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Renjun entró rápidamente a su departamento, cerrando la puerta de un portazo

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Renjun entró rápidamente a su departamento, cerrando la puerta de un portazo. Dejo escapar un gemido exasperado mientras se apoyaba en la puerta, revolviéndose el pelo con la mano. Decidió que no iría a las demás clases y pasaría el rato en su cálido y acogedor apartamento.

El repentino sonido de los trastes alertó a Renjun. Impulsandose de la puerta, agarró el bate de béisbol que guardaba cerca de la entrada en caso de una situación como esta.

Asomó la cabeza desde la entrada para finalmente ver la parte superior de la cabeza de una persona, la cual hurgaba en el armario donde guarda los trastos grandes. Dado que su apartamento tenía una cocina abierta, Renjun rápidamente se puso de rodillas y se arrastró desde el marco de la entrada hacia el sofá.
Sujeto el bate con fuerza entre sus manos mientras se preparaba para el ataque antes de saltar sobre el sofá.

Alzó el bate sobre su cabeza, listo para golpear a la persona desconocida.

—¡Alto ahí!—

—¡Ahhh!— La persona cayó al suelo, mirando a Renjun con horror mientras sostenía una sartén en defensa propia. —Renjun, ¿qué mierda?—

Renjun bajó su bate después de ver a Donghyuck tirado en el suelo con una expresión de miedo en su rostro. —Oh, gracias a Dios. Pensé que eras un ladrón—, dijo aliviado, alejándose para volver a poner el bate junto con su abrigo y mochila.

Donghyuck, que aún seguía en el suelo, permaneció tumbado como si su vida hubiese pasado ante sus ojos. Volviendo a la cocina, Renjun se rió de su amigo mientras le tendía la mano.

Donghyuck miró la mano de Renjun antes de alejarla. Se levantó del suelo mientras miraba fijamenteal mayor. —¿Es enserio? Esta es como la centésima vez que lo haces—.

Renjun se encogió de hombros. —Más vale prevenir que lamentar.—

—Lamentar mi trasero. Soy la verdadera amenaza, bitch—, espetó Donghyuck, sosteniendo la sartén en la mano.

— Está bien, está bien. Lo siento—. Renjun levantó sus brazos como un escudo, encontrando toda la situación divertida.

Donghyuck dio un chasquido al chico antes de colocar la sartén sobre la estufa. —Iba a hacer arroz frito. ¿Quieres un poco?— Renjun levantó el pulgar mientras abría la nevera. Sacó dos yakults y le arrojó uno a Donghyuck, quien felizmente lo atrapó. Cerró la puerta de la nevera con el pie y se dirigió al sofá, desplomándose.

—Woah ... ¡No he tenido uno de estos desde que era un niño!—

Renjun solo rió del lindo recuerdo nostalgico de Donghyuck.


Ambos continuaron charlando sobre diferentes temas mientras Donghyuck comenzaba a preparar la comida.
Su conversación se detuvo por el sonido del timbre en la puerta. Renjun se levantó del sofá y se dirigió hacia la entrada. Echó un vistazo a través de la mirilla, solo para alejarse rápidamente como si se hubiera quemado. —¿Por qué yo?— Se quejó en silencio.

𝐌𝐈𝐍𝐃𝐑𝐄𝐀𝐃𝐄𝐑 - RenMin (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora