Buenas noticias

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Naruto estaba más inquieto que un tigre enjaulado, desde que regresó junto a Itachi de la sala de urgencias se notaba ansioso, preocupado y hasta aterrado, pero me aliviaba ver que Itachi era un apoyo para él, ambos parecían sufrir, pero parecía que se acompañaban en ese sufrimiento.

Guardé la carta que me dio la madre de Sasuke y nos despedimos, la fiesta había terminado y no de la manera en que todos esperábamos.
Naruto tomó la caja con los regalos de Sasuke dentro y sin necir más, se fue de ahí. Esa noche se encerró en el cuarto de Sasuke y nadie lo molestó. Todos en el patio habíamos presenciado lo sucedido y no era un secreto para nadie, que Naruto estaba completamente aferrado a Sasuke.

Caminé un rato por el patio admirando todas las luces que adornaban y reflejaban esperanza, caminé admirando la felicidad de mis compañeros y amigos, de ver a Lee aferrarse a su padre, a Ten Ten reír junto con su familia y primos, pero una escena en específico hizo vibrar mi corazón, era Shikamaru, estaba acompañado de aquella mujer que él decía amar y que ninguno de nosotros conocíamos, era alta y delgada, rubia con un peculiar peinado, parecía de carácter fuerte, pero ahora se encontraba llorando mientras sonreía, o al menos eso parecía, gracias a la máscara, no le interesaba que su rimel se corriera o que el resto la mirara como si estuviera loca, Shikamaru estaba hincado a sus pies, sosteniendo con seguridad sus manos, en sus ojos uno podía ver como la adoraba, como anhelaba y amaba a esa mujer que era su todo

Ella lo ayudó a levantarse y lo abrazó como si su vida dependiera de ello, se amaban, todos éramos testigos de ese hermoso y amargo momento, ese en el que Shikamaru le juró su vida y le prometió que se recuperaría para poder casarse con ella. Ella aceptó, aceptó aún siendo consciente de que él podría morir, que podría nunca salir y dejarla sola, pero ella guardaba la esperanza de que él lo lograría, confiaría en él y le entregaría su vida por siempre, porque de eso de trata el amor.

En silencio le desee lo mejor a mi querido amigo y me marché, caminé por los pasillos desolados hasta llegar a mi habitación. Entré y no me sentí en casa, no me sentí en mi hogar, entré y me sentí más sola y abandonada que nunca, me sentí dejada de lado por el mundo y resto de la humanidad.

De mi mesa de noche saqué una foto ya bastante arrugada, la pegué a mi pecho con esperanza de llenar mi vacío. Dejé la carte sobre mi mesa y me acosté, hoy había sido un día bastante largo.

-feliz navidad mis amores- susurré mientras mis lágrimas brotaban y mis ojos se cerraban, si tenía suerte, podría soñar con mi amado y mi querido bebé

Al llegar la mañana me cambié y salí de mi habitación llevándome una grata sorpresa, Naruto estaba esperando afuera de mi puerta, estaba hecho un desastre con el cabello desarregado y las ojeras marcadas. Ahogué una pequeña risa y lo saludé, me respondió de manera amble y caminó a mi lado hacia la cafetería, parecía que aún era temprano ya que no habían muchas personas, fuimos por nuestro desayuno y tomamos asiento donde siempre

-¿pudiste dormir anoche?

-ni un poco, ¿qué me dices tú? Sin importar qué, siempre te ves bien Hinata

-eres un adulador

-solo soy sincero

-si te soy honesta, hoy me hubiera gustado no despertar, en mis sueños me encontré con mis amores, dejarlos fue difícil, pero aquí estoy, luciendo bien y cuidando de la pareja de mi hermanito

-lo siento

Guardamos silencio un largo rato, no teníamos muchos ánimos de hablar, pero al parecer la gente pensaba lo contrario, a la mesa llegaron Lee, TenTen, Neji y Shikamaru, todos reían  y vitoreaban mientras abrazaban a Shikamaru, su cara estaba más roja de lo que alguna vez pude haber visto en él.
Se sentaron con nosotros y cada uno empezó a comentar respecto a su increíble noche con sus familiares, se veían llenos de esperanzas y alegrías, como si nunca se hubieran enfermado y no estuvieran encerrados ahí por su bien

-por cierto, Naruto- Neji llamó nuestra atención, todos guardamos silencio pero tanto él como yo no habíamos escuchado su conversación -he notado que tus medicamentos disminuyeron y te has visto mejor últimamente, ¿ya te hiciste el chequeo con Ino?

