──Im-imposible ──El susurró que escapó de sus labios apenas era audible, pero la demonio logró escucharlo con facilidad.
──Oh~ ¿Encerio crees que es imposible?──Una sonrisa juguetona pero peligrosa se dibujo en sus labios oscuros.
──¡Tu cabello es raro! Pero muy bonito, hace honor a tu puesto como de la flama ──Era una parte de la primera carta que le había dado...
El pilar abrió los ojos, lo recordaba.
──Cuando te ví por primera vez me llamo la atención tu raro cabello. Empeze a investigar te. ¿Porqué? Pues porque quiero y puedo. ¿Recuerdas las advertencias que te daba sobre tu brazo? ¿De arrancartelo si tirabas las cartas? ──Con su mano libre empezó a acariciar la mejilla del Rengoku, enterrando sus largas uñas de forma leve estás mismas en su mejilla y haciendo que gotas de sangre bajarán de estás mismas.
Se acercó a su mejilla y lamió las gotas de sangre.
──De verdad deseaba arrancarte el brazo y devorar cada parte de ti, en el modo literal ──susurró para luego soltar al pilar que cayó al suelo temblando, aunque eso último lo soltó con diversión.
━━¡Pero luego me tiraste una especie de hechizo a distancia! ¡O eso creo porque no podías salir de mi mente! No sabía que ustedes los humanos podían hacer tal cosa ──gritó la mujer desesperada.
Ella sólo había llegado a pensar de manera tan constante en alguien solo una vez, temía volver a sentir eso con su enemigo natural.
──No se que me pasa. Bueno, talvez si, pero no te voy a decir que es ──bromeó levemente con amargura la demonio al ver las pequeñas y finas lágrimas que se deslizaban por los ojos del cazador.
──Pero... Deseó proteger te ──Con timidez, acercó despacio su rostro a él, limpiando con cuidado las lágrimas en su rostro y depositando un casto beso en sus labios.
Dulce, cuidadoso, melancólico y doloroso.
Así era el beso que ella le había dado a él, esperando que correspondiera. Pero lógicamente, no lo hizo.
Se separó de el y de forma rápida huyó del lugar cuando escucho a alguien correr hacía dónde ellos.
Kyojuro yacía en el suelo con un rostro de shock.
El señor Rengoku llegó rápidamente hacía donde estaba su hijo, lo abrazo fuertemente y susurró vários "lo siento".
Senjurou había hablado.
Y desde las sombras alguien espiaba.
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▬ 𝗷CARTAS DE UN DEMONIO - kyojuro rengoku ☆ 🌋 キ
RomanceCARTAS | ❝ incluso sabiendo lo que conllevaban sus acciones, lo hizo sin remordimientos ❞ [ En dónde una kyomei [ le escribe cartas a un pilar. ] © charlotte