Bakugou Katsuki, héroe número dos, una persona gruñona y explosiva, siempre con cara de culo.
Soltero, y todavía extrañando a su último ex, desde ese chico no volvió a tener ni una pareja más tampoco ninguna aventura.
De todas maneras, tenía una vida muy envidiable, millones de fans, una casa lujosa y mucho dinero y admiración. Supongo que todos envidiarían una vida así no lo creen?
Pero con la llegada de dos personas su vida cambio completamente:
Jueves
Eran las 7:00 de la noche, había un silencio apacible en esa mansión, Bakugou se encontraba en la sala viendo las noticias. En estas se encontraban la noticia de la nueva misión exitosa de Deku, el héroe número uno. Solo era salvar a unos niños de un incendio sin embargo, la aparición del peliverde lo hacía el momento más importante de todos los fans.
De pronto el timbre resonó en toda esa lujosa mansión. Katsuki solo bufo, apago el televisor, dejó a un lado esa bolsa de frituras, se limpió la sal y grasa de sus manos con la ropa y se encaminó a la puerta enojado.
Cuando la abrió, vio a una niña de pelo cenizo recogido en dos coletas haciendo que el aspecto de esta se viera adorable,pecas, la niña no pasaba los 13 años a juzgar por su apariencia. A su lado un chico de cuerpo muy femenino, pelo verde alborotado que le quedaba un poquito largo, no sobrepasaba sus hombros, con un parche en su mentón y una bendita adhesiva en él tabique de su nariz y pecas, el chico se veía de 16 o 17.
-No les comprare nada, no doy autógrafos y tampoco fotos-dijo el cenizo algo enojado ya que esos últimos días no paraban de molestarlo.
Dio un portazo y se volvió a dirigir a la sala, pero antes de irse del vestíbulo escucho una voz infantil.
-Somos tus hijos idiota-dijo la niña mientras golpeaba la pared y el chico trataba de calmarla.
-¿Como que mis hijos?-volvió a abrir la puerta y luego decidió recordar si se había acostado con alguien...pero eso era imposible, después de haberse separado de Izuku no tuvo a nadie más.
-Así es-esta vez fue el adolescente el que habló, y saco unos papeles de su mochila para luego dárselos a el cenizo.
Efectivamente, eran actas de nacimiento y decían que sus padres eran Izuku Midorya y Bakugou Katsuki. Se quedó sin habla, revisó los papeles una y otra vez en busca de falsificación pero no, eran reales.
-¿Y dónde está Deku?-preguntó Katsuki esperando ver a el pecoso por alguna parte o detrás del adolescente.
-En Estados Unidos con el tío Todoroki-respondió el chico mientras mostraba una sonrisa divertida característica de Izuku.
-Con que se fue con el bastardo de dos mitades-dijo para su mismo algo enojado.
-Si, papa necesita a alguien, siempre llora hasta dormirse-dijo la niñas mientras abrazaba la pierna de su hermano y le sacaba la lengua a Katsuki.
-Ya no lo amo si es lo que buscan-<entonces que mierda fue esa escena de celos>pensó el adolescente mientras cargaba a su hermana.
-No venimos a eso, Nana quería conocerte-la niña se acurruco en los brazos del chico.
Katsuki se quedó en silencio, analizando a esos dos; sin duda tenían un gran parecido con ellos dos y el adolescente había heredado esa cuerpo que tenia Midorya. Nana tenía sus ojos al igual que su mismo color de pelo y la sonrisa de Izuku. El chico tenía el pelo verde alborotado de Deku al igual que las pecas, eso último lo tenían los dos.
...
-Haber si entendí; de alguna manera, Deku logró embarazarse, y te tuvo a ti-señaló al adolescente-pero eso fue cuando me fui por algunos años-Katsuki se había ido a Estados Unidos unos 6 o 7 años para poder adaptarse y luego volvió a Japón-no me dijo porque quería que fuera una sorpresa, después se embarazó otra vez pero rompimos y ya no me dijo nada-soltó un suspiro, de verdad había sido un completo idiota con su Deku.
-Sip, así fue, ahora escucha, Nana te quería conocer así que más te vale no ser muy duro con ella-dijo el adolescente mientras se cruzaba de brazos.
-De acuerdo de acuerdo, ¿como te puso el idiota de Deku?-preguntó el cenizo.
-Toshinori, y mi padre no es un idiota, tu lo eres-el chico se levantó dejando a su "papa" sentado y con una mirada melancólica.