-me lo hice hace unos días, no estoy seguro, pero no he ido a platicar con ella respecto a mis resultados

-¿y por qué no vas? ¡Podrían ser muy buenas noticias!

-en este momento está cuidando de Sasuke, se puso mal anoche, no quisiera estorbar

-pero no tiene que ir forzosamente con Ino- ahora fue Lee quien habló -puede preguntarle a la enfermera respecto a sus medicamentos, ellas tienen todo guardado en el sistema ¿no? Si cambiaron o disminuyeron tu medicamento debe ser por algo, si fuera por algo malo, te dirían que vayas con Ino a que te explique

-Lee tiene razón

-¡está decidido! Después del desayuno, iremos contigo a la farmacia a preguntarle a la enfermera

Todos apoyaron la emoción de TenTen, me alegraba verlos así de animados, pero no se si entiendan que hacer eso era un arma de doble filo, ¿y si el medicamento cambió porque Naruto empeoró? ¿Eso no arruinaría su situación actual y su malestar?

-no creo que sea una buena idea chicos

-¿por qué lo dices Hinata? ¿No quieres saber si Naruto ha mejorado?

-¿y si le dan una mala noticia? ¿Cómo lidiaria con ello?

Naruto tomó mi mano por arriba de la mesa, me sonrió tranquilo, trataba de decirme que estaba bien. Los demás guardaron silencio y nos dieron un poco de espacio.
Suspiré derrotada, no me quedaba otra opción más que aceptar.

Después del desayuno todos nos encaminamos a la farmacia, la enfermera solo abrió los ojos sorprendida y comenzó a reírse

-¿por quién vienen a preguntar hoy chicos? Desde la primera vez que vino el niño cacatúa por sus medicamentos no han vuelto a venir en grupo

Sin poder evitarlo todos empezamos a reír, ¿enserio? ¿Niño cacatúa? Seguro que si Sasuke se entera su cara se pondrá de mil colores por la vergüenza

-hoy venimos por Naruto- mencionó Neji mientras me señalaba -notamos que después de hacerse las pruebas con Ino, su medicamento disminuyó, no puede ir por el momento con ella porque está ocupada con una emergencia

-entiendo, dejen reviso en el sistema

-gracias señora

Esperamos en silencio, nadie se atrevía a hablar, la enfermera tecleó unas cuantas cosas en la computadora para después levantarse y desaparecer por una puerta. ¿Y si son malas noticias?
Después de unos minutos regresó con unas hojas en la mano y un vasito con pastillas en la otra, nos pidió que nos acercáramos.

-efectivamente te retiraron medicamentos, busqué en el sistema para asegurarme cuáles y parece que son los que se dan en la fase avanzada 2. Por lo que revisé no fue por alergia o rechazo, según las notas de la doctora, tu degeneración se detuvo, no ha retrocedido ni mejorado, sólo se detuvo. Cree que ya no es necesario darte medicentos tan agresivos, tiene la idea de que el medicamento normal de tipo 2 se irá haciendo cargo de la degeneración de la bacteria sin ocasionarte más daños.
No es ni buena ni mala noticia, yo creo que solo es una esperanza

Una esperanza... Tomé los medicamentos que la enfermera me dió, los tomé y sin darme cuenta empecé a llorar, ¿esto no es un sueño verdad? Aunque sea muy pequeña, tengo una esperanza para mejorar, ¿qué es lo que hecho para mecererla?

Los chicos me acompañaron en ese momento, me sentía tan agobiado, ni siquiera podía identificar mis emociones. Sin preguntarme, me arrastraron a la sala de recreación, comenzaron a tocar algo de música y me invitaron, yo no pude negarme, esto era como un nuevo comienzo para mi

Tu eres el pulmón que necesito para vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora