s e i s

2.4K 363 27
                                    

Si algo podía envidiar de Yeonjun, era el cómo podía tocar aquella guitarra, a pesar de que se encontrase haciendo acordes al azar, podía escuchar lo bien que salía cada una de las notas tocadas por él.

- Esa melodía es muy linda- mencionó Beomgyu después de escuchar la tonada que Yeonjun había sacado.

- ¿Eso crees?- preguntó, Beomgyu asintió de inmediato-. Pues para las discografías sería una mierda total- respondió-, he intentado hacer algo al respecto con esta melodía, una vez la llevé, me había animado a mí mismo a hacerlo, y me dijeron que cuando tuviera algo que fuera realmente bueno regresara.

- A veces todos pueden ser un poco crueles al respecto- Beomgyu podía reconocerlo.

La imagen de sus tíos burlándose de él por solamente obtener un promedio alto que para ellos eran solo una tontería, pues decían que sus hijos eran capaces de obtener calificaciones más altas, aunque prácticamente Seungcheol ni siquiera podía responder algunas preguntas, le molestaba eso, odiaba las reuniones familiares, y más si se trataban con el fin de molestarlo y fastidiarle.

Muchas veces su madre le había mencionado que debía soportar a los familiares solo por unos momentos más y por supuesto que lo hacía, todos estos años lo hizo,  y por fin había llegado a su límite y explotado en consecuencia de aquello, sabía que estaba mal el haberlo hecho, lo había recapacitado y de todas formas, aunque ya hubiera ideado su plan, no le interesaría para nada lo que sus primos o tíos pensasen acerca de Yeonjun, eso ya no le interesaba.

Beomgyu suspiró y miró cómo Yeonjun anudaba algo en la guitarra, justo arriba, cerca de donde las cuerdas eran amarradas, frunció levemente el ceño y luego observo a la planta que había atado.

- ¿Muérdago?

- Sí, muérdago- mencionó Yeonjun y acercó la guitarra a Beomgyu, la planta había quedado colgante encima de la cabeza de Beomgyu-, ya sabes las reglas.

- No te besaré si eso es lo que quieres.

- Está bien, pero lo haré de todos modos- Yeonjun alejó la guitarra colocándola a un lado y acercándose a Beomgyu y antes de que Beomgyu pudiera poner resistencia alguna o si quiera escapar, estampó sus labios con los de el más pálido en un corto beso-. ¿Quieres otro?

- No.

Aunque por dentro, por supuesto que lo quería.

💙💛💙💛💙💛💙💛💙💛💙💛💙💛💙💛

- Supongo que es todo lo que necesitamos saber el uno del otro ¿no crees?- mencionó Beomgyu fijándose en todo lo que había aprendido y anotado en su cuaderno, ¡vaya que Yeonjun tenía muchas cosa que platicarle!

Yeonjun dio un sorbo a su bebida caliente, a pesar de  que la cafetería tenía aire acondicionado, afuera hacía un frío de los demonios que se filtraba cada vez que alguien entraba a la cafetería, y hacía que el clima en el interior del establecimiento se volviera cada vez más templado en lugar de cálido.

- No creo que sea todo- Yeonjun se encogió de hombros-, pero es lo esencial, después de todo esto me gustaría invitarte a salir formalmente.

El de piel más pálida ya no sabía si se trataba de alguna clase de broma, o si Yeonjun en verdad estaba hablando en serio con aquello.

-¿En verdad quieres salir conmigo?- Yeonjun asintió- ¿Y si digo que no quiero?

- Pues eso no tiene importancia, tengo buenos métodos para convencerte, así que no debes preocuparte por eso.

Y claro que tenía sus métodos de convencimiento, y lo haría ya sea besando varias veces a Beomgyu hasta hacerlo aceptar, o simplemente fastidiarlo con algunos regalos y pidiéndoselo mil veces hasta que aceptase salir con él, y ciertamente no le importaba si tardaba más de un año, intentar tener por fin algo formal con alguien que en verdad le atrae, le llama mucho la atención, podía agregar todo aquello como una nueva experiencia a su vida diaria, y por supuesto le encanta esa idea, el poder pedirle citas a Beomgyu, robarle besos sin que se moleste, le hacía querer sonreír todo el tiempo.

- No quiero saber qué clase de métodos tienes- mencionó Beomgyu sacándolo por completo de sus pensamientos-. Tenemos que regresar, mi madre creerá que fui a construir el centro comercial.

- No te preocupes, puedo decirle que pasamos por un café debido a que te estabas prácticamente convirtiendo en una paleta de hielo.

- Ja ja ja... no te hagas el chistoso, Choi- Yeonjun soltó una risa al escuchar a Beomgyu- bueno, regresemos.

- Por cierto Beomgyu, ¿le has dicho a tu madre que prácticamente me he quedado con ustedes por dos días seguidos?

- Claro que se lo dije, perdona, pero le tuve que decir lo que pasó con tu familia, no vio ningún problema para que te quedases, eso si, dice que si sigues aquí, tendremos que dividirnos las tareas domésticas.

- ¡Odio las tareas domésticas!- refunfuñó Yeonjun, es lo que más odiaba, además de los trabajos en equipo.

- ¿Y crees que no lo hago yo?- suspiró, miró el vapor que salía por sus labios-. Prácticamente me encargo de la casa cuando mi madre va a trabajar.

- Entonces eso es bueno- mencionó Yeonjun- podrás cuidarme sin ningún problema.

Beomgyu rodó los ojos.

- Cuídate tú solo, Yeonjun.

El mencionado sonrió al escuchar eso, le estaba agradando molestar a Beomgyu de esa manera, sabía lo mucho que al parecer se enfadaba, pues se molestaba con cosas pequeñas o inclusive con cosas sin importancia o en las que no debía meterse, pero era divertido verlo con su ceño levemente fruncido y refunfuñando en voz baja cada que se enojaba, pero al menos podía verlo sonreír con algunas cosas.

Sus pasos seguían, pasando por una tienda de juguetes, allí en las vitrinas podían verse algunos peluches que habían, en especial a Beomgyu le había llamado la atención un pequeño kumamon con gorro navideño y una bufanda roja, sonrió al verlo y siguió caminando, por supuesto Yeonjun se percató del peluche que Beomgyu miró, no entendía por qué tanto amor por ese oso, a él le parecia lo más extraño y aterrador, en cambio para Beomgyu parecía ser el mejor personaje de todos los tiempos.

Miró el peluche por unos segundos y luego miró a Beomgyu que ya iba adelantado unos metros más, tal vez ya tenía el regalo perfecto para Choi Beomgyu.

𝒞𝒽𝓇𝒾𝓈𝓉𝓂𝒶𝓈 𝐵𝑜𝓎𝒻𝓇𝒾𝑒𝓃𝒹 💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora