los extremos, él sonreía, cosa que no veía a diario, algo que sin lugar a dudas hacía que mi corazón saltara con emoción, quería gritarselo a los cuatro vientos, necesitaba decirle todo lo que sentía, pero sabía que era muy pronto todavía, así que estoy dejando que me tome de la mano, que me lleve a donde él quiera, que me haga sentir feliz con tan sólo ver esa sonrisa. —Oi.— Su voz me sacó de mis pensamientos. —¿Sí, Kacchan?— Pregunté mirando aquellos ojos rubíes que tanto me gustan. —Tú...— Llevó su mano a la nuca. —¿Te estás divirtiendo?— ¿Que clase de pregunta era esa? ¡Claro que me estoy divirtiendo! —P-por supuesto. ¿T-tú te estás divirtiendo?— Quise hacer la misma pregunta. —Sí... Mientras esté contigo, todo es divertido.— Fué un susurro que logré escuchar, quería saltar encima de él y darle un gran abrazo, quería sentirme querido ya mismo, no sabía con exactitud que cara estaba poniendo, pero parecía que a Kacchan le gustaba mi expresión. —Tienes cara de idiota.— Se burló. —Sólo tu logras que se vuelva de esa manera.— Me atreví a decir sonriendo, rápidamente sus ojos comenzaron a brillar y aquella sonrisa se había desvanecido para tomar una curva distinta, una que jamás había apreciado. —Deku... Tú...— No sabía si había mucha gente donde nos encontrábamos, no me importaba realmente, lo único que podía hacer, era apretujar aquel peluche de un jaguar bebé molesto que Kacchan había conseguido para mí en un juego, mientras el tomaba mi mentón y muy lentamente se iba acercando. —¿Yo?— Dije, me había embobado en esos intensos ojos rojos. Su sonrisa había vuelto a su rostro, sólo para expresar unas palabras que tanto esperaba, esas que tanto anhelaba que dijera algún día y que ahora mis oídos escuchaban con tanta alegría. —Me gustas.— Eso último para estampar sus labios contra los míos mientras suavemente cambiaba de posición sus manos para tomar mis caderas, yo dejé una mano libre para que mi peluche no cayera al suelo y tomé su mejilla con impaciencia, mientras me sentía el chico más feliz en todo el universo, imaginando que nadie podría tener una mejor suerte que la mía.
Nos separamos por falta de aire, nuestras miradas se habían encontrado nuevamente, no sabía si mis ojos brillaban con la misma intensidad que los de Kacchan, pero me resultaba bastante hermoso, ahora sostenía mis mejillas, su sonrisa lograba que el palpitar de mi corazón aumentara cada vez más, sentía mi cara tan caliente, no sabía que decir en ese momento. —Ka-ka... Kacchan.— Titubeé emocionado. —Yo... Quisiera saber si sientes lo mismo Deku.— Parpadeo muchas veces seguidas, ahora era mi momento para soltar su agarre y lanzarme a él, abrazándolo cual niño, me sostuvo para no caer, aunque yo aprisione sus caderas con mis piernas, por varios segundos dejé que se sorprendiera, que se sintiera desubicado por lo que había hecho, me acerqué a su rostro y ahora soy yo quién lo besa, aprisionando sus hombros con mis brazos, esta unión había durado menos que la primera, pero era algo que continuaba sintiéndose mágico, al separarme me tocó a mí sonreírle mientras seguía abrazado de él. —Tu también me gustas Kacchan. Desde que tengo memoria.— Un beso de esquimal fué lo que ofrecí ahora, el cuál fue correspondido al instante. Estabamos atrapados en nuestro mundo, nada importaba en ese momento más que él y yo. —¡KYAAAAAAAAA!— Esos gritos nos devolvieron a la realidad, pronto supe que eran los gritos de Ashido y Uraraka, quienes al fijar mi vista daban brincos mientras se acercaban a nosotros. —¡Vivan los novios!— decían al unísono con una sonrisa.

—Wow amigo, es tan meloso que me da diabetes.
—Lo supe desde un principio, mi intuición no falla.
—Jiro, nos ibamos a comer un platano con mantequilla y tu intuición falló cuando dijiste que los del refrigerador estaban ya maduros.
—Cierra el pico Kaminari.

Todo el que se encontraba ahí comenzaba a mirarnos, algunos raro y otros con ternura, más nuestros compañeros, aunque algo en mí se sentía pesado, no tenía idea del por qué más al voltear hacia otro lado, sabía lo que ocurría, Todoroki nos miraba con una rota sonrisa, yo me quedé frío pero sabiendo que... Nunca le di alas, que no pude ver ese lado romántico que me quería mostrar, tengo la esperanza de hablar con él en la noche, pues no quisiera dejarle así, sin una explicación, ya que él no sabe nada de Kacchan y yo... Sólo que nos conocemos.

Etéreo; KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora