capitulo 40: Perdón

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Llegamos a la cuarenta <3

A la cuarentena :v, se acabó en mi país

— Quiero bañar a los niños —. Pidió kuroo en voz baja, ya que él azabache de ojos azules estaba abrazando a su hijo

..

— Akiteru-san —. Tobio suspiro

— La madre de Hitoka dijo que quiere quedarse con él niño, el entierro será en unas horas —. El rubio miro con tristeza al azabache — También dijo que... —. Tobio levantó su rostro y miro atento al mayor — Que no te quiere ver en el entierro de Hitoka —. Kageyama se sorprendió

— En...entiendo —. Respondió con su voz baja — Iré al hospital, Tatsunari dijo que quiere ver a su padre —. Kageyama ya no hablo, su garganta dolía

No tenía permitido ir al entierro de aquella que una vez fue su amiga, una gran amiga

— Lo siento —. Se disculpó Akiteru agarrando al menor del hombro, tobio solo negó

Camino hasta la mesa en donde había un vaso con agua, tomo el vaso en su mano dominante y luego bebió — Está bien —. Dijo sonriendo nervioso —Queria darle una rosa —. Volvió a hablar Yachi siempre fue ..una chica dulce todo lo que pasó me dejó en shock..

.

—¿Cómo está tsukki?—. Pregunto tetsuro

— Los doctores no dijeron mucho —. Respondió tobio — Tatsunari está con Kei en la habitación, los niños ...no quiero causarle problemas a akaashi-san debo cuidar a Miwa y a los niños , debo irme —. Dijo él de ojos azules levantándose de la silla

— Te puedo llevar —. Hablo tetsuro

— Estoy bien, quiero caminar un poco. Pero le agradeceré mucho si puede llevar a Tatsunari

—¿ De verdad estás bien? —. Tetsuro lo agarró del brazo — No quiero dejarte ir en este estado —. Hablo para jalar al menor y abrazarlo — Nuestros hijos te necesitan así que recupérate pronto —. Se alejó un poco agarrando el rostro de tobio, le dió un pequeño beso en la frente y luego camino para entrar en la habitación en donde se encontraba Kei .

Kageyama se giró y comenzó a caminar

Su teléfono no dejaba de sonar, decidió dejarlo en silencio, no quería hablar con nadie. Pudo ver a Hinata dejarle una risa a Hitoka , desafortunadamente solo podía ver de lejos a aquella que alguna vez fue su amiga, él también quería darle una rosa  pero por las circunstancias no podia.

Todos se habían ido, y Hitoka tenía muchas rosas. Salió de su escondite y camino hasta la tumba de la rubia

Al llegar se agachó y dejó una rosa blanca

— Quería ir a verte —. Se arrodilló y cerro sus ojos , algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas las cual limpio — Lo siento —. Se quedó unos minutos en silencio, después de ello se levantó y se retiró

Llevaba mucho tiempo caminando, sus pies dolían mucho. Decidió pasar por una tienda y comprar algunas cosas

...
Había llegado al mar y se sentó en la orilla, sentía la brisa acariciar su rostro sonrió y decidió beber un jugo y miraba a muchos lados, el atardecer era hermoso había pasado mucho desde que vio el atardecer

Se quitó sus zapatos y se estiró un poco, se recostó y miro al cielo . Decidió buscar su teléfono y ver si alguien lo había llamado, y para su sorpresa habían más de cuarenta llamadas perdidas y docenas de mensajes

FourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora