Capítulo 1

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Todo comenzó con un beso. Nos conocimos un día paseando por el parque y nuestras vidas se juntaron, hasta ahora.

Hacía un año que vivíamos juntos y aunque los medios habían tratado de infiltrarse en nuestras vidas, más en la suya, no lo habían conseguido.

Lo único que Joakim le importaba era su felicidad, nuestra felicidad.

Desde que lo conocí, mi vida dio un giro y olvidé la rutina del día a día, lo simple y concreto. Conocí su persona, su alma, y eso hizo enamorarme de él como una loca.

Había veces que me colocaba celosa por sus constantes viajes de negocios, en dónde siempre estaba rodeado de mujeres, pero como hombre mayor y porque me quería, me entendía y mantenía la distancia con ellas, o en general, con todos sus fans para respetarme. Hacía todo lo que estaba en sus manos para verme y saber que yo era feliz a su lado.

A esa altura ya todos sabían que yo era su novia, y aunque yo no pertenecía a ese medio, al mundo del espectáculo, los paparazzi querían saber a toda costa de mí, pero él no se los permitía.

Joakim era inmensamente feliz teniéndome, viviendo en su casa y no me soltaría por nada, ni por nadie.

Me alistaba para irme a mi trabajo. Me sujeté el cabello en una cola y luego tomé el delantal verde y bajé corriendo por las escaleras.

Fui a la cocina y ahí me encontré a Joakim, preparando el desayuno. En cuanto lo vi, mi corazón se llenó de alegría y él me miró y me sonrió con ternura. Aún estaba en bóxeres negros y su playera también negra.

Sin dejar de mirarlo de pie a cabeza, lo encontré tan guapo, apuesto, y él me sonrió aún más tierno, entonces mi corazón latió más despampanante por él.

Si era verdad, hacía más de un año que dormíamos juntos y todavía me derretía el verlo así en bóxer y todo sexy para mí. Lo encontraba todo lindo y guapo.

_ Hola dormilona ¿Cómo dormiste? – le sonreí.

_ Muy bien. Gracias. La verdad no quería levantarme aún – volvió a mirarme y me sonrió.

_ Te creo, si no subo a despertarte, aún seguirías dormida – le sonreí con picardía.

_ ¿Qué estás preparándome que huele tan rico?

_ Huevos revueltos, tus favoritos

_ ¡Qué rico! – me sonrió tierno y yo me le acerqué. Me miró con coquetería.

_ ¿Y?

_ ¿Y qué?

_ Mi beso de buenos días

Le sonreí y me le abalancé a sus brazos. Olvidé que sostenía su tasa amarilla con café. Él sonrió, me cargó en sus brazos y me besó apasionado. Hizo vibrar a mi cuerpo y alma por completo.

_ Te amo

_ Y yo a ti – le sonreí consentida.

_ Me alegra saber que no viajarás este tiempo y te quedarás conmigo en casa – volvió a sonreírme.

_ Que niña esta. Te tengo toda una niña malcriada, pero lo bueno es que podremos aprovechar todo este tiempo para estar juntos y acostarnos cuando queramos

_ Hey jejeje. Que cosas se le ocurren señor Tempest

_ Te amo

_ Yo también te amo mi amor. Me fascina la idea. También solo quiero estar contigo - me miró embelesado, yo me perdí en sus intensos ojos celestes, le acaricié su rostro y volvimos a besarnos...

Tomábamos desayuno; él me sonrió y tomó mi mano con cariño...

_ ¿No quieres que te vaya a dejar en auto al colegio?

_ No, tranquilo. Yo me puedo ir sola

_ Mi amor, sabes que a mí no me molesta ir a dejarte, al contrario, así aprovechamos más tiempo para estar juntos – le sonreí.

_ Si es cierto, pero no quiero que mis compañeras te vean y se te abalancen como locas, como la última vez – soltó una carcajada.

_ ¿Estás celosa niña mía?

_... – tomó mi mejilla con cariño.

_ Mi amor, yo te amo solo a ti. No tengo ojos para nadie más

_ Lo sé, pero igual no me gusta – me sonrió con ternura.

_ Mi niña hermosa...

_... – le sonreí perdidamente. Me sentí tan feliz de estar ahí una mañana más a su lado. Desayunando a su lado.

Joey me miró atento.

_ ¿No te arrepientes de estar con un hombre mayor como yo amor? – le sonreí.

_ No, al contrario, estoy muy feliz de que estemos juntos. Yo me enamoré de ti desde el primer momento que te conocí Joakim – me miró perdidamente.

_ Y yo de ti. Me volviste loco desde que vi tu dulce sonrisa y tu rostro angelical – le sonreí toda derretida.

_ Mi Joakim

_ Pecosa mía – le sonreí con picardía

_ Aunque, tú sabes que a mí siempre me gustaron más mayorcitos – soltó otra carcajada.

_ Si, es cierto

_ Luego llegaste tú y cambiaste mi vida por completo

_ Y tú cambiaste la mía, hermosa...

Llegué al colegio y los niños corrieron a saludarme. Yo derretida por ellos, sentí que aquel día sería perfecto...

Mis compañeras parvularias también se me acercaron y me preguntaron de inmediato por Joakim. Yo les sonreí y les respondí que todo iba bien con él y sin más todos entramos a las aulas de clases con los niños.

Acomodé los botones de mi delantal verde oscuro y luego miré por la ventana, mientras que los niños hacían sus tareas. Me resultaba tan relajante el verlos tan tranquilos y solo haciendo sus dibujos y pensé en Joakim.

Una alumna se me acercó a mostrarme un dibujo que había terminado. Yo se lo recibí, le sonreí y de pronto me llegó un WhatsApp con corazones de Joakim:

"♥♥♥♥ ¿Cómo está la maestra más hermosa y dulce de todas?

Te tengo un panorama para cuando llegues a casa.

Te ama este artista con todo su corazón ♥♥♥♥..."

Terminé de leerlo y me llené de alegría. Sonreí e imaginé su cara cuando me escribió aquel tierno mensaje.

No pude evitar suspirar y solo ansié que pronto acabaran las horas de clases. Quería correr a sus brazos, ver su tierno rostro y que él me abrazara y me besara. Todo él me enamoraba más y más cada día. Era todo un artista tierno y romántico, el mejor de todos.

Llegué a casa y Joakim me miró con ternura. Yo le sonreí y él me contempló con mi delantal verde y mi cola de caballo.

_ Sin duda, eres la parvularia más hermosa de todas

Me dijo y se me acercó. Yo toda derretida, lo miré acercárseme y lo amé con desenfreno.

Joakim me cargó en sus brazos, yo lo miré perdidamente y él me sonrió.

_ Hola niña mía

_ Hola mi señor Tempest – me sonrió.

_ ¿Qué tal tu día? ¿Cómo están los niños? – lo miré risueña.

_ Igual que siempre. A veces desobedientes y otras todo un amor, pero en el fondo son unos niños verdaderamente tiernos. Los adoro – me sonrió con ternura.

_ Eres tan tierna. Te amo

_ Y yo a ti – sin dejar de sonreírme, no me soltó de sus brazos y yo apoyé los míos en sus hombros.

_ Por cierto ¿Viste mi WhatsApp?

_ Sí y estoy intrigada ¿Dónde piensas llevarme? – me sonrió coqueto.

_ Ya lo verás...

"Durmiendo a tu lado" { Joey Tempest } ReeditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora