I want you to fall in love

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Se había venido la hora de juntarse en la sala de estar, todos sabían cómo era Iida con la puntualidad, así que se encontraban unos minutos antes de lo acordado, Kirishima, Kaminari, Mina, Jiro, Yaoyorosu, Bakugo y Sero, sólo faltaban Tenya, Todoroki, Midoriya y Uraraka ya que los que habían aceptado ir como Shoji y Mineta a última hora tuvieron inconvenientes y no lograron ir. —Oye... ¿Creés que tu plan funcione?— Decía Eijiro con sigilo. —Dejamelo, después de un buen rato nadie se dará cuenta de que él y yo faltábamos.— Estaban a una distancia aceptable para que no les escucharan los demás, al querer Kirishima abrir los labios nuevamente una voz les interrumpió asustando a ambos en el proceso. —Bakugo... ¿Tienes un momento?— Dijo aquel monocromático con seriedad. —¿Eh? Que sea rápido mitad-mitad, tengo un tazón super picante esperándome a la hora de salir.— Aquel de cabellos rojizos se quedó mirando por varios segundos el como se llevaban a su amigo, sin saber que unos ojos amarillos lo observaban atentamente. —Kirishima...— Expresó el rubio llamando completamente su atención. —¡Eh! Kaminari ¿Que pasa?— Decía con su típica sonrisa tiburonesca. —Y-yo...

—¿Y? ¿Que quieres? No tengo todo el tiempo mitad-mitad.— Expresó Katsuki con leve molestia en sus palabras, casi no hablaba con aquel de ojos bicolor y no sabía que querría de él, más cuando tenía que poner en marcha su plan de conquista. —Seré breve, te gusta Midoriya ¿No es así?— El de cabellos explosivos ensanchó los ojos con sorpresa ¿Acaso lo había delatado aquel acto de hace rato? Porque él sabía que Kirishima jamás le delataría, más reconocía algo, aún si el mundo entero lo sabía a él nunca se le borrarían esos sentimientos. —Y si me gusta... ¿Qué? ¿Que tiene que ver contigo?— Cruzando los brazos miró con furia a aquel de cabellos blanco y rojo. —Oh, pues sólo hay un detallito. Que a mí también me gusta Midoriya.— Ahora sí se había cabreado, no pensaba que Todoroki le declararía tan rápidamente aquello como si de la guerra de tratase, lo sabía, no tendría que competir contra aquel idiota, después de todo tiene algo bastante grande a su favor. —¿Es una declaración de guerra bastardo?— Aún con esa mirada carmesí clavada en los ojos opuestos dijo, no tendría que preocuparse tan vanamente, debía de avanzar. —Sí, así que no me estropees este día.— Al haber dicho aquello Shoto se fué, ya verían si esas palabras se harían reales o no.
Habían pasado apenas dos horas desde que habían partido, todos hablando como buen grupo unido que eran. —¿Y a donde nos vas a llevar Iida?— Cuestionó Ashido sintiendo emoción en lo que diría aquel de cabellos marinos. —Pues... ¡Primero! Iremos al centro comercial, pueden comprar todo lo que necesiten o no necesiten. Después las dejaremos en el auto para dirigirnos a nuestro proximo destino.— Eijiro lo miró extrañado así que decidió interrumpir. —¿Pero qué auto? Si venimos caminando.— Levantando una ceja. —¡Le pedí el favor al profesor Mic!— Dejando eso de lado y una exclamación de Kirishima, continuó con su parloteo. —¡Segundo! Iremos un rato al parque de diversiones, de ahí regresaremos a los dormitorios, tenemos un lapso de horas para cumplir cómodamente las dos cosas. Así que... ¡Adelante! ¡Dividamonos en pequeños grupos!— Al terminar de decir eso ya habían llegado al centro, así que empezaron a formar grupos. —A ver si queda claro... Uraraka, Ashido, Yaoyorosu y Jiro. Kaminari, Kirishima y Sero. Midoriya, Todoroki, Bakugo y yo. ¿Todos conformes?— Dijo Tenya con su ya distinguida seriedad, todos concordaron y acudieron a sus respectivas tiendas, las chicas en ropa o cosas así, los chicos ya eran bastante variados, más el grupo principal era el de Iida, pues se formaba tensión entre un par.

—¿Kacchan, que comprarás?
—Quiero unas pesas nuevas.
—¡Oh! ¡Eso estaba pensando!
—Tch... ¿Vamos?
—¡Sí!

Todoroki afiló la mirada, iba a objetar pero más rápido fué Tenya al hablar. —¡Perfecto chicos, yo quiero unos motores nuevos! ¿Todoroki... Serías tan amable de acompañarme?— La sonrisa dentro de Katsuki era incomparable. —Está bien. Yo también necesito algo asociado a esas tiendas.— Ambas parejas acudieron a lo suyo, dejando el protagonismo a aquel de cabellos explosivos y al otro de ojos esmeralda, quienes sólo se mantenían callados mientras miraban los artículos de la tienda. —Oye... Deku imbécil.— Dijo por fin Bakugo, llamando totalmente la atención de aquel peliverde que veía unas pesas con diseños del traje de All Might. —¿Eh?— Dijo fijando sus esmeraldas en las rubí, las cuales se iban acercando a una distancia bastante comprometedora. —¿Podrías darme espacio y dejarme ver aquellas de allá?— Toda la atmósfera se había rompido en ese segundo que Bakugo habló, provocando en Izuku un puchero de total molestia en su rostro. —Sí, adelante.— El pecoso se hizo a un lado sólo para escuchar como Katsuki se mofaba por habersela creído, despeinó los cabellos del menor mientras reía con fuerza, Midoriya seguía con el mismo puchero y cada vez molestándose más. —Oh, ya pues, no te enojes Deku.— Dijo secandose una lágrima por haber reído tanto. —La verdad es que me gustaría que vayamos por comida, ambos sabemos que no queremos comprar nada y... Quiero hablar contigo.— Muy decidido en sus palabras mostró en el pecoso algo nuevo, algo que no a muchos le mostraba y era esa risa, también su seriedad romántica o así le quería llamar por cómo estaba aún tan cerca suyo, esperaba con ansias saber lo que ya sabía, como Bakugo también sabía de sus sentires, ambos sabían pero era obvio que no querían estropear las cosas, lo querían con calma. —Oh, ¿Tienes algo que decir Kacchan?— Dijo con inocencia mirándolo con esos ojos tan tiernos suyos. —Claro que tengo algo que- ¡Oi! ¡Esa mierda no vale Deku! Esa cara fea no vale en lo absoluto.— Expresó el explosivo con molestia mirando hacia otro lado. —¿Eh?— Expresó alegre siendo golpeado suavemente por la mano de Katsuki.

Etéreo; KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora