🔥

2.4K 365 40
                                    

Kyomei soltó un bufido molesta y de un ademán con la mano, el cuervo negro se desintegró en una bruma oscura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kyomei soltó un bufido molesta y de un ademán con la mano, el cuervo negro se desintegró en una bruma oscura.

¿Cómo se atrevía aquel pilar a confundirla con una cazadora?

Obviamente ella era mil veces mejor que una simple cazadora, ella era una demonio, pero no cualquier demonio; ella era una luna superior.

La quinta para ser exactos.

──¡Kyo-chan~! ¿Dónde estás~? ──La mujer soltó un gruñido al escuchar aquel apodo y se irritó mucho más a escuchar aquella voz.

──Douma ──Le llamo ella aún irritada por el repentino aparecimiento del demonio con bellos. Quien hizo acto de presencia frente a la fémina de cabellos oscuros y la abrazo fuertemente.

──¡Kyo-chan!

Kyomei soltó un gruñido y se separó de un golpe al hombre frente a ella.

El demonio masculino se tocó la zona afectada y fingió llorar.

──Kyo-chan es muy mala.


──Recuerdo haberte dicho decenas de veces que no vinieras a mi templo sin invitación o un aviso previo, sin embargó, te conozco lo suficiente como para saber que no viniste aquí sin una buena razón. Así que, Douma, mi querido descendiente, ¿qué te trae por aquí?

La mirada del demonio se volvió sería y dejo de lado su anterior actitud infantil, pero sus labios se curvaron en una sonrisa juguetona y su mirada paso de sería a divertida. Kyomei estaba más que acostumbrada a esa clase de cambios de humor por parte de su descendiente, así que realmente no le prestó atención.


──Quería saber quién era el hombre que cautivó lo suficiente a mi querida Kyo-chan como para que le enviase cartas.

Ella frunció el ceño.

──No se de que hablas.


─Me duele que no me quieras decir tu pequeño secreto~ Ah, pero, ¿sabes? Como mínimo espero que sea un demonio que pertenezca a las lunas.

Y dicho aquello, el demonio se dispuso a irse.

La de orbes grises, por el contrario, oculto parte de su rostro con las largas y anchas mangas de su kimono, cerró sus ojos y cuando sé aseguró de que el rubio estaba suficientemente lejos destruyó uno de los pilares que se encontraba cerca.

La visita de aquel hombre no le había agradado.

La visita de aquel hombre no le había agradado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▬ 𝗷CARTAS DE UN DEMONIO - kyojuro rengoku ☆   🌋  キDonde viven las historias. Descúbrelo ahora