Un vistazo al pasado

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Salí de la sala de urgencias, todo estaba demasiado silencioso, era cuestión de días para que fuera navidad y celebraran en el patio del lugar.
Todos parecían felices, adornaban los árboles, las paredes y ya algunas salas lucían bastante navideñas.

Seguí caminando por los pasillos vacíos, solo podía escuchar el eco de mis pisadas, era una vista bastante deprimente.
Lo mejor sería ir a mi habitación y descansar, seguro y más tarde llegaría Naruto con mis medicamentos.

Apenas entré a mi habitación sentí como el suelo se movía bruscamente bajo mis pies, todo se veía borroso y miles de puntitos de colores se adueñaron de mi visión

-¿Sasuke? Sasuke despierta, estás empezando a asustarme, levántate

-¿qué hora es?

-hora de la cena, quise esperarte para acompañarte cuando salieras de tu revisión, pero Hinata y Ten Ten me pidieron ayuda para adornar algunas salas, ¿qué te dijo Ino?

-todo está bien. Fue uno de sus chequeos minuciosos, tu sabes cuanto pueden durar. ¿Cómo estás tú?

-me siento bien, no he tenido muchos problemas hoy, aunque el clima se pone cada vez más frío, deberías taparte bien si planeas salir

-lo haré, no quisiera pasar por lo mismo una segunda vez

Me senté en la cama y Naruto se sentó detrás mío, dejó mi cena delante de mi junto con mis pastillas e inyecciones. Me abrazó con fuerza y recargó su mentón en mi hombro, tocó con delicadeza mi frente y suspiró - no tienes fiebre, come y después toma tus medicamentos, te ayudaré con las inyecciones

-gracias

Comí un poco de fruta y cereal, mi estómago no estaba soportando muy bien los alimentos desde el cambio de medicamentos, trataba de no externar mucho mis malestares, pero era difícil cuando Naruto estaba tan pendiente de mi en todo momento, igual Hinata.

-¿vendrá tu hermano a visitarte por navidad? Varios aquí parecen muy contentos por la visita de sus familiares

-no lo sé, no tengo una forma de saberlo, pero me haría feliz poder verlo de nuevo, no quería que me viera en ese estado tan vulnerable y débil.
Sabes Naruto, mi hermano siempre ha sido mi ejemplo a seguir, es inteligente, atractivo, amable y no baja la cabeza por nadie, cuando le reveló a mi padre que estaba saliendo con un hombre, mi padre se opuso, lo atacó y lo golpeó, ¿sabes que hizo mi hermano? Se levantó, se sacudió el polvo, le sonrió y se fue de la casa. ¡Debiste ver la reacción de mi padre! Creímos que le daría un infarto, desde ese día no le quedó más remedio que aceptar al novio de Itachi.

-suena a que es una persona agradable

-lo es. Mi padre lo obligó a estudiar administración de empresas, él se opuso, él quería ser un ingeniero en informática. Así que, nuevamente le sonrió a mi padre y lo desobedeció. Siempre contó con el apoyo de mi madre, gracias a eso decidió escoger su propio camino en la vida, y admiro eso. Quiero poder escoger mi vida, hacer lo que yo quiera, lo que me haga feliz sin deberle nada a nadie

-¿entonces por qué suenas tan triste cuando lo dices?

-porque yo no soy como Itachi. Mi padre siempre quiso una niña, así que cuando nací yo, se molestó. Nunca llegó a mostrar interés en mi, él solo era capaz de ver y admirar a su primogénito varón. Cuando decidí mi carrera, ¿recuerdas que te dije que me corrieron  de casa?

-sí

-no fue exactamemte así, se podría decir que yo escapé. Mi padre no estaba de acuerdo con la carrera que había escogido, pero tampoco le importaba que es lo que fuera a hacer con mi vida. A diferencia de Itachi, no me reprochó ni chantajeó, él solo me dirigió una de las muchas miradas de decepción que tenía guardadas para mí, así que me fuí. Estar en esa casa significaba ser un fantasma, uno silencioso que no tiene derecho a hablar ni a hacer nada por su cuenta. Cuando dijiste que te quedarías por mí... No creo que hayas sido totalmente consciente de lo que eso significaba para mí, yo nunca tuvo nada para mí, nadie más que mi hermano ha sido tan directo y claro con sus sentimientos e intenciones hacia mí. Me hiciste sentir como un niño que es querido y consentido. Me haces sentir lo que no tuve permitido sentir en esa casa tan fría.

Tu eres el pulmón que necesito para vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora