𝐌𝐈𝐍𝐃𝐑𝐄𝐀𝐃𝐄𝐑 - RenMin (Editando)

Uno

Al entrar al salón de clases, Renjun se dirigió rápidamente a su asiento habitual ubicado en la última fila de la clase. Dejándose caer junto a la ventana, saco bruscamente su cuaderno y útiles escolares de su mochila y los arrojó sin delicadeza alguna en su escritorio. Soltó un suspiro exasperado mientras dejaba que su frente descansara en el borde de su escritorio.

—Estúpido Jaemin con su estúpida cara y su estúpido... Todo, ese bastar- —

—Buenas— una voz le interrumpió de su pequeño balbuceo de insultos. —Tú siempre tan sabio con las palabras—. Dijo la persona con una voz que denotaba sarcasmo.

Renjun saltó en su asiento mirando hacia el hombre de piel bronceada. —Mierda, Donghyuck—. No se había dado cuenta del castaño que había estado sentado en el asiento junto al suyo antes de llegar. —¿De dónde saliste?—

Haechan se burló de su mejor amigo. — ¿En serio? Estás tan obsesionado con el chico zombi que no te diste cuenta de- — hizo una pausa, moviendo su mano de arriba hacía abajo por su cuerpo — mí. El dios de dioses—.

Fue el turno de Renjun para burlarse. 

—Por favor—. Sus ojos se movieron para enfocarse en sus notas. —Tú, mi amigo, estás lejos de ser un dios. Eres el equivalente a un demonio—.

Donghyuck sonrió de manera burlona, ​​—Eso soy yo—.

—Y no estoy obsesionado con Jaemin—, intervino Renjun rodando los ojos ante la idea. —Odio ser el que siempre trabaja duro, mientras que él ...— Se detuvo cuando sus ojos se posaron en dicho hombre. Renjun murmuró en silencio "no importa", manteniendo su mirada en el chico.

Siguiendo la mirada de Renjun, Donghyuck dejó escapar una risa tranquila, sacudiendo ligeramente la cabeza.

A dos filas de distancia de los chicos, Na Jaemin estaba sentado. La parte superior de su cuerpo estaba desplomado sobre su escritorio y la cabeza enterrada en sus brazos mientras dormía profundamente.

Con el paso del tiempo, Jaemin construyó una reputación como el "chico zombi" de la universidad. Siempre durmiendo en clase, luciendo fatigado y su comportamiento perezoso. Pasaba la mayor parte de su tiempo entre sus clases y la enfermería de la escuela. Sus ojos se notaban vacíos, un tinte rojo mezclándose con las bolsas débiles evidentes debajo de ellos. Su desordenado cabello rubio plateado que le caía sobre los ojos, destacaba su aspecto descuidado. Y aún así, tanto chicas como chicos no podían negar la belleza de Na Jaemin, sin importar su estado.

Y a pesar de su reputación, los estudiantes y maestros sabían muy bien de la inteligencia sin esfuerzo del chico. Unos pensaban que no era justo mientras que otros simplemente lo elogiaban. Pero a Jaemin no le importaba nada de lo que dijeran.

Jaemin tenía sus propios problemas con los que lidiar, más que de su vida social. Él era cercano solo a cuatro personas: tres de ellas eran sus mejores amigos —una de ellas era el enfermero de la escuela— y la otra era básicamente con la que creció. Aparte de eso, nadie más podía acercarse al chico.