❝「Embalmer 2/?」❞

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Lo dejé pasar y el no se negó.

—Lo siento, el lugar... No es muy agradable para tener visitas.

El se quedó callado e esbozó o trató de mostrar una sonrisa, por mientras que iba caminando atrás mío.

Esta bien... Yo llegue sin aviso.

Le indiqué un sillón donde los clientes se sentaban a esperar, el entendió y fue hasta allí para luego sentarse.

En su mirar había algo que le incomodaba, era fácil de predecir, ya que apretaba su agarre de la pala.

—Tienes muchas preguntas para mi, yo también las tendría, si llegase un sobreviviente.

El se avergonzó, le habia dado en el clavo.

—Pero... allá afuera hacía frío, no quieres un café para calentar tu cuerpo?

—No te preocupes, ya estoy acostumbrado a esto... Pero sino es mucho pedir, me gustaría tomar agua, por favor.

Asentí y fui por un vaso con agua e hice entrega de este, aquel me lo agradeció para tomar un sorbo.

Saque una silla que tenía por allí y me senté al frente de el, tenía tantas preguntas pero ninguna salía de mi boca, a lo que el ambiente se volvió tenso.

—Entonces, como va la funeraria?

Pregunto el rubio cenizo, tratando de crear un ambiente.

—... Es como empezar desde cero, ya no tienen la misma confianza que antes, o solo la gente que conocía, se ha ido.

El tomo otro sorbo y silencio reinó otra vez, esta vez tosí falsamente para romper la tensión que se había creado y le hice unas preguntas, a lo que el me respondió sin chistar.

Así estuvimos un buen rato, hasta que el me dejó perplejo con su duda.

¿Puedo trabajar aquí? He viajado de tan lejos en busca que alguien necesitara sepulturero...

—No tengo suficiente dinero para pagarle a un sepulturero, apenas tengo para pagar unos cuantos días este negocio (y casa)...

—Ya veo...

Su vista estaba en el vaso de agua, se podía oir su melancólica voz.

Era como si fuera una radio, la voz de Andrew, se hacía menos audible y la chispa de felicidad había tenido por unos instantes, se ha desvanecido.

«¿Habrá venido solo por eso?»

Suspire con pesadez, estaba por hacer algo ilógico... Pensaba y lo volvía a pensar, un sobreviviente sin estadía... Y aquí, solo hay ataúdes e sillones, sería muy desconsiderado si...

—No vine solo por trabajo. Vine porque este es el lugar, que has nombrado más de una vez.

—¿Que?.

Anonadado, me saco de mis pensamientos e me hice una pregunta.

«¿Eramos así de cercanos?»

Quedé con la duda, pero al instante negué.


—Oh, esta bien, estaba pensando en donde te podrías quedar... Ahora que me acuerdo, en la otra cuadra, dan alojamiento, no te piden mucho dinero.

—¿Enserio? Oh, gracias! Entonces iré luego para allá.

—Es lo mejor, así tal vez mañana...

—¿Podria venir a verte mañana?.

... ¿Que?...

—¿Ah? No mal entiendas, no en modo amoroso, sino como amigos...

¿Amigos? ¿Amor? Acaso soy yo o ¿Estoy escuchando mal?...

Entre cerré los ojos para tratar de entenderlo, estaba confundido.

«¿A que viene esa respuesta tan inesperada?»

A lo que él, estaba más que nervioso y arrepentido que nunca.

—Que estoy diciendo, a lo mejor a ti te molesté.

—... Huh, Solo por cierto tiempo... Hasta que te vayas o se te acabe el dinero para pagar alojamiento.

Aquel entendió lo que quise decir, a decir verdad, un sentimiento acogedor llegó a mi, con una simple palabra "Amigos".

Seguimos hablando, hasta que se hizo tarde, nos despedimos y cerré la puerta con llave; me fui acostar pensando en lo que acaba de pasar.

¿Atado a los sueños? [BL].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora