Tu eres el pulmón que necesito para vivir

Hogar

Mientras Ino me mantenía asilado de todos para mi recuperación, varios amigos terminaron exitosamente sus tratamientos. Lee y Ten Ten fueron los primeros del grupo en volver a casa, estaba alegre por ellos, pero debía admitir que me habia deprimido no poder despedirme de ellos correctamente sino a través de un cristal

Continuaba recibiendo la constante visita de Naruto y de Hinata, ambos me miraban como si fueran espectadores de un milagro, y no los culpaba, estaba vivo y eso significaba mucho para muchos, significaba vida.

Al resto le siguió Neji y Shikamaru, ambos fueron a despedirse, pero fue Shikamaru quien se quedó un poco más conmigo, aunque él no me lo dijera, sabía que lo había hecho por Itachi meses atrás y se lo agradecería eternamente

-me casaré con Temari

-muchas felicidades Shikamaru, me hace feliz saber que por fin podrás estar al lado de la mujer que tanto amas. Más te vale ponerte presentable  y atesorar su imagen caminando hacia el altar

-Sasuke, quiero que vayas a mi boda. Yo realmente no sé sobre estas cosas, supongo que habrá sido Temari y su familia quien le ayudó a preparar la boda para cuando saliera, así que no tendré control sobre nada, pero quiero que estés ahí. Tal vez no nos conocimos tanto como el resto, pero siempre agradeceré que confiaras en mi, en todos nosotros de hecho... Por eso, mantente vivo hasta entonces. ¿Puedes hacerlo?

-es una promesa.

-gracias

Cuando todos se fueron me sentí dejado de lado, sentía que todos corrían hacia su futuro mientras yo seguía estancandome en mi cama tratando de sanar mis heridas, extrañando el calor de Naruto y su tacto, sus mimos y sus besos animandome.

Inconscientemente llevé mi mano al paliacate que cubría mi cabeza y una lagrima traicionera se escapó de mis ojos

-te dije que te seguiría amando aunque tuvieras sobrepeso, creí que habíamos dejado eso claro Sasuke

Al otro lado del cristal estaba Naruto, sonriente como siempre, arrastró una silla y se sentó lo más cerca posible al cristal, puso su mano sobre él y me miró tranquilo, apenas me daba cuenta de cuánto añoraba verlo así, relajado y sin preocupaciones, alegre y agradecido por la vida.

-Shikamaru me invitó a su boda, más te vale también recuperarte para que seas mi acompañante, necesitaré que me ayudes a cargar con el tanque mientras bailemos

-sabes que yo iré a donde vayas, no me molesta un poco de peso extra

A pesar de verlo más tranquilo y relajado, podía sentir que guardaba sus pensamientos, como si éstos de alguna manera pudieran dañarme o a él. Después de tantos meses de estar a su lado, recibiendo su ayuda y llorando en su hombro, me di cuenta del gran hombre que era en realidad Naruto. No sólo era un hombre con sueños, amable y bastante solidario, era un hombre con los pies bien puestos en la tierra pero que por momentos se dejaba elevar por su imaginación, atento, protector, con un humor bastante tranquilo y algo infantil por momentos. Era sabio para su corta edad, empatico, apasionado y bastante amoroso.
Resiliente y comprensivo, era un amigo, un hermano, un hijo, una pareja, un amante, él era a quien con seguridad podía llamar mio, mi hogar, mi seguridad, mi esperanza.

-¿qué es lo que pasa por tu mente que no quieres decirlo? Hoy pareces bastante callado, ¿es por qué todos se están llendo?

-Ino dijo que será cuestión de días para poder irme también.

-entiendo- sabía que su condición había mejorado, que su tratamiento había sido un éxito, pero creía... Que lo tendría conmigo un poco más... - ¿y qué es lo que harás?