Back To The Future © ||TG + DRAMIONE||

De cicatrices idénticas

Aquel día en especial Draco Malfoy se mostró irritable, no era debido a que Potter y Pansy trabajaban con él y Granger, esto era mucho más que peor. En la mansión Malfoy se estaba alojando el señor tenebroso, lo que no auguraba nada bueno para su futuro, tiempos oscuros se acercaban.

Enfurruñado se dirigía a la siguiente clase, fue entonces que vio como Halley Baxter era perseguida por uno de los Weasley e iban en dirección contraria a él.

— ¡Ya dije que no sé de qué hablas! — Baxter iba sin mirar hacia adelante y para cuando lo hizo estrelló contra su futuro padre.

Eso hizo que Draco se enojara aún más, nada podía ser peor en su día que terminar en el suelo con las manos raspadas y con esa niña sobre él. — ¡Quítate, maldita sangre sucia!

— ¡No la llames así, Malfoy! — Fred Weasley ayudó a Halley a ponerse en pie.

— ¿Entonces cómo debo llamar a alguien que tiene apellido muggle? — Preguntó de manera sarcástica mientras se ponía en pie. — ¿Has visto su brazo izquierdo? Es una sangre sucia.

— ¡Eso no tiene importancia, Malfoy!

Draco no dijo nada, se retiró dando zancadas, necesitaba curarse las palmas, el ardor y la humedad de su sangre estaban molestándolo, necesitaba curarse.

Halley Hermione Malfoy Greengrass, odiaba el apellido materno que no era suyo. Lo odiaba al igual que a la mujer a la que tenía que llamar "madre", su verdadera madre era una hija de muggles a la que apenas podía ver por las fotografías del profeta. La que moriría si la buscaba.

Se encontraba sentada en la baranda de la torre de astronomía sentía una tristeza profunda, estar en el pasado no era lo que esperaba, claro que había deseado conocer a su madre, al conocerla supo lo preciosa que era y porque a su padre le gustó siempre.

— ¿Piensas en suicidarte? — Era la voz del joven Draco Malfoy que la había seguido por ruegos de Pansy. Se sentía un tanto culpable por haberle dicho "Sangre Sucia" y de inmediato se arrepintió, no podía irse a las vacaciones sabiendo el daño que había causado— No fue para tanto.

— Malfoy, nadie nunca me llamó así... Ni siquiera mi padre que es un sangre pura — Ni siquiera se giró a verlo, su vista estaba perdida en las estrellas.

— Tienes un apellido Muggle. — Rebatió.

— Te contaré la historia verdadera, no la que le contamos a los Gryffindor.

— Te escucho. — Draco concedió, se apoyó en la baranda mientras miraba hacia abajo.

— Mi padre se enamoró de una impura como dices, tuvieron dos hijos, pero tras nacer su segunda hija, mis padres fueron condenados a separarse y él se casó con una sangre pura, los niños que no tenía un recuerdo claro de su madre. Conocieron a la mujer que día con día se dedicó a torturarlos emocionalmente... Nunca conocí oficialmente a mi madre, nunca recibí un beso suyo, mi hermano y yo nos teníamos el uno al otro en los momentos tortuosos. — Halley guardó silencio y acarició el relicario que tenía colgado sobre el pecho. Draco al percibir el movimiento le fue inevitable no verla — Papá sigue enamorado de mi madre, pero no puede verla porque de hacerlo morirá y mi madrastra se quedará con todo y nos desheredará. Un matrimonio con un juramento inquebrantable. Pensé que estudiando aquí me sentiría bien, pero no es lo que esperaba. Ahora solo puedo confiar en Dumbledore.

— ¿qué quieres decir con eso último? — Preguntó.

— Me voy después de las vacaciones y Dumbledore me ha asignado una tarea... — Se giró a mirarlo — ¿Por qué me ves así?

Draco tenía el ceño fruncido y los labios torcidos. A la vez que se sentía furioso.

— No soy idiota, ¿de dónde sacaste el relicario? ¿Y cómo es que tienes esa cicatriz? — Le señaló la parte baja del mentón donde reposaba una diminuta M.

— Dímelo tú, genio ¿A quién te recuerdo? — Señaló sus ojos grises y le dio una tímida sonrisa como las que solía dar Hermione, luego le mostró su brazo izquierdo donde estaba la cicatriz "mudblood" — Esta la verás en unos años y los gritos te atormentarán siempre. Fue hecho con un cuchillo maldito por lo que los descendientes lo poseemos.

— No es cierto — No se atrevió a formular lo que en sus pensamientos se estaba claro. — En mi familia no hay mujeres, hace más de 190 años que no...

— Por eso mi nombre es el de un cometa que aparece cada 76 años — Miró el cielo otra vez — No soy la primogénita, ese es mi hermano. Mi prometido e Hyperion están en contra de decírtelo, porque de todos modos más adelante la conquistarás, pero yo sí creo que es necesario.

— No lo entiendo.

— ¿Matarías a Dumbledore para salvar a Narcissa? Sé que harías el intento. Escúchame, pásate al lado bueno y se feliz con tu madre, de todos modos, Lucius Malfoy está perdido... Ni siquiera es un buen abuelo. — Le mostró su otro brazo donde había pequeñas cicatrices.

Draco en medio del temor le mostró su brazo y las marcas iguales se encontraban ahí, hechas del idéntico modo.

— Eres un pedante de 15 años — Soltó Halley al verlo — y comprendo tu actitud, pero el padre que yo tengo es mi héroe, dulce y cariñoso... Malfoy, olvida lo que dije, de todos modos, ella no te gusta y es mejor así.

Halley estaba preparando la varita para atinarle un encantamiento desmemorizante, estaba hablando de más y esto sería perjudicial para su futuro.

— Me gusta y eso es suficiente. ¿quieres que confíe en el director? Puedo intentarlo, puedo tratar de mejorar, pero no te vayas. — Malfoy necesitaba respuestas y ahora ella era la única que podía brindárselas — No quise decir lo que dije... Perdón Halley.

— Es tarde, me voy a convertirme en una niñera. — Lo miró a los ojos grises — De todos modos, no soporto estar aquí, no es m lugar, pero mi hermano sí que se quedará al igual que mi prometido. Ni siquiera pienses en conquistar a Hermione, ella caerá ante ti cuando acabe la guerra, cuando trabajen juntos reconstruyendo...

— Ya, ¿pero a quién vas a cuidar?

Halley sonrió y decidió jugar más con el futuro. — Solo si prometes que le enseñarás oclumancia a Harry.

— Tampoco me presiones. — Draco negó con la cabeza — No lo soporto, prefiero antes convertirme en un hurón.

— No te lo diré entonces.