capítulo 10: Lágrimas

549 59 8
                                    

— Últimamente se ven mucho — hablo Natsuki, bebiendo un jugo y mirando a Tobio de una manera rara

— Deja de verlo así — le ordenó su hermano — Pero es verdad — recostó sus brazos en la mesa mirando al mayor

—¿Qué...cosa?— no apartaba la vista de unos papeles, esos pequeños lo estaban interrogandolo desde hace algunos minutos

—¿Le gusta?

— ¿Son solteros los dos? ¿No?

—Entonces no hay impedimento — comentó Natsu, mirando la reacción de su sensei — Pueden hacer lo que quieran, son libres

— Si — asintió Tatsunari

— Ya llevan tiempo saliendo juntos

E-entre Kuroo-san y yo no hay nada — les aclaro — Solo....somos amigos

—¿Amigos? — cuestionaron los pequeños que estaban rodeando al mayor

Tobio asintió — Si

— Pero se ven que son muy íntimos sensei — hablo serio motomu

— Hacen bonita pareja ¿Verdad Natsu?— el pequeño azabache de apellido tsukishima miro a su compañero que estaba al lado derecho

Él nombrado asintió, sin dejar de ver su comida

— Lamento mucho no cumplir con sus deseos, pero~ no estoy interesado en tener una pareja y Natsuki-kun— volteó a ver al pequeño de cabellos grises — No te robaré a tu tío, no debes sentir celos

El pequeño hijo de Keiji volteó a otro lado haciendo un puchero y su hermano le pegó en la cabeza

—¡¡¿Porqué me pegas?!!— lloriqueo el pequeño mirando a su hermano

— Cállate — le ordenó algo molesto, él otro obedeció — Si tío Kuroo busca pareja nosotros estaremos felices

— mmm ,pues ojalá y la encuentre — le respondió Tobio bebiendo su leche en caja

— Si — el pequeño bokuto miro su comida

— ¡¡¡Debe estar feliz sensei!!!

—¿Y porque Natsuki-kun?

— ¡Porque mi tío es una buena persona !

— Si, no hay duda de eso, ahora cambiemos de tema

— ¿Sensei quiere venir a la fiesta de cumpleaños de mi hermano?— preguntó tsukishima

El de ojos azul mar escupió su leche hacia los papeles y empezó a toser..

—¡¡Sensei!!— Natsuki le extendió un pañuelo

— ¿No quiere?

— S-si — suspiro y miro al pequeño niño — Por supuesto que iré — comentó, pero se sentía nervioso — ¿Cuando será?— preguntó, tragando saliva

— El sábado

—¡¡¿Mañana?!!— se levantó de golpe y miro a su hijo — pe-perdon— se disculpó y se volvió a sentar

—¿Tiene algo que hacer sensei?— le pregunto él de cabellos negros, él mellizo de Natsuki

— No, no tengo nada

— Estaba bien

— ¿Pero...no se molestaran tus padres?

— Ellos me dijeron que invitará a quienes yo quería — dijo Tatsunari mirando al adulto

— Ya veo, entonces iré — medio sonrió

Al terminar las clases, la hora del club llegó y kageyama caminaba por los pasillos. Quería hablar con cierta personita, en el receso lo noto algo decaído, distraído algo no estaba bien y lo iba a averiguar. Llegó a la sala del club de los chicos de voleibol, y espero en un lugar cerca esperando que a quien buscará saliera pronto

— ¡Hey Natsu-kun!— exclamó llamando la atención del pequeño niño, quien al escuchar que lo nombraron paró sus pasos y volteó a ver de quién se trataba .

—¿Sucede algo sensei?— preguntó, mirnadolo al mayor

— Ven conmigo — no dejo que él menor hablara, lo jalo y se lo llevó a un lugar apartado

Caminaron durante unos minutos y llegaron a unas bancas, Tobio le ordenó al menor que se sentará y le extendió

—¿Qué pasa sensei?

— Eso quiero saber yo —. Le respondió

—¿Huh? No entiendo sensei

— Natsu-kun se que no debe meterme en asuntos de otras personas pero... Eres un niño muy bueno, mereces disfrutar de tu niñez ¿Qué sucede?— le pregunto, agachándose frente al menor y acariciándole los cabellos — Puedes contar conmigo, ¿Tus padres se divorciaron?

— Sen.....sei

— Está bien mi niño — extendió sus brazos, y él pequeño niño se aferró en un fuerte abrazo, él de ojos azul mar se sentía culpable, por haberse metido con un hombre casado, tal vez él fue el causante del divorcio. Contuvo sus lágrimas

E-ellos....— trato de hablar, sus bellos ojos estaban llenos de lágrimas, las cuales mojaban el hombro del mayor S-se....se separaron — con sus manos apretó la prenda del azabache

— Tranquilo, llora todo lo que quieras mi bello niño — se recostó en el suelo, y encima tenía al menor — yo estoy aquí, y siempre lo estaré

Kageyama no pudo contener las lágrimas, escuchar llorar al pobre niño le dolió, estaba pasando por cosas que no debía pasar. Aún era un niño inocente, si él fue el causante jamás se perdonaría por haberlo hecho llorar

FourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora