Infinitos [EDITANDO]

Capítulo 42

*Tn's POV*

Desperté por el sonido del timbre y los fuertes golpes en la puerta. Me levanté rápidamente, para cuando abrí la puerta César entró sin decir nada y cerró la puerta detrás de el.

César- Esto de la adrenalina constantemente en mi cuerpo no me está gustando mucho, la verdad.-Respira algo agitado.-

Tn- ¿Que rayos te pasó ahora?-Lo miré de pies a cabeza al ver que estaba algo sucio. -Te ves mal.

César- Intentaron matarme. -Comentó para luego quitarse los guantes y caminar hasta un basurero donde los arrojó sin pensarlo.- Pero al final fui yo quien mató a uno de ellos. -Suelta una carcajada y niega con la cabeza.- Luego de eso huí.-

Tn- Oh, ahora tiene mas sentido.-Murmuro rascándome la nunca.- Como sea, ve a darte una ducha, hay toallas en el baño, iré a buscar algunas prendas de Adam y te las entrego. Creo que debes quemar lo que traes encima.-

Subí por las escaleras para entrar a la habitación de Adam y sacar las prendas que muy extrañaba vez usaba. Caminé escaleras abajo hasta el baño y toqué la puerta para luego entregarle la ropa.

Tn- Estaré arriba avanzando el trabajo.-Comenté.

César- Llamaré a Sebastian y a Michael para que vigilen la casa mientras estoy aquí.-Comentó desde la puerta del baño.

Tn-Me parece bien.

Suspiré camino a la escalera y las subí de forma lenta mientras pensaba en como se había vuelto algo tan normal el matar a alguien, pero debo hacerme entender que es mi vida o la de ellos, pues fui yo quien decidió meterse en este negocio.

Entré a mi habitación y me senté en el escrito donde abrí mi cuaderno y encendí la computadora.

Tn- ¡ESO ES!- Exclamé.

Esa es mi preocupación, mi familia. El miedo a que algo les pase por el lío en el que estoy enredada. Dinero tengo de sobra como para comprarme una casa de un tamaño adecuado para mi, pero todo el papeleo me da algo de pereza, pero a final de cuentas sería lo mejor. Comenzaré con los tramites mañana por la mañana o cuando pueda pero mañana será y cuando esté todo listo informaré a la familia.

César- Ya estoy listo. Olvidé que le dí el día libre a Michael y lo reemplazó Francis, están afuera rondando la casa, de momento no debemos preocuparnos.

Finalmente comenzamos a avanzar de una vez por todas el maldito trabajo, el cual podíamos enviar hasta el día siguiente hasta las diez de la mañana.
A medida que íbamos avanzando comenzaba a volverse más y más fácil por lo que solo tardamos en terminarlo un par de horas.
Por otro lado durante ese proceso, César parecía querer decirme algo, pero al intentar hablar las palabras simplemente no salían de su boca, tampoco me pareció correcto insistir en ese momento por lo cual, lo dejé pasar.

Pasaron los días, en cuanto a la universidad mi posición iba en la numero tres de la clase, mientras César y Chandler competían constantemente por el primer lugar. No estaba en mi mejor momento y estaba perdiendo la concentración en lo que realmente importaba. Se supone que estudio medicina para salvar vidas y vivir de ello, pero actualmente debo matar gente para poder sobrevivir. Mi cabeza estaba completamente llena de preguntas absurdas pero de una forma u otra tenía las respuesta a todas ellas aunque no lo quisiera aceptar.

Era jueves por la tarde, César y yo acabábamos de salir de la última clase en la universidad. Hoy teníamos una reunión con los muchachos, era más que nada para pagarles.
En el tiempo que llevabamos, nos habíamos tomado cariño entre todos, cosa que algunos de ellos afirmaron no haber logrado con Caleb, ya que nosotros les dábamos un sueldo justo y además les dábamos más facilidades, como días libres o parte de su sueldo adelantado. ¿Que extraño tan extraño es el amor entre asesinos y vendedores de drogas? Jamás esperé llegar a esto, pero comenzó a parecerme divertido.